Almudena Grandes: "La democracia tiene una deuda con la resistencia antifranquista"
- RTVE.es entrevista a la escritora, que presenta Los pacientes del doctor García
- Una novela sobre espionaje y la impunidad de los nazis en España
Almudena Grandes confiesa que cuando se topó en un libro con la figura de Clara Stauffer “se le metió en la cabeza para siempre”, y no pudo resistirse a trasladarla a las páginas de su última novela, Los pacientes del doctor García (Editorial Tusquets, 740 páginas), en la que ilumina episodios poco conocidos de la posguerra española.
Una larga narración que aflora un turbio caldo de cultivo donde se mezclan espionaje y criminales de guerra nazis, en un relato con más de 200 personajes ficticios y reales.
Es el caso de Stauffer. Nazi y falangista, española de padres alemanes, deportista de élite y responsable de la propaganda de la Sección Femenina de Falange, que dirigió desde el número 14 de la calle Galileo de Madrid una red clandestina de acogimiento de nazis a los que facilitaba una nueva vida en Argentina.
“Era un personaje poliédrico y complejo. Su causa era la del mal pero ella vivió entregada a ello, y por sus contactos era la única que podía haber montado una red de este tipo”, asegura Grandes, que relata que Clara Stauffer actuó con total impunidad con la connivencia de la dictadura franquista, el peronismo y la inacción de los aliados.
“Sabían lo que ocurría aquí pero les gustaba más Franco que los demócratas españoles. Clara figuraba en la lista de los 104 nazis reclamados en 1947 por los aliados pero el gobierno franquista nunca entregó a nadie, y no pasó nada”, asegura Almudena Grandes en una entrevista para RTVE.es.
Con estos mimbres, la escritora ha creado una de sus novelas más “complejas". Una narración trepidante sobre “cambios de identidades, impostores y una amistad indestructible” en la que personas normales se ven abocadas “a actuar como héroes”, y en la que Grandes ahonda en los esfuerzos vanos de de la diplomacia republicana en el exilio y rinde homenaje a los "luchