Varios detenidos el miércoles en un laboratorio de explosivos cerca de París preparaban un atentado
- Pensaban atacar a militares de la operación antiterrorista Sentinelle
- El material hallado habría permitido fabricar entre tres y cuatro kilos de TATP
Los detenidos tras el descubrimiento fortuito de un laboratorio de explosivos en Villejuif, en la periferia de París, pretendían confeccionar una bomba para atentar con ella, ha revelado el fiscal de París, François Molins.
Dos de los tres detenidos el miércoles - el propietario del apartamento, de 36 años, y un cómplice de 37 que estaba fichado por su radicalización - fueron llevados hoy ante el juez de instrucción, investigados por asociación terrorista para preparar un atentado o fabricación y posesión de explosivos, entre otros cargos.
El tercer detenido, de 47 años, que fue arrestado junto al dueño del apartamento, fue puesto hoy en libertad sin cargos.
Molins explicó que todavía no se ha podido establecer cuál era el objetivo de los supuestos yihadistas, si bien uno de ellos reconoció en los interrogatorios haber pensado en atacar a militares de la operación antiterrorista Sentinelle.
Sentinelle es un dispositivo puesto en marcha en 2015 que cuenta con varios miles de militares que patrullan por las calles del país con el objetivo de apoyar a las fuerzas del orden, actuar como elemento disuasorio y dar seguridad a la población.
Entre tres y cuatro kilos de TATP
Los productos hallados en el apartamento de Villejuif habrían permitido fabricar entre tres y cuatro kilos de TATP, un explosivo altamente volátil del que se encontraron ya más de cien gramos producidos.
Entre el material informático que tenían los detenidos, los investigadores han descubierto vídeos grabados en la terraza del apartamento con "secuencias que representaban ensayos de una explosión", explicó el fiscal.
Además, también se ha constatado que los presuntos yihadistas hicieron búsquedas sobre "Estado Islámico" o "explosivos" en internet.
Asimismo, ambos admitieron haber querido incorporarse al mencionado grupo yihadista en 2015, pero que no lo hicieron por falta de contactos y de medios financieros.
Además, según Molins, el hombre que ya era seguido por su radicalización tuvo relación en 2016 con uno de los principales propagandistas franceses del EI, Rachid Kassim, que murió en los bombardeos de la coalición en Siria e Irak.