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Los olvidos de una estrella del rock: Alice Cooper encuentra un Warhol en su trastero 40 años después

  • El músico tenía en un trastero una serigrafía de Pequeña Silla Eléctrica de 1964
  • Se lo compró a Warhol, su amigo, por 2.500 dólares y acabó 40 años almacenado

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El lienzo 'Little Electric Chair' de Andy Warhol propiedad de Alice Cooper.
El lienzo 'Little Electric Chair' de Andy Warhol propiedad de Alice Cooper.

Comienzo de los años 70. Alice Cooper, que aún se llamaba Vincent Damon Furnier, era el líder de la banda de hard rock y heavy metal de la que luego adaptó el nombre, y Andy Warhol, de cabecilla del pop art había pasado a una faceta más relajada de emprendedor. Alice Cooper acababa de mudarse junto a su novia Cindy Lang a Nueva York y allí, en el mítico Max's Kansas City, cantante y artista se conocieron y se hicieron amigos. "Andy era una especie de groupie, igual que Alice. Les gustaba la gente famosa. Así que se hicieron amigos y les encantaba salir juntos", recuerda Shep Gordon, manager de Cooper durante años sobre la curiosa aparición, 40 años después, de un cuadro de Warhol en un trastero del músico, según publica The Guardian.

Un día, Warhol acudió a un concierto de su amigo en el que este simulaba una electrocución en una silla eléctrica como la que el pintor había dibujado en su serie de 1964 Silla eléctrica (Electric chair), de la serie Muertes y Desastres, en alusión a la ejecución en 1953 de Julius y Ethel Rosenberg en la prisión de Sing Sing de Nueva York por conspiración por pasar información secreta sobre la bomba atómica a los rusos.

A Cindy Lang se le ocurrió entonces comprarle a Warhol uno de esos lienzos y le pidó 2.500 dólares al mánager. "Alice dice recordar haber tenido una conversación con Warhol sobre el cuadro. Cree que la conversación fue real, pero no puede jurarlo sobre la Biblia. (...) En aquella época Alice grababa dos discos al año y estaba de gira el resto del tiempo. Eran años de rock' n' roll, ninguno de los dos recordamos nada de ninguna cosa. Él acabó ingresado en un sanatorio por su alcoholismo y luego se fue de Nueva York a Los Ángeles", continúa Gordon.

El cuadro fue a parar a la colección de equipamiento de la gira de Alice Cooper y desapareció. Eso hasta que hace cuatro años, en una cena que el mánager de Cooper mantenía con una marchante de arte, esta mencionó cómo Warhol se había revalorizado en las subastas de arte, y, cuando Gordon le comentó que el cantante tenía un cuadro de la serie, le recomendó que lo localizase. "La madre de Alice recordaba haberlo almacenado en el trastero. Así que fuimos y lo encontramos enrollado en un tubo", cuenta al diario británico. Y allí estaba el lienzo, una serigrafía en rojo de Pequeña Silla Eléctrica (Little Electric Chair), no firmado, que jamás había sido enmarcado, rodeado de otros trastos como una de las sillas eléctricas que Alice Cooper usaba en sus actuaciones de los años 70.

Valor del cuadro

En 2015, un cuadro de la serie, este en verde, alcanzó los 11,6 millones de dólares en una subasta, y Gordon sugirió a Alice Cooper que colgase el suyo en su casa, pero el cantante no quería tener algo tan valioso em ña casa, así que volvió a ser almacenado.

Recientemente, Gordon llevó el lienzo a Richard Polsky, experto en Warhol, para autentificarlo, y este está convencido de que el cuadro es 100% auténtico, aunque no se cree que pueda alcanzar un precio parecido al del lienzo subastado en 2015. "Parece bueno, y la historia tiene sentido. Es difícil apreciar ahora cómo de infravalorado estaba el trabajo de Warhol entonces. El precio de salida entonces eran los 2.500 dólares. ¿Por qué iba a darle Andy un cuadro falso? (...). Tenía un montón de sillas eléctricas. No eran de venta fácil. No eran precisamente decorativas", contaba el tasador a The Guardian.

"En aquella época realmente nadie pensaba que tuviera ningún valor real. Andy Warhol no era entonces 'Andy Warhol'. Y todo era un remolino de drogas y alcohol. Pero tenías que haber visto la cara que puso Alice cuando llegó la estimación de Polsky. Se le cayó la mandíbula y dijo: ¿De verdad? ¡Es mío!" concluye Gordon, que cree que el músico ha reconsiderado su posición y colgará el cuadro en casa cuando vuelva de gira.