Reclaman a una mujer que se bañó en burkini el pago de la limpieza de la piscina
- Ha ocurrido en Marsella, Francia, y el propietario alega que se bañó vestida
- Lo ha denunciado el Colectivo francés contra la Islamofobia
El propietario de una piscina de Marsella, en el sur de Francia, reclama a una mujer que se bañó en burkini el pasado julio abonar su desinfección, ha revelado este viernes el Colectivo francés contra la Islamofobia (CCIF).
"Me quedé sin habla porque nadie me había llamado la atención ni dicho nada", asegura la mujer, en declaraciones recogidas por la asociación. La afectada estaba alojada junto con su familia en una residencia privada con piscina y había hecho su reserva para una semana.
El primer día se bañó con sus hijos sin problemas, pero la jornada siguiente fue sacada de la piscina al cabo de una hora por el vigilante, después de que, según su relato, el sindicato de copropietarios denunciara al dueño que una mujer se había bañado vestida y con velo.
Burkini: ¿ropa de calle o bañador?
El responsable le prohibió bañarse el resto de su estancia y quiso que la familia abonara los gastos de desinfección completa de la piscina, así como una compensación por el hecho de que esta hubiera quedado inhabilitada durante dos días.
La pareja afectada asegura que la residencia no cambió el agua, pero ha visto cómo se le ha retenido una fianza de 490 euros a la espera de que pague la desinfección.
El CCIF recuerda en su comunicado que la mujer no se bañó con ropa de calle, sino con un traje habilitado para el baño que está confeccionado con un tejido ligero, similar al de los bañadores o al de los monos de buceo.
La polémica sobre el burkini saltó en Francia a principios de agosto del año pasado, cuando se conoció la propuesta de la ONG Smile 13 de reservar un parque acuático cercano a Marsella exclusivamente para mujeres, a las que se les pedía acudir con esa prenda o bien cubiertas, y que fue anulada.
El velo y los signos religiosos visibles, una polémica
En Francia, los signos religiosos, incluido el velo islámico, están prohibidos en los establecimientos educativos salvo en las universidades y para los trabajadores de los servicios públicos.
Esta misma semana otras dos turistas de nacionalidad británica también han denunciado que fueron expulsadas de la piscina de un hotel de Albufeira, centro turístico del Algarve, por llevar puesto el tradicional burkini musulman, según informa el diario The Sun.
El pasado 21 de julio Maryya y su cuñada Hina fueron abordadas al salir del agua por dos guardas de seguridad que les dijeron que, mientras estuvieran en territorio portugués, debían adaptarse a las costumbres locales y cambiar su indumentaria por un bikini.
Se da la circunstancia de que estaban acompañadas por los cuatro hijos de Maryya, que lucían bañadores occidentales tanto en el caso de los niños como de las niñas.
Ambas visitantes regresaron al Reino Unido sin haber formalizado ningún tipo de reclamación. La Asociación de Hosteleros del Algarve destaca que ambas turistas regresaron a Reino Unido sin realizar ningún tipo de reclamación, "que ciertamente no tendría fundamento".
Maryya estuvo en el Algarve luso una semana de vacaciones con sus cuatro hijos, su cuñada y otros familiares musulmanes. Tanto ella como su cuñada defienden el uso del 'burkini' por motivos "religiosos, culturales, de confianza y comodidad".