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Corea del Norte: La partida mundial de 'mahjong'

  • Miles de desertores norcoreanos huyen a Seúl de la dictadura norcoreana
  • "Morías de hambre o morías porque te apresaban", cuenta una desertora a TVE
  • Explica que la complicidad de China siempre evitará un mayor bloqueo

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Miles de refugiados norcoreanos llegan a Seúl huyendo de la dictadura

“China siempre tenderá una cuerda a Corea del Norte para evitar que se hunda”. La frase nos la dice Eun Ok-lee, una refugiada norcoreana cuando le preguntamos en Seúl por la posibilidad de que la ONU aplique un mayor bloqueo económico para su país con el visto bueno de China, el viejo amigo y socio. También el principal aliado comercial con el que mantiene el 92 por ciento de su restringido mercado exterior.

Con ella hablamos de esas sanciones que aislarían más a Corea del Norte porque forma parte de ese grueso de exiliados que huyeron cuando la hambruna dolía en los huesos. Cuando el riesgo de escapar y el “no hay nada que perder” eran la cara y la cruz de la misma moneda.

-“Morías de hambre o morías porque te apresaban como desertora” nos relata mientras nuestra cámara evita sacar un plano en el que mínimamente se la pueda reconocer.

Sus manos menudas se mueven acompasadas con los recuerdos de una juventud asfixiada bajo la mirada del férreo sistema comunista liderado entonces por Kim Jong-il, el padre del actual dictador Kim Jong-un que ha aumentado la opresión y el terror hacia su pueblo.

Pyongyang, capital escaparate

Y me sonríe cuando le digo que estuve hace cinco meses en Pyongyang y que me pareció que la ciudad había mejorado mucho respecto a 2015 cuando fui a hacer mi primera cobertura por el 70 aniversario de la fundación del Partido de los Trabajadores.

-“Más iluminada, más tiendas y comercios, más restaurantes. Cómo si empezara a asentarse una economía de pequeños negocios”, le digo.

Y Eun Ok-lee no lo niega, es lo que le cuentan los que ha dejado allí, pero también que Pyongyang, la capital, es el escaparate, lo que siempre enseñan, y donde viven los altos mandos y funcionarios del régimen.

Nada que ver con el resto del país, afirma, y admite que un bloqueo sobre el petróleo norcoreano, o las restricciones a las exportaciones textiles pueden hacer mucho daño al país más cerrado del mundo, convertido en amenaza nuclear sobre todo después del sexto y más grave ensayo con la detonación de una bomba ocho veces más potente que la de Hiroshima.

Miradas sobre China

Estados Unidos presiona incluso para que se congelen los bienes de Kim Jong-un y se prohiba la contratación en el extranjero de trabajadores norcoreanos. Y la comunidad internacional ha mirado estos días de nuevo hacia China como una de las fichas claves en el tablero del “Mahjong”, el popular juego similar a las Damas que vemos en las calles de Pekín.

China al igual que Rusia mantienen que la mejor solución es la vía diplomática, una negociación con la que se consiga parar la amenaza y provocación de Pyongyang con cada ensayo de misiles balísticos y con cada prueba nuclear. Acciones que amenazan también la supremacía de China en el Pacífico porque justifican mayor presencia de Estados Unidos en el Pacífico, un rearme de los aliados Corea del Sur y Japón, y el despliegue completo cerca de Seúl de su sistema antimisiles dotado con un potente radar que llega hasta las bases militares estratégicas de Rusia y China.

Protestas en Corea del Sur por la instalación de un escudo antimisiles contra la amenaza norcoreana

Aún así, la China de Xi Jinping ya ha dicho que aprueba las sanciones del Consejo de Seguridad aunque no sea la mejor solución.

-“Los norcoreanos prefieren comer hierbas antes que abandonar sus proyectos nucleares porque les da una supuesta seguridad. No creemos que vayan a parar” nos dice Shi Yinhong, Profesor de Estudios Internacionales de la Universidad de Pekín, que admite que ahora la posibilidad de una guerra sería mayor, aunque considera que no se va a llegar a ello.

China ya ha dicho que no lo permitirá, mientras Corea del Sur hace alarde también de su fuerza con maniobras nucleares y en Japón aumenta la demanda de refugios en las viviendas…

La Historia nos ha enseñado que una guerra no se inicia porque una parte la quiera, sino por el tratamiento de la crisis que hacen las fuerzas opuestas. Prioritario, jugar bien, esta partida de “Mahjong”.