40 años sin Groucho Marx
- El actor y escritor sigue siendo un referente del humor surrealista e inteligente
- Groucho falleció el 19 de agosto de 1977, a los 86 años
"Tengo la intención de vivir para siempre, o morir en el intento" (Groucho Marx)
Lo curioso de esa genial frase de Groucho Marx es que consiguió las dos cosas; murió, porque es inevitable, pero vivirá para siempre gracias a su ingenio e ironía, que lo han convertido en un icono del humor inteligente y absurdo. Sin duda uno de los personajes más imitados e influyentes del mundo del espectáculo, cuyo sentido del humor no pasará nunca de moda, porque es intemporal.
Julius Henry Marx (Nueva York, 2 de octubre de 1890-Los Ángeles, 19 de agosto de 1977) falleció hace 40 años a causa de una neumonía. Tenía 86 años y dejó atrás tres exesposas (Ruth, Kay y Eden) y tres hijos (Arthur, Miriam y Melinda). Él pensaba que morirse tenía poco mérito: "Lo único que se necesita es haber vivido lo suficiente".
Menos de treinta películas (14 junto a sus hermanos) bastaron para convertirlo en un mito que él se encargó de aumentar con sus divertidos programas de radio y televisión y sus ingeniosos libros.
Sin olvidar su impagable verborrea y sus famosas frases irónicas y afiladas como cuchillos. Él decía que "Si eres capaz de hablar sin parar, al final te saldrá algo gracioso, brillante e inteligente". Pero lo cierto es que ese ingenio no era fruto de la casualidad sino del trabajo duro y de la experiencia que ganó en sus actuaciones en directo, como cómico, junto a sus hermanos.
Groucho, su nombre artístico, viene de grouch ("gruñón"). Para sus actuaciones solía usar un mostacho postizo, pero le resultaba muy incómodo, así que un día se lo pintó con betún. Después añadió las cejas, las gafas, el habano y el esmoquin (una burla a las clases adineradas de Nueva York). Y completó su personaje con sus andares que ya había utilizado con éxito en las actuaciones con sus hermanos (que usaban como prueba para los gags que luego utilizaban en las películas).
Los primeros Grouñidos
"Debo confesar que nací a una edad muy temprana" (Groucho Marx)
Groucho nació en una modesta familia de inmigrantes alemanes judíos. Era el cuarto de seis hermanos después de Manfred, Harpo y Chico y antes que Zeppo y Gummo. Como no tenían recursos para estudiar (ni ganas), su padre, al que describe en sus memorias como "el peor sastre de Nueva York", y su madre, proveniente de una familia de cómicos, les incitaron a dedicarse al mundo del espectáculo. También tenían un tío, Al Shean, que era un comediante de cierto éxito y que les ayudó a introducirse en el mundo del espectáculo.
Groucho debutó sobre los escenarios siendo un niño, como acompañante de sus dos hermanos mayores que ya se habían especializado como payasos musicales. Y a los 15 años ya era cantante solista. Después comenzó a actuar junto a sus hermanos en el vodevil, primero en tríos o cuartetos musicales y finalmente en revistas. Aunque al contrario que sus hermanos (casi todos buenos músicos), Groucho decidió que lo suyo era la literatura.
Los Hermanos Marx rodaron su primera película en 1921, Humor Risk, que era muda y de la que sólo se conservan algunos fragmentos. Pero su primer gran éxito fue la obra Cocoanuts, que interpretaron en Broadway. Gracias a eso firmaron un acuerdo con Paramount, con la que hicieron varias películas, como Los cuatro cocos (adaptación de Cocoanuts), Pistoleros de agua dulce, Plumas de caballo y Sopa de ganso, con las que llevaron al cine un estilo de humor muy innovador, corrosivo y moderno que, hasta entonces, sólo podía verse en el teatro.
"Estos son mis principios. Si no le gustan tengo otros" (Groucho Marx)
El personaje de Groucho se complementaba a la perfección con los de sus hermanos. Harpo hacía de mudo y se comunicaba a golpe de bocina y Chico llevaba sombrero apayasado y chaquetilla corta, y era el único capaz de seguir el ritmo e incluso dar la réplica a los vertiginosos comentarios de Groucho. El cuarto hermano, Zeppo, era el galán a la sombra de los otros tres cómicos, no tenía ninguna gracia y se descolgó pronto.
Aunque la hermana Marx honorífica debería ser la actriz Margaret Dumont, que apareció en muchas de las películas de los hermanos Marx en el papel de mujer rica e ingenua que siempre se dejaba embelesar por Groucho. Y a la que dedicaba frases inolvidables como: "¿Quiere casarse conmigo? ¿Es usted rica? Conteste primero a la segunda pregunta".
Sus mejores películas y la decadencia
"No deseo pertenecer a ningún club que acepte como socio a alguien como yo" (Groucho Marx)
Con la Metro Goldwyn Mayer rodaron sus dos mejores películas: Una noche en la ópera y Un día en las carreras; y otros títulos inolvidables como Los hermanos Marx en el Oeste y Una tarde en el circo, para la que contrataron al mismísimo Buster Keaton como creador de gags (aunque no terminaron de llevarse bien).
