Hannibal Laguna celebrará su 30º aniversario en la pasarela Cibeles
- Laguna lleva tres décadas sin faltar a su cita con la pasarela
- Repasará su vida y carrera pero con prendas de actualidad
- Capeó la crisis gracias a las clientas extranjeras
- Blog: Desfiles de Carolina Herrera y Ángel Sánchez
Es necesario felicitar a Hannibal Laguna porque cumple 30 años de profesión y se mantiene en primera línea. Ahora celebra este especial aniversario con un desfile cargado de simbolismos. La pasarela Cibeles, la Madrid Fashion Week, será el escenario para representar la historia de su carrera y de su vida pero con prendas de absoluta actualidad
“En estos meses nos hemos reunido todo el equipo una hora al día para conocernos a nosotros mismos, algo que no nos permite hacer el día a día. Era la hora Hannibalísimo y nos poníamos a ver vídeos, fotos y diapositivas porque de los primeros desfiles no están digitalizados”.
Así han descubierto muchas cosas que dormían en cajones y armarios. También en sus memorias. Los que llevan menos tiempo en la empresa han descubierto cosas que no sabían y los más veteranos han llegado a la conclusión de que han sido pioneros en otras, como en hacer los primeros desfiles de novia monográficos, ya que antes los vestidos blancos se dejaban para cerrar los desfiles de moda de calle.
En los últimos años Laguna se ha desmarcado de sus compañeros por el trabajo preciosista de sus vestidos: los bordados a mano con novedosas técnicas, la labor artesanal con la que se transforman los tejidos, el uso del encaje de una forma revolucionaria. Pero nunca se queda contento del todo, es un perfeccionista nato y cree que todo se podría mejorar.
“Estos meses me han aportado mucho pero sobre todo me han dado la oportunidad de conocer la extensión de la firma”, señala.
En estas tres décadas ha estado siempre ligado a la pasarela. Es uno de los pocos casos en la moda española. “La mitad de los años 90 fue una época terrible, muy difícil”, reconoce. “Veníamos de los 80, del barroquismo, y tuvimos que nadar a contracorriente. Fue muy duro seguir fiel a nuestro estilo cuando se instaló la masculinización de la mujer y llegó un punto que se llegó a rozar el feísmo como tendencia, ¡y antes las tendencias eran dictatoriales! Había una dictadura que decía que la mujer tenía que prescindir del romanticismo y la sensualidad porque estaban asociados a la vulgaridad y no estaban asociados a la profesionalidad. ¡Era de locos!”.
Pero sobrevivió y siguió su camino, su propia senda, y nunca se ha desviado de ella. “Pero siempre disfrutando de mi trabajo y esa es mi satisfacción”.
Se enorgullece de los momentos buenos pero intenta olvidar los malos, que los ha habido, aunque se han debido sobre todo a problemas de salud.
“Precisamente mi profesión me ha permitido salvar esas malas situaciones”, señala. “Me arrepiento de algunas cosas, claro, como de haber perdido el tiempo pero he aprendido a decir que no”.
Tiene palabras de agradecimiento para la gente que le ha marcado el paso: Paco Flaqué, impulsor del Salón Gaudí y el Salón Gaudí Novias; Alberto Palatchi, expresidente de Pronovias; y Cuca Solana, exdirectora de Cibeles. “He aprendido mucho profesionalmente de ella. Ten en cuenta que yo nací en Cibeles, me crié en Gaudí y maduré en Cibeles”.
No se siente un superviviente y eso que en el calendario de los desfiles ya no aparecen muchos de sus compañeros de vida y pasarela: Victorio&Lucchino, Amaya Arzuaga, Javier Larraínzar, Miguel Palacio, Antonio Pernas… “Te dan pena tanto las pérdidas físicas como las profesionales”, dice. “Nosotros pudimos capear la crisis gracias a las clientas de los países árabes, porque nuestro producto artesanal tenía un valor añadido en el extranjero”, cuenta. “A los nosotros se nos exige que seamos creativos e incluso que hagamos arte pero con una fecha. Entre desfile y desfile el reloj de arena no se detiene, y esto no se le pide a un pintor, a un actor o un músico que puede estar cinco años sin hace nada. ¡Y como un diseñador no presente colección está acabado! Tienes que estar porque la continuidad en la moda es muy importante”.
Cree que no se mide igual a todos los creadores. “Además se nos exige que seamos industria pero a la industria no se le exige que sean creativos. Es muy injusto que además se nos valore por la última colección y esto sí me duele porque lo he visto con algunos de mis compañeros”.
Tiene varios premios, entre ellos la T de Telva, pero nunca le han premiado en Cibeles. “Los premios son importantes para el equipo pero yo tengo un premio cada día, cada vez que abro un probador y tengo a una señora que quiere casarse o ir a una fiesta con un diseño mío de costura. Yo no puedo pedir mayor premio que esa mujer, en el momento tan especial, confíe en mí y se ponga en mis manos para hacerme formar parte de su vida”, dice. “Es un privilegio absoluto”.
Sus musas encajan en diferentes estilos de mujer: algunas son iconos atemporales; otras, mujeres con las que se cruza por la calle y le inspiran por un gesto, una mirada o un aroma. Ha vestido a mujeres como Demi Moore, Paz Vega o Marisa Paredes, y a otras más mediáticas como la cantante de boleros Tamara, Jacqueline de la Vega o Rocío Carrasco. También vistió a Rocío Jurado en el especial que hizo para TVE y Laguna guarda con cariño todo el vestuario.
“En estos 30 años he trabajado para vestir a una mujer romántica, femenina y sensual pero muy actual”, dice. Laguna tiene una larga historia pero sobre todo continuidad, puntos de venta y un talento que traspasa la costura para adentrarse en los bolsos y zapatos ( por los que ha recibido el premio IEDesing Awards 2017 del Instituto Europeo de Diseño), maletas y ahora en la perfumería, siempre buscando el sello español, la excelencia y sobre todo un precio justo.
“Hemos desarrollado nuestros propios productos de principio a fin, no es una licencia al uso, creo que las licencias son una prostitución de la moda. Defiendo la democratización de la calidad, no del lujo, que es una utopía”.
Son seis fragancias para mujer y hombre inspiradas en sus colecciones más queridas y por supuesto la base de los aromas son las flores, porque las flores son el símbolo y la bandera de su casa. “Mis favoritos son el jazmín y las violetas”, reconoce. “Ambos están presentes en la colección porque me traen recuerdos. Es curioso cómo nos acercamos a los aromas a través de los recuerdos de la infancia”.
Y viaja a su infancia para encontrarse con un niño que necesita hacer trabajos con las manos y con retales hace una flor. Esa flor la conservaba su madre, Carmen, y ahora se ha convertido en uno de los elementos más importantes de la nueva colección que presentará el lunes 18 en Cibeles que se llama Hannibalísimo. “Así me bautizó Paz Vega hace muchos años cuando cerró una de mis pasarelas de Valencia y desde entonces muchos amigos me llaman así”.