Santos dice que no reconocerá los resultados de la Asamblea Constituyente venezolana

• Considera que ese plan tiene "un origen espurio"
• Pence reafirma la amenaza de más sanciones si Maduro instala la Constituyente

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos.

El presidente de Colombia, Juan Manuel Santos, ha afirmado este viernes que su país no reconocerá los resultados de la Asamblea Constituyente de Venezuela cuyos miembros serán elegidos el próximo domingo porque considera que ese plan tiene "un origen espurio".

"Esa Asamblea Constituyente tiene un origen espurio y, por consiguiente, sus resultados, tampoco podremos reconocerlos", ha dicho Santos en Barranquilla, donde ha asistido a la celebración de los 50 años de la Universidad Autónoma del Caribe.

Al referirse a "un país vecino que está viviendo una época de oscurantismo", el gobernante ha insistido en pedir "una solución pacífica" en Venezuela, sumida desde hace cuatro meses en una ola de protestas que ha dejado al menos 108 muertos.

"Lo que sí seguiremos insistiendo es en una solución pacífica, en forma rápida, democrática, para que esa nación que tanto queremos, y quiero expresar nuevamente mi solidaridad con el pueblo venezolano, salga pronto de ese oscurantismo", ha agregado.

Además, el gobernante colombiano ha salido al paso de los "insultos" que le han hecho los últimos días su homólogo de Venezuela, Nicolás Maduro,  y otros miembros de su Gobierno.

Maduro durante un acto de Gobierno el viernes 28 de julio de 2017.

"Desde allá nos llegan insultos, que nosotros escuchamos, los colombianos, como cuando escuchamos llover", ha afirmado Santos, en una alusión a las ofensas proferidas por Maduro, quien hace dos días lo tachó de "vasallo" del "imperio" estadounidense.

"Tengo que decir que yo sí soy un vasallo del imperio, pero del Imperio de la República de las Letras, que en siglo XIX, a comienzos, autoproclamó un grupo de científicos, de intelectuales, de amantes de la libertad, de libre pensadores", ha agregado.

Santos se ha pronunciado en distintas ocasiones directamente y a través de su Gobierno sobre la situación venezolana, e incluso manifestó en su discurso ante el Congreso el pasado 20 de julio, día de la Independencia colombiana, que "el bien de Venezuela es el bien de Colombia".

Pence reafirma la amenaza de más sanciones si Maduro instala la Constituyente

Por otro lado, el vicepresidente de Estados Unidos, Mike Pence, ha reafirmado este viernes en una llamada telefónica con el opositor venezolano Leopoldo López la amenaza de Washington de imponer más sanciones al Gobierno del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, si sigue adelante con la Asamblea Nacional Constituyente.

Pence ha hablado con López de la "terrible situación en Venezuela", a falta de dos días para las polémicas elecciones a la Asamblea Nacional Constituyente (ANC) promovida por Maduro.

En nombre del presidente estadounidense, Donald Trump, Pence ha reafirmado a López que si Maduro prosigue con la Constituyente, Washington responderá con "acciones económicas fuertes y rápidas", según un comunicado de su oficina.

Durante la conversación con López, Pence ha abogado "una vez más por la liberación total e incondicional de todos los presos políticos en Venezuela", la celebración de elecciones "libres y justas", la "restauración de la Asamblea Nacional" y el respeto a los derechos humanos, de acuerdo con el comunicado.

Imagen de un cartel en contra de la Constituyente en una calle de Caracas. Ueslei Marcelino

Asimismo, Pence subrayó que EEUU "está con el pueblo venezolano" y elogió a López "por su valentía y defensa franca de la democracia venezolana" a pesar de estar bajo arresto domiciliario.

Este miércoles, el Gobierno de Trump aumentó la presión contra el plan de Maduro de celebrar este domingo la ANC al sancionar a trece funcionarios y exfuncionarios venezolanos, y alertó de que, de producirse, esa elección a la Constituyente podría marcar el "fin de la democracia en Venezuela".

Además, este jueves, EEUU ordenó a los familiares del personal de su embajada en Caracas que abandonen Venezuela a causa de los "crímenes violentos" y la falta "generalizada de alimentos y medicinas".

En una alerta de viaje, emitida por el Departamento de Estado, el Gobierno autorizó también la "salida voluntaria" de Venezuela de los empleados de su embajada en Caracas.