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Aprender con viñetas: Talleres de cómic para niños

  • Han sido una de las actividades de más éxito del reciente Salón de cómic de Jaca
  • “El objetivo es que los niños desarrollen su creatividad mientras se divierten”, asegura Sonia Palacín

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Un niño dibujando en el taller de creación de personajes
Un niño dibujando en el taller de creación de personajes

Una de las actividades de mayor éxito de público del reciente I Salón de Cómic Hispano Francés de Jaca han sido los talleres de cómic para niños impartidos por los miembros del Ateneo Jaqués, los componentes del fanzine Los diletantes y la dibujante, guionista, caricaturista y profesora de cómic, Sonia Palacín, al que pudimos asistir.

Son talleres muy básicos que puede hacer cualquier niño, aunque no sepa dibujar –asegura Sonia- En el de hoy les he enseñado a diseñar sus propios personajes. Es prácticamente un juego y el principal objetivo es que los niños desarrollen su creatividad, al tiempo que se lo pasan muy bien”.

Un taller que es para todas las edades pero que recomienda especialmente a partir de los nueve años: “A esa edad les resulta más fácil entender los conceptos que les he explicado, como fuerza, debilidad… y tienen más recursos para dibujar y poder plasmar lo que tienen en su cabeza”.

Sonia Palacín dando instrucciones a los niños del Salón de Cómic de Jaca

Sonia Palacín dando instrucciones a los niños del Salón de Cómic de Jaca

Creando los personajes

Sonia nos explica cómo desarrolla estos talleres, que plantea como un juego: “Lo primero que hago es preguntarles las características que necesitamos para crear un personaje, que pueden resumirse en físico, personalidad, fortaleza y debilidad. Más o menos con eso podemos crear un personaje”.

“Luego –continúa- hemos cogido papelitos y cada niño ha escrito una fortaleza, una debilidad… las hemos puesto en vasitos y las hemos mezclado. Cada uno ha cogido una de cada al azar, de forma que ha sido una cosa muy absurda y muy aleatoria. La gracia del juego es que salen ideas que a uno solo no se le ocurrirían y al final tenemos un personaje muy loco y muy divertido”.

“A los que terminan pronto de diseñar el personaje con las características que les han tocado, les animo a que dibujen al personaje con distintas expresiones –continúa Sonia-. A dibujar emociones humanas como alegría, miedo, tristeza, enfado, asco. Para hacerlo más dinámico he cogido a dos chavales a los que les apetecía actuar y que han puesto esas caras de miedo, asco… para que sus compañeros vieran como cambian las caras y pudieran dibujarlas”.

“Había desde unas chicas de bachillerato que han hecho unos dibujos muy bonitos hasta niños pequeños que han hecho unos monigotes muy simpáticos. Pero lo importante es que todos se lo han pasado muy bien, han pensado un poco y han usado la imaginación” -concluye Sonia-.

Un niño en el taller de creación de personajes
Un niño en el taller de creación de personajes

Un niño en el taller de creación de personajes

“Me sorprende la imaginación de los niños”

Sonia lleva dos años haciendo estos talleres de dibujo para niños y asegura que es fundamental que los niños se diviertan: “Cuando yo fui a una academia de dibujo me hacían copiar y copiar bodegones, cuadros…era muy aburrido, aunque sea fundamental para aprender la técnica. Pero a los niños tienes que darles algo más, hacerlo de modo participativo, como un juego”.

Me sorprende la imaginación de los niños -confiesa-. Algunos ponen características muy comunes como amable, guapo, fuerte… pero otros ponen a sus personajes debilidades como la pizza o superpoderes como el café que les da fuerza”.

“Su modo de representar estos héroes puede no ser hábil porque les falta destreza pero, a cambio, puede ser muy auténtico; porque tienen la ingenuidad de alguien que no ha aprendido a dibujar y hace las cosas como le salen. Y a veces te llevas sorpresas".

Sonia Palacín en el Salón de Cómic de Jaca
Sonia Palacín en el Salón de Cómic de Jaca

Sonia Palacín en el Salón de Cómic de Jaca

"Hay que ser un poco actor"

Es muy divertido ver a Sonia en acción, interpretando para los niños los poderes o expresiones que quiere que pongan en sus personajes. “Yo estudié teatro–confiesa- y es un arte que nos ayuda mucho a ser profesores y también a hacer cómics, porque nos enseña cosas como caminar por el espacio y adoptar distintas emociones. Y cuando dibujas un cómic mueves a los personajes como si fueran actores”.

“Y para dar clases, con el teatro aprendí a proyectar la voz, a mirar al público, a captar y mantener su atención, reforzar tu mensaje con tu lenguaje corporal” –concluye-.

El de cómic infantil no es el único taller que imparte Sonia: “Otro de mis talleres es el de caricaturas, pero para ese ya hace falta tener pericia en el dibujo. Enseño a exagerar los rasgos de la cara y a dibujar de forma graciosa”.

“También hago un curso de cómic de junio a septiembre en la Academia de Bellas Artes Pedro Pisa de Zaragoza, que ya es largo y completo en el que enseño todas las técnicas y aspectos de la narración gráfica, desde cómo contar una historia en imágenes, como combinar los planos, como dar vida a los personajes”.

‘Otoño’, un cómic autoeditado

Portada de 'Otoño'
Portada de 'Otoño'

Portada de 'Otoño'

Además de las clases y los cursos, Sonia Palacín ha publicado su primer cómic: Otoño (Ediciones dispares). “Es un cómic autoeditado –nos cuenta- que es una reflexión sobre el paso de la infancia a la edad adulta. Cuento la historia de tres amigos: Isa, Lucy y Nacho y las cosas que les van haciendo madurar. Es el primer capítulo de una serie que continuará con Invierno, Primavera y Verano. Espero que alguna editorial se anime a publicar los siguientes. Sino volveré a autoeditarlo”.

Es un cómic experimental tanto en las técnicas como en el ritmo narrativo -continúa la autora-. Tienes capítulos dibujados con lápices de colores, con aguada, con café, acuarela, lápiz de grafito. En cada capítulo busco qué técnica puede servir mejor para las emociones que quiero expresar”.

“Vengo de Bellas Artes y de un master de investigación artística y quería acercar el cómic a lo que yo hacía en Bellas Artes -añade-. Por un lado me parece mal que en un cómic siempre se use la misma técnica, el mismo ritmo narrativo y los mismos colores, porque al final te centras en la historia y te olvidad de los dibujos. Por eso pensé que podía sorprender al lector en cada capítulo con una técnica distinta”.

“Y por otro lado –añade Sonia-, no me conformaba con usar una sola técnica, porque las acuarelas no transmiten lo mismo que un collage o un dibujo con grafito. También era un experimento para encontrar mis propios lenguajes. Voy a seguir haciéndolo en Invierno pero con un poco más de conocimiento, porque ya he visto cuáles de estas técnicas funcionan mejor y peor en la narración y en lo que transmiten”.

Páginas de Sonia Palacín
Páginas de Sonia Palacín

Páginas de Sonia Palacín