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Muere Charlie Gard, el bebé aquejado de una rara enfermedad

  • Los padres recurrieron a los tribunales para intenar un tratamiento experimental
  • El niño ha muerto en un hospital para enfermos terminales

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Muere Charlie Gard, el bebé aquejado de una rara enfermedad

Charlie Gard, el bebé aquejado de una rara enfermedad genética, ha muerto en un hospital para enfermos terminales, según ha comunicado la familia.

"Nuestro niño bello se ha ido, estamos muy orgullosos de ti, Charlie", ha declarado la madre, Connie Yates, en un comunicado de prensa. Yates ha lamentado que se les hubiera "negado" su "último deseo" de pasar varios días con su bebé antes de desconectarlo de los aparatos de respiración artificial.

Este jueves, el juez ordenó que el pequeño fuese trasladado a un centro de cuidados paliativos para enfermos terminales, cuya ubicación no ha sido revelada.

Lucha judicial

Chris Gard y Connie Yates, los padres del pequeño de once meses afectado por una enfermedad mitocondrial congénita, lucharon durante meses para poder trasladar a su hijo a Estados Unidos a fin de someterlo a un tratamiento experimental, contra el parecer del hospital londinense Great Ormond Street, que trataba al bebé.

El pequeño de once meses padecía el síndrome de depleción de ADN mitocondrial, un extraño desorden que inhabilita la capacidad del cuerpo de dar energía a los músculos, hasta que el cuerpo eventualmente sufre una falla respiratoria total.

Finalmente, desistieron cuando los expertos demostraron que los daños eran irreversibles.

Sin embargo, habían solicitado al juez poder trasladar a su hijo a casa para estar junto a él en los últimos días, algo que no fue posible debido a los especializados cuidados que requería y que le obligaban a estar conectado a ventilación asistida.

El caso de Charlie Gard ha suscitado una gran atención mediática y cobertura internacional, después de que la pareja lograra el apoyo para su causa del presidente estadounidense, Donald Trump, y el papa Francisco.

Los Gard recaudaron inicialmente 1,3 millones de libras (unos 1,5 millones de euros) para financiar el tratamiento en Estados Unidos, cantidad que han indicado que ahora podrían destinar a una fundación en memoria de su hijo.