Al menos 38.000 musulmanes rohinyás han cruzado la frontera de Birmania a Bangladesh en una semana
- Huyen de la violencia en el estado de Rakhine, donde viven un millón de rohinyás
- El Ejército birmano aumentó su presencia en la zona el pasado mes de agosto
- En las últimas horas han fallecido 16 musulmanes en la frontera
Los enfrentamientos entre el Ejército birmano y la comunidad de rohinyás en el estado de Rakhine ha provocado la huida de al menos 38.000 musulmanes rohinyás a Bangladesh.
Así lo ha indicado a Efe una fuente de la ONU en Bangladesh, que ha explicado que la mayoría se ha refugiado "en muchas partes del distrito de Cox's Bazar", en el sureste del país.
La intensificación de la presencia del Ejército en la zona y la rebelión de los insurgentes musulmanes el pasado mes de agosto ha provocado la huida de miles de miembros de esta comunidad no reconocida por el Gobierno birmano e ignorada por el de Bangladesh, cuyas autoridades han intentado impedir su ingreso en el país.
El grupo sufre una creciente discriminación desde el brote de violencia sectaria de 2012 que causó al menos 160 muertos y dejó a unas 120.000 personas confinadas en 67 campos de desplazados.
Dieciséis fallecidos en la frontera en las últimas horas
El jefe de la Policía de Teknaf (el aréa fronteriza entre los dos países), Main Uddin ha indicado a Efe que los vecinos de la zona han recuperado en las últimas horas los cuerpos de 16 rohinyás, dos de ellos niños, en diferentes puntos del río Naf, que separa Bangladesh de Birmania.
Con ellos, ascienden a al menos 40 los miembros de esta comunidad que han muerto en este río tratando de salir del país. Según ha informado un líder hindú local, Ranjit Das, hasta 412 miembros de esa religión han llegado también al país provenientes de Birmania.
El Alto Comisionado para los Refugiados (ACNUR) ha instado a Bangladesh que abra sus fronteras a los rohinyás para tener un corredor humanitario.
Entre 300.000 y 500.000 rohinyás viven en Bangladesh, de los que solo unos 32.000 tienen estatus de refugiado.
Aumento de tensión desde agosto
El Ejército birmano aumentó en agosto su presencia en el estado de Rakhine, situado al noreste del país y donde se calcula que viven más de un millón de rohinyás.
La respuesta del insurgente Ejército de Salvación Rohinyá de Arakan (ARSA) llegó el pasado 25 de agosto, con un ataque contra puestos policiales y militares en la zona que causó más de un centenar de muertos, en su mayoría guerrilleros.
El éxodo se produce nueve meses después de que al menos 70.000 rohinyás huyeran de la misma zona en medio de ataques indiscriminados del Ejército tras otra acción armada de insurgentes rohinyás, una campaña militar denunciada por la ONU y ONGs por la vulneración de los derechos humanos.