Pero sus últimos trabajos no estuvieron a su altura de sus grandes obras y la gente comenzó a darles la espalda. Amor en conserva (1949) fue la última película del trío y el primer papel destacado de Marilyn Monroe que, en una escena, decía a Groucho "Unos hombres me siguen", a lo que él contestaba: "No me diga, no puedo comprender por qué".
En 1957 los tres hermanos aparecían en la película La historia de la humanidad, pero cómo ni siquiera coincidían en plano no se considera una película de los Marx.
"Claro que lo entiendo. Incluso un niño de cinco años podría entenderlo. ¡Que me traigan un niño de cinco años!" (Groucho Marx)
La radio y la televisión
"Encuentro la televisión muy educativa. Cada vez que alguien la enciende, me retiro a otra habitación y leo un libro" (Groucho Marx).
En 1935, en el momento de su mayor popularidad, Groucho y Chico crearon para la radio la serie cómica, Flywheel, Shyster and Flywheel, donde interpretaban a un torpe abogado y a su ayudante Ravelli (personaje que ya había aparecido en El conflicto de los Marx). En su momento fue un fracaso y sólo duró 13 episodios. Pero hoy son considerados una joya del humor absurdo y sus guiones (publicados en España con el título de Groucho & Chico, abogados) tuvieron mejor fortuna en forma impresa.
Tras abandonar el cine, en 1947, Groucho tuvo un gran éxito con un programa radiofónico titulado You Bet Your Life (Apuéstate tu vida), en el que entrevistaba a personajes insólitos. Tuvo tal éxito que también pasó a la Televisión, en 1949. Y se mantuvo entre los programas de mayor audiencia hasta 1960. El momento más recordado fue cuando Groucho entrevistó a una mujer a la que preguntó que cómo había tenido 20 hijos. Cuando ella contestó: "Quiero mucho a mi marido", Groucho replicó: "Señora, a mí también me gusta mucho mi puro, pero de vez en cuando me lo saco de la boca".
También es famosa la entrevista que le hizo Bill Cosby en 1973, cuando Groucho tenía 83 años y un bigote de verdad (aunque fuera blanco). Cosby le preguntó que habiendo conocido a tantos cómicos, en qué lugar lo colocaría a él. A lo que Groucho contestó: "Justo por detrás de Richard Nixon".
"No reírse de nada es de tontos, reírse de todo es de estúpidos" (Groucho Marx).
Sus libros
"Desde el momento en que cogí su libro me caí al suelo rodando de risa. Algún día espero leerlo" (Groucho Marx)
Hay pocos libros tan divertidos como los de Groucho Marx que, en realidad, siempre quiso ser escritor. “Es igual que improvisar en escena, pero con papel y lápiz”. Destacamos sus divertidísimas memorias Groucho y yo, Camas, Memorias de un amante sarnoso. Y Las cartas de Groucho, que recoge las famosas cartas que intercambió con su hija Miriam.
Entre las cartas más famosas recogidas en ese volumen destacan en las que Groucho comenta su pelea con Warner Bros. Cuando los Marx rodaban Una noche en Casablanca, los productores les acusaron de plagiar Casablanca (el gran éxito del momento protagonizado por Humphrey Bogart e Ingrid Bergman). En varias cartas Groucho recordó a los hermanos Warner cosas como: "¿Pueden ustedes usar el nombre de ‘Hermanos Warner’? ¡Nosotros éramos hermanos desde mucho antes!”.
Tras las ingeniosas cartas de Groucho, Warner se dio por vencida. “Las últimas noticias que tuve de ellos es que se habían ido a la Costa Azul, a jugar a las cartas con mi abogado” -aseguró Groucho-.
"¡Más madera, es la guerra!" (Groucho Marx)
"Perdonen que no me levante"
Durante años circuló el falso rumor de que el epitafio de la tumba de Groucho Marx decía "Perdonen que no me levante", pero sólo fue una leyenda. Groucho fue incinerado y sus cenizas reposan en el cementerio de Eden Memorial Park, en el valle de San Fernando. En su tumba sólo figura su nombre, su fecha de nacimiento y fallecimiento y la estrella judía.
Groucho y los hermanos Marx cambiaron el humor para siempre con su toque alocado y absurdo que creó escuela. Entre sus alumnos más aventajados figura el propio Woody Allen, que les ha rendido homenaje en muchísimas de sus películas. Sin ellos tampoco existirían títulos como Aterriza como puedas, Top Secret y similares.
Mención aparte merece la serie Grouñidos en el desierto (1979), de Ventura & Nieto, uno de los títulos míticos del cómic español protagonizado por Julius (Groucho Marx). Posiblemente, el mejor homenaje al humor de Groucho que, a pesar de ser tantas veces imitado, nunca ha sido igualado. Y que ha pasado, merecidamente, a la posteridad.
"¿Por qué debería preocuparme por la posteridad? ¿Qué ha hecho la posteridad por mí?" (Groucho Marx)