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Matisse y sus objetos: una historia de inspiración

  • Una exposición en Londres muestra los objetos que el pintor plasmó en sus obras
  • Utensilios como sillas o jarras inspiraron a Matisse en su proceso creativo

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Una exposicion en Londres muestra los objetos que emocionaron e inspiraron a Matisse

“He trabajado toda mi vida con los mismos objetos. El objeto es un actor. Un buen actor puede participar en diez obras diferentes. Un objeto puede desempeñar un papel en diez pinturas diferentes”. La frase pronunciada por el pintor francés Henri Matisse en 1951, resume el papel central que representaron los objetos en sus obras y en su vida.

Matisse amó los objetos y su colección era ecléctica. Porcelanas chinas, biombos, teteras, sillas o máscaras africanas conformaron su universo. Los utensilios no tenían por qué ser valiosos o raros si no despertar una emoción en el autor y detonar la explosión creativa cómo inspiración.

'Matisse en el estudio', en la Royal Academy of Arts

'Matisse en el estudio', en la Royal Academy of Arts

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  • Jarra de Andalucía, 1911. Colección Henri Matisse. Museo de Niza,1960. Foto: François Fernández. Cortesía Royal Academy of Arts, Londres.

  • Jarra de café, principios del siglo XIX. Museo de Matisse en Niza. Foto : François Fernandez. Cortesía Royal Academy of Arts, Londres

La exposición "Matisse en el estudio" en la Royal Academy of Arts de Londres (Del 5 de agosto al 12 de noviembre) ahonda en esta fascinación a través de 35 objetos y 65 pinturas, la mayoría procedentes del Museo Matisse de Niza, que muestran cómo el artista representó los utensilios en muchas obras diferentes. Los objetos ejercen como actores versátiles, ya que reaparecen bajo variadas formas en periodos de su carrera.

Una interesante selección, nunca antes exhibida, que aproxima al visitante al método de trabajo global del considerado como maestro del volumen y el color en sus dibujos, y uno de los artistas más coleccionados y cotizados del mundo.

Fascinación por la cultura islámica

Matisse creaba rodeado de sus adquisiciones en su estudio. Las llevaba consigo en sus viajes, donde a menudo compraba en mercados o recibía regalos de sus amistades. Eran estímulos creativos vitales y en muchas de sus cartas a su familia incluía con frecuencia peticiones de objetos para ser trasladados de París a Niza.

Entre las curiosidades que exhibe la muestra de Londres, se encuentran un jarrón verde de vidrio adquirido en Andalucía en 1911-el pintor visitó en nuestro país, Madrid, Sevilla y Granada-, que aparece en dos de sus pinturas, o una olla de chocolate, regalo de boda, a la que se suma el objeto que más anheló el pintor a través del tiempo: una barroca silla veneciana con respaldo de concha de plata y reposabrazos en forma de delfines, que fue también inmortalizada. Son diferentes fuentes de inspiración para un autor que consideraba como musas a las modelos que contrató para posar para él.

Otra de las secciones de la muestra de la capital británica está dedicada a la colección de esculturas africanas, que le ofrecieron al artista fauvista una nueva perspectiva en el arte occidental para retratar la figura humana, enfocada en el desnudo femenino.

'Dos mujeres', 1907. Smithsonian Institution. Regalo de Joseph H. Hirshhorn, 1966. Foto:Lee Stalsworth © Succession H. Matisse/DACS 2017. Cortesía Royal Academy of Arts, Londres.

Destaca la escultura Two women (Dos mujeres), creada a partir de una fotografía de la revista gala L'Humanité féminine, que muestra dos mujeres tuareg, el pueblo bereber del norte de África.

"Matisse estaba entusiasmado con el norte de África después de visitar Marruecos y Argelia, con su cultura y con el arte procedente del islam", señaló a EFE, Ann Dumas, una de las comisarias de la exposición.

La muestra recoge algunos artículos de la cultura y del arte islámico que el artista pintó en numerosas obras y que siempre estuvieron presentes en su lugar de trabajo. Una querencia acentuada por su viaje a la Alhambra granadina, donde llegó a firmar en el libro de visitas, que cautivó al precursor de la vanguardia contemporánea y le decantó hacia el orientalismo.