El número de muertos por las inundaciones en Sierra Leona supera ya los 400
- Según cifras la Cruz Roja y la Media Luna Roja
- Hay 600 desaparecidos
Las inundaciones y deslizamientos de tierra en Sierra Leona han causado la muerte de entre 400 y 420 personas, pero se teme que se identifiquen muchas más víctimas conforme las tareas de rescate avanzan.
"En situaciones como ésta, tres a cuatro días después del desastre aumenta el riesgo de encontrar más gente muerta que viva", ha explicado el presidente de la Federación Internacional de la Cruz Roja y la Media Luna Roja (FICR), Elhadj As-Sy.
El responsable humanitario, según declaraciones recogidas por Efe, ha pedido ayuda internacional ya que Sierra Leona se enfrenta a una crisis "que excede sus capacidades".
600 desaparecidos
As-Sy ha confirmado que se mantiene la cifra de 600 desaparecidos. "Puede ser que algunos de los que están dados por desaparecidos no estaban en el lugar cuando ocurrió la tragedia y que otros están varados en áreas remotas a las que todavía no hay acceso", ha manifestado el responsable.
En breve se planea pasar de la fase de emergencia a la de rehabilitación "que será de largo plazo y en la que acompañaremos al gobierno y a las comunidades a que se preparen para para afrontar mejor el próximo shock".
Por su parte, la Oficina de Ayuda Humanitaria de la ONU ha anunciado el envío a Sierra Leona de un equipo de siete expertos en la evaluación y coordinación de la ayuda humanitaria en casos de desastre.
El Fondo para la Infancia de la ONU, Unicef, ha señalado a su vez que su prioridad es prevenir cualquier brote epidémico y la propagación de la malaria debido a las aguas estancadas, que ofrecen las condiciones ideales para la reproducción de mosquitos que transmiten diversas enfermedades. Un portavoz del organismo ha recordado que la temporada de lluvia, que se encuentra ahora en su pico, coincide con el de más alta mortalidad por malaria, que es responsable del 20% de casos de muertes de menores de cinco años en Sierra Leona.
Las inundaciones y deslizamientos de tierra del pasado fin de semana afectaron al entorno de la capital, Freetown. Edificios de varias plantas cayeron y al menos un millar de hogares quedaron cubiertos de barro en las zonas más afectadas, como el suburbio costero de Racecourse, en el extremo oriental de la ciudad, así como en Regent y Lumley, donde predominan los asentamientos improvisados.