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Caruana asegura que el Banco de España actuó para prevenir la crisis financiera, aunque fue "insuficiente"

  • El exgobernador del Banco de España entre 2000 y 2006 defiende su gestión
  • La "responsabilidad" de la banca "no puede ser sustituida por ningún supervisor"
  • Afirma que avisó del aumento del crédito y la sobrevaloración de la vivienda
  • Dice que nunca recibió "presiones" del Gobierno, pero sí llamadas de bancos

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El exgobernador del Banco de España, Jaime Caruana
El exgobernador del Banco de España, Jaime Caruana.

El exgobernador del Banco de España Jaime Caruana ha afirmado este martes que durante su mandato esta institución "sí actúo" para prevenir la crisis financiera, incluso "con iniciativas novedosas" en comparación con las medidas tomadas por otros países, como las provisiones contracíclicas, aunque ha reconocido que éstas fueron "insuficientes". En este sentido ha afirmado que "la regulación no estaba preparada para esta crisis" y que "el Banco de España, como otros, no estaba preparado para la crisis".

Así lo ha señalado quien fuera el gobernador del organismo entre los años 2000 y 2006, durante la presidencia de José María Aznar y de José Luis Rodríguez Zapatero, en la comisión del Congreso que investiga la crisis financiera, la quiebra de las cajas y el rescate bancario, la segunda que tiene lugar tras la del actual gobernador, Luis María Linde.

Caruana ha querido dejar claro que el Banco de España y él "personalmente" avisó a través de varios informes del excesivo aumento del crédito inmobiliario a principios de 2000 y de la sobrevaloración de la vivienda, que se situaba entre el 8% y el 20% a finales de 2002 según un informe del organismo fechado en septiembre de 2003. "Señalaba que cuanto más tiempo transcurriera, el ajuste sería más brusco", ha incidido.

Además, el exgobernador del organismo ha asegurado que el modelo de crecimiento de la economía española entonces presentaba desequilibrios. "No había razones para la complacencia", ha dicho Caruana, quien ha afirmado que, en su momento, desde el Banco de España se pidió "de manera insistente" medidas fiscales más estrictas y reformas estructurales.

Caruana ha afirmado que no tuvo "ningún conflicto" ni con ninguno de los dos gobiernos. En concreto, ha apuntado que no tuvo quejas ni recibió presiones ni de Rodrigo Rato ni de Pedro Solbes, vicepresidentes económicos con PP y PSOE, respectivamente: fueron "extraordinariamente respetuosos con las actuaciones del Banco de España".

Eso sí, ha reconocido que sí recibió muchas llamadas de entidades financieras que "no estaban contentas" con las provisiones contracíclicas que se les obligada a tener. El exgobernador ha defendido que la "situación bancaria requería" esas provisiones: "Y nos quedamos cortos".

Las provisiones dieron margen de maniobra a la banca

En este sentido, el actual director general del Banco de Pagos Internacionales, ha señalado que esas provisiones de recursos que debían tener las entidades -y la calificación que se hacía de los activos de las entidades- fueron las que dieron un "mayor margen de maniobra" al sector financiero, de entre dos y tres años, y que contribuyó a "moderar el alcance de la crisis".

Además, Caruana ha considerado que en el contexto global se "infravaloró" el riesgo sistémico y la vinculación del sector financiero y la economía real, aunque en España hubo una serie de factores diferenciadores, como los desequilibrios económicos.

Entre esos "elementos de vulnerabilidad" ha señalado el "rápido" endeudamiento del sector privado, así como la "dependencia de la financiación externa". En este sentido, también ha afirmado que la "virulencia" de la crisis del euro, a partir de 2010 y que "nadie pudo predecir", todavía le "asombra".

En el ámbito prudencial, ha destacado que el organismo mientras que él lo dirigía fue "estricto" en lo que se refiere a la clasificación de activos y dotaciones, aunque "se relajaron los criterios de concesión de créditos". Pese a ello, ha defendido, "no se llegaron a conceder hipotecas como las subprime ni se invirtió en activos tóxicos como en otros países".

"Advertimos de los problemas específicos de las cajas"

"El Banco de España realizó su labor supervisora con intensidad de acuerdo con la normativa vigente y la información disponible", ha afirmado Jaime Caruana, para quien el organismo "aplicó las mismas normas con todas las entidades de crédito, pero no todas se comportaron de la misma forma". De esta manera, ha subrayado que la labor que realizan los órganos de gobierno y los gestores de las entidades entre otras cosas en la gestión de riesgos, para añadir que "su responsabilidad no puede ser sustituida por ningún supervisor".

"Advertimos de los problemas específicos de las cajas", ha afirmado Caruana, para quien los años han demostrado que "la gobernanza de las cajas fue deficiente, hubo diferencias y no todas fallaron". "Algunas cajas se gestionaron de manera profesional", ha subrayado, no obstante antes de aseverar que él fue "muy crítico" con las cajas, que registraron un crecimiento del crédito superior al de los bancos entre 2000 y 2007 (del 266% frente al 182%).

Caruana ha lamentado que algunas de las recomendaciones dirigidas a las cajas de ahorros no se siguieran. "¿Qué pasaba en la gobernanza de algunas cajas con un componente político mayor? ¿Por qué no se hizo caso?. Es una pregunta ante la que no tengo respuesta, pero es una pregunta pertinente", ha dicho, tras afirmar que dejó el cargo "con cierta frustración" al ver que no siguieron sus recomendaciones.

Sobre este punto, el exgobernador del Banco de España ha subrayado que la institución "hizo lo que podía hacer con la normativa existente". "No teníamos los instrumentos, eso es un hecho. La contabilidad tiene un límite y la estiramos al máximo. El Banco de España hizo con sus instrumentos lo máximo que pudo hacer", ha defendido.

"La regulación no estaba preparada para esta crisis"

Caruana ha defendido que la institución "ayudó a reducir el impacto de la crisis" financiera, pero es "obvio" que "no ayudó a evitar la crisis", aunque -a su entender- "el Banco de España estuvo por delante de muchas otras instituciones en el sentido, incluso, de ver parte de los problemas".

"El marco institucional que existía en los países avanzados no estaba preparado para esta crisis. La regulación no estaba preparada para esta crisis. El Banco de España, como otros, no estaba preparado para la crisis", ha aseverado.

En su opinión, la evolución hacia una situación de crisis "tan dura y costosa" se debió también a factores desestabilizadores exógenos sobre los que las autoridades españolas no tenían control.

Y aunque ha reconocido que es "evidente" que la crisis bancaria tuvo un coste social "considerable", ha indicado que en términos de Producto Interior Bruto (PIB) el coste para el contribuyente estuvo "en línea con los soportados por otros países europeos", al tiempo que ha apuntado que "el sistema bancario español mostró una capacidad de resistencia nada despreciable".

El exgobernador del Banco de España ha reconocido que una implementación "más rápida" de la normativa Basilea II en España podría haber ayudado a moderar las debilidades del marco regulatorio, ya que cuando finalmente se puso en marcha, en 2008, "ya se conocía que también resultaba insuficiente" para frenar los efectos de la crisis.