Detienen en Granada al escritor Dogan Akhanli, reclamado por Turquía
- Su abogado alude a una motivación política por parte del gobierno turco
- Un periodista sueco-turco también había sido detenido en Barcelona
El escritor turco alemán Dogan Akhanli ha sido detenido este sábado en Granada por los agentes del Cuerpo Nacional de Policía. La detención ha sido efectuada en cumplimiento de una orden de arresto internacional de la Interpol reclamada por Turquía en relación a un proceso penal abierto en contra del escritor por robo con homicidio en 1989.
Un portavoz de la Policía Nacional ha informado a Efe de que la detención ha tenido lugar en un hotel del centro de la capital granadina, donde Akhanli se hospedaba. El escritor ha sido trasladado hasta dependencias de la Jefatura Superior de Policía de Andalucía Oriental y será puesto a disposición judicial en las próximas horas, ha añadido la fuente.
Ilias Uyar, el abogado alemán de Akhanli ha declarado al diario Kölner Stadt-Anzeiger que la motivación de la detención es política. El letrado ha afirmado que la forma de proceder de Turquía es un "claro abuso del derecho" y ha señalado que las normas policiales y jurídicas internacionales son utilizadas por el régimen turco en Ankara para acallar a la oposición y a los críticos al régimen.
Además, ha añadido que la embajada de Alemania en Madrid está informada, pero, al igual que el letrado, no tiene acceso al escritor. "El Ministerio de Exteriores alemán está informado de la detención y se esfuerza en poder prestar la asistencia consular pertinente", agrega la publicación.
El abogado de Akhanli, según el cual el escritor deberá permanecer en España hasta que se tome una decisión sobre su posible extradición a Turquía, ha exigido la inmediata puesta en libertad de su cliente.
Acusaciones anteriores
El escritor de 60 años es ciudadano alemán de origen turco y desde 1992 vive en la ciudad de Colonia, en el oeste de Alemania. El tema central de su obra es recuperar la memoria de los armenios masacrados hace más de un siglo por el imperio Otomano, lo que para Turquía fue una acción de guerra. El Parlamento alemán reconoció el año pasado esas masacres como genocidio, lo que fue recibido por Ankara como una afrenta.
El autor, que es miembro de la asociación internacional de escritores PEN, ya pasó varios meses en prisión preventiva en Turquía en 2010 bajo la acusación de haber cometido un robo con homicidio, pero, según su abogado, cuando se produjeron los hechos, su cliente ni siquiera se encontraba en el país.
Tras un proceso judicial, Akhanli fue absuelto, pero la resolución fue anulada en 2013, por lo que el escritor vuelve a figurar en la lista de personas buscadas por las autoridades turcas.
Este es el segundo caso de una detención en cumplimiento de una orden de Interpol y Turquía en España, después de que el pasado 3 de agosto, el periodista sueco-turco Hamza Yalçin, fuera detenido en el Aeropuerto de Barcelona.
Un periodista turco retenido en Barcelona
El periodista Hamza Yalçin, de 59 años y residente en Suecia, está acusado por Turquía de dirigir desde el extranjero un grupo terrorista que, según su abogado, no existe como tal.
"En la orden de detención se le acusa de haber dirigido un supuesto grupo terrorista desde el extranjero, pero no hay ningún grupo terrorista en Turquía que responda a esas siglas", ha declarado a Efe el abogado del periodista, David Aranda.
A Yalçin, que vivía en Suecia desde 1984 y no ha vuelto a Turquía desde 1998, se le acusa de tener vínculos terroristas con el grupo ilegal de extrema izquierda Partido-Frente Revolucionario de Liberación Popular (DHKP-C). "Nadie en Turquía reivindica actividades terroristas bajo esas siglas. El Gobierno lo utiliza para encarcelar a gente de la oposición", continúa Aranda.
"Lo que está haciendo el Estado turco para acallar toda voz crítica y a toda la oposición a Erdogan es utilizar falsamente cargos de terrorismo. La voz de Hamza es un problema por haber criticado a Erdogan desde el extranjero", argumenta el abogado.
Actuaciones desde España
Tras su detención en Barcelona, la Audiencia Nacional, tribunal encargado de deliberar sobre las órdenes de extradición, dictó prisión provisional para el periodista tras negarse a ser entregado a las autoridades turcas.
Su abogado ha presentado un recurso de apelación solicitando libertad condicional, de manera que se sustituya la cárcel por una residencia obligatoria o por la comparecencia ante la Embajada de España en Suecia.
Turquía tiene de plazo hasta el 11 de septiembre para presentar una demanda de extradición, y entonces la Audiencia Nacional decidirá en una vista si atiende la petición de extradición.
El Defensor del Pueblo, Francisco Fernández Marugán, abrió también el pasado jueves una actuación de oficio para conocer la situación del proceso judicial y mostró su "preocupación" por la situación de Yalçin, "dado que la aplicación del Convenio Europeo de Derechos Humanos fue suspendida hace más de un año por el Estado turco".
"Son de público conocimiento las detenciones masivas de miles de personas en los últimos meses y, específicamente, las medidas represivas adoptadas contra periodistas" en Turquía, ha advertido el Defensor en un escrito publicado en la página web de la institución.
En una carta remitida a la Secretaría de Estado de Justicia, Fernández Marugán solicitó conocer en qué estado se encuentra el procedimiento judicial de extradición de Yalçin, así como la posición del Ministerio de Justicia sobre el caso.
Además, advirtió de que, según una sentencia del Tribunal de Justicia de la Unión Europea, España no podrá extraditar al periodista a Turquía sin el acuerdo de Suecia, país cuya nacionalidad también ostenta el periodista.
Detenidos en Turquía
En opinión de Zafer Ballikaya, un amigo de Yalçin que se encontraba con él en Barcelona cuando fue detenido, "lo único que ha hecho Hamza ha sido escribir contra el poder de Gullin y de Erdogan, contra la corrupción".
"No creo que la justicia española lo vaya a extraditar. Los jueces españoles van a ver que Hamza no es ningún terrorista. Sí se opone a la dictadura en Turquía. Todos los escritores y periodistas que critican a Erdogan son acusados de terrorismo (...) Espero que España no haga de marioneta de Turquía por intereses económicos o comerciales", desea Ballikaya.
Desde que se decretó el estado de emergencia en Turquía hace un año -y se suspendió la Convención Europea de los Derechos Humanos-, se han cerrado 170 medios de comunicación y en la actualidad hay alrededor de 164 periodistas detenidos. Además, el pasado miércoles, la Policía de Estambul lanzó una operación para detener a otros 35 periodistas acusados de golpismo.