Las centrales nucleares en España: seis en activo de entre 29 y 36 años de antigüedad
- Se encuentran en Tarragona, Cáceres, Guadalajara y Valencia
- El Gobierno no autorizó la reapertura de la central de Santa María de Garoña
- La energía nuclear supone el 21,4% del mix energético
- Las plantas de Vandellós I y José Cabrera, en proceso de desmantelamiento
- España fue el primer país en todo el mundo en cerrar una central nuclear
Esta semana, el ministro de Energía, Álvaro Nadal, anunció que el Gobierno no ha autorizado la reapertura de la central nuclear de Santa María de Garoña (Burgos) pese a contar con el respaldo del Consejo de Seguridad Nuclear. Entre los motivos, Nadal destacó la oposición política -todos los partidos habían pedido su cierre-, además del nulo impacto que tiene en el sistema eléctrico.
La decisión fue celebrada por las fuerzas políticas y los grupos ecologistas, que a su vez exigieron el cese del resto de centrales nucleares en España. La Junta de Castilla y León, sin embargo, calificó la decisión de "error histórico".
Según el Ministerio de Energía, Turismo y Agenda Digital, en España hay seis centrales nucleares -contando con el cierre de Garoña- y todas se encuentran en la Península. De ellas, dos tienen dos reactores (Almaraz y Ascó), por lo que hay ocho reactores de agua ligera, con una potencia total instalada de 7.728 MWe.
Además, España cuenta con otras instalaciones nucleares, como la fábrica de elementos combustibles de Juzbado, en Salamanca, y el almacén de residuos de El Cabril (Córdoba). Y el Gobierno planea dar luz verde a la apertura de un cementerio nuclear en Villar de Cañas (Cuenca), que cuenta con la vía libre del Supremo, frente al rechazo de la Junta de Castilla-La Mancha.
Las centrales de José Cabrera, conocida también como Zorita, Vandellós I y Santa María de Garoña se pusieron en marcha entre 1968 y 1970 y constituyen la primera generación de plantas en el país. Una década después, entre 1980 y 1989, se activaron las centrales de Almaraz, Ascó, Cofrentes, Vandellós II y Trillo. Tras el cierre de Garoña, que abrió en 1971, la planta en activo más antigua en el país es la de Almaraz, que inició su actividad en 1981.
La energía eléctrica nuclear es la tercera más producida
La nuclear supone el 21,4% del mix energético del país. Y es la tercera fuente de energía tras el conjunto de renovables (hidroeléctrica, eólica, solar, biomasa y de residuos), que produjo 132.508 GWh en 2016 y la termoeléctrica (73.498 GWh).
Según datos de la Asociación Española de la Industria Eléctrica (Unesa), en los últimos cinco años, la producción de energía eléctrica nuclear ha descendido. Así, en 2016, se produjeron 57.188 gigavatios por hora (GWh) -lo que supone menos de la mitad con respecto a la primera fuente de energía-, frente a los 61.432 GWh de 2012.
De las seis plantas en funcionamiento, todas cuentan con un reactor de agua a presión, salvo la central valenciana de Cofrentes, cuyo reactor funciona con agua en ebullición.
Esta central es la que más energía vierte al sistema, ya que genera una potencia eléctrica de 1092,02 megavatios (MW). Por detrás de ella se encuentra la de Vandellós II (1087,14 MW), Trillo (1066,00 MW), Almaraz II (1045,00 MW), Almaraz I (1035,3 MW), Ascó I (1032,5 MW) y Ascó II (1027,21 MW). A este respecto, Santa María de Garoña era la central con menos producción, con una potencia eléctrica de 466 MW.
El futuro de las centrales: cierre o prórroga
El periodo durante el cual una central puede ser operada cumpliendo las exigencias de seguridad y siendo económicamente rentable (vida útil) es de 40 años. Cuando se vence este tiempo, cada planta debe solicitar su renovación si quiere continuar con su actividad.
En junio de este año, el Gobierno cambió los plazos por los que la centrales pueden solicitar continuar con su actividad. Hasta entonces, las solicitudes debían ser presentadas tres años antes de que caducaran las licencias, pero, según recoge el BOE, ahora ya se puede presentar durante el último año de actividad reglada. Este cambio en la tramitación deberá recoger además las directrices del Plan Integral de Energía y Clima que prepara el Ejecutivo para cumplir con el Acuerdo del Clima de París.
Así, las unidades I y II de la central de Ascó tienen la licencia en vigor hasta octubre de 2021. La central de Almaraz, que puede operar hasta 2020, solicitó su renovación el pasado mes de junio, aunque se desconoce por cuánto tiempo.
La planta valenciana de Cofrentes tiene los permisos para operar hasta el 20 de marzo de 2021 tras renovar por diez años en 2011. Además, la planta de Trillo, en Guadalajara, estará activa hasta el 17 de noviembre de 2024.
La central de Vandellós II (Tarragona), cuya licencia vence en 2020, envió en julio la documentación al Ministerio para tramitar su renovación.
Santa María de Garoña, cuya construcción es muy similar a la de la japonesa Fukushima, cesó su actividad el 16 de diciembre de 2012. El 27 de mayo de 2014, el titular de la central pidió renovarla hasta 2031. Ahora, con el rechazo del Ejecutivo, deberá comenzar el proceso para su cierre, que se puede prolongar durante varios años.
España fue el primer país en desmantelar una planta con Vandellós I
Las dos plantas que ya están en proceso activo de desmantelamiento son las de José Cabrera y Vandellós I. La primera, la central más antigua de España, se desconectó en 2006 y comenzó a desmantelarse en 2010. En la actualidad se encuentra en la última fase del proceso, en la que científicos del CSIC analizarán el estado de las paredes de hormigón que durante 40 años protegieron el reactor nuclear.
La central de Vandellós I (Tarragona) cesó su actividad en 1989, meses después del accidente más grave de la historia en una central nuclear española, donde un incendio arrasó las instalaciones pero no produjo heridos ni causó vertidos radioactivos en la zona. Pionera en el proceso en todo el mundo, los trabajos comenzaron en 1998 y desde 2004 se encuentra en periodo de latencia, por lo que pasarán 25 años hasta que la zona quede completamente libre de riesgos radioactivos. En la actualidad, alberga un centro de investigación.
Desde la tragedia de la planta de Fukushima en 2011, el Consejo de Seguridad Nuclear español impuso controles de seguridad semestrales a todas las centrales españolas.
Nacimiento y participaciones de las centrales nucleares
Almaraz I (Cáceres): 1981. Iberdrola (52,7%), Endesa (36%), Gas Natural (11,3%).
Almaraz II (Cáceres): 1983. Iberdrola (52,7%), Endesa (36%), Gas Natural (11,3%).
Ascó I (Tarragona): 1983. Endesa (100%).
Ascó II (Tarragona): 1985. Endesa (85%), Iberdrola (15%).
Cofrentes (Valencia): 1984. Iberdrola (100%).
Santa María Garoña (Burgos): 1971. Nuclenor (Iberdrola y Endesa, cada una al 50%), (50%) y Endesa (50%).
Trillo (Guadalajara): 1988. Iberdrola (48%), Gas Natural (34,5%), Hidroeléctrica Cantábrico (15,5%), Nuclenor (2%).
Vandellós II (Tarragona): 1987. Endesa (72%), Iberdrola (28%).