El Banco Santander vende al fondo Blackstone el 51% del ladrillo de Popular
- Son créditos e inmuebles valorados en unos 10.000 millones de euros
- La nueva compañía estará participada en un 49% por el propio Banco Popular
- Está previsto que la operación se cierre en el primer trimestre de 2018
El Banco Santander ha acordado vender al fondo estadounidense Blackstone el 51% del negocio inmobiliario del Banco Popular, tanto créditos como inmuebles, valorado en unos 10.000 millones de euros, según ha informado el grupo que preside Ana Botín.
Estos 10.000 millones, explica el Banco Santander, están en línea con el valor de los activos en España, incluyendo las provisiones y saneamientos llevados a cabo en el balance de Popular tras su venta, de manera que "no genera ni plusvalía ni minusvalía material".
La transacción implica la creación de una sociedad a la que Popular traspasará activos con un valor bruto contable agregado de unos 30.000 millones de euros y el 100% del capital de Aliseda, su filial inmobiliaria.
La nueva compañía estará participada en un 51% por Blackstone, que toma así la participación mayoritaria, y un 49% por el propio Banco Popular, que desconsolidará de su balance este conjunto de activos, según el acuerdo alcanzado después de que la Comisión Europea haya dado el visto bueno a la compra de esta última entidad por parte del Banco Santander.
La gestión del patrimonio de la nueva sociedad conjunta será asumida por Blackstone conforme al plan de negocio que ha diseñado y cuya ejecución se concretará bajo su dirección.
El presidente de Santander España, Rodrigo Echenique, ha declarado que están "muy satisfechos" con el acuerdo alcanzado con Blackstone, que resultó elegida al plantear la mejor oferta, tanto en términos económicos como en lo relativo al plan estratégico para gestionar el negocio.
Reducción de la exposición inmobiliaria
La operación de venta permitirá reducir significativamente la exposición inmobiliaria en el balance y seguir consolidando el banco para centrar todos los esfuerzos en la actividad comercial. "Es, además, un paso importante para la integración de Popular en Santander y muestra la capacidad de ejecución del Grupo. El interés que ha despertado la operación entre inversores internacionales es una señal inequívoca de confianza en la economía española".
El responsable global de Inmobiliario de Blackstone, John Gray, considera que "esta importante inversión" refleja la confianza del fondo en la fuerza de la recuperación económica de España.
Está previsto que la operación, que está sujeta a las autorizaciones correspondientes y los ajustes habituales en este tipo de transacciones, se cierre en el primer trimestre de 2018. Y se estima que tendrá un impacto positivo en el capital CET1 "fully loaded" del Grupo Santander, es decir adelantando los futuros requerimientos de Basilea III, de doce puntos básicos. A ello se suma la recuperación de cinco puntos básicos consumidos como resultado de la compra del 51% de Aliseda por Banco Popular.
El fondo estadounidense se había impuesto como el favorito frente a otros dos gigantes internacionales, Lone Star y Apollo, que hace unas semanas presentaron ofertas por la cartera traspasada.
"A precios de mercado"
El consejero delegado del Banco Santander, José Antonio Álvarez, comentó recientemente en una conferencia con analistas que el grupo confiaba en vender en el corto plazo al menos el 51% del negocio inmobiliario del Banco Popular y hacerlo "a precios de mercado". Además, no descartó que en un futuro se desprendieran íntegramente de ese lastre tras reconocer que después de la compra del Banco Popular la exposición inmobiliaria era "demasiado alta".
El número dos del banco consideraba que con la recuperación inmobiliaria que vive España, Santander podría obtener mayores beneficios por esos activos y reducir las pérdidas de su división inmobiliaria, pero aún así apostaba por desprenderse cuanto antes de buena parte de esa carga, algo que el Banco Popular fue incapaz de hacer por sí solo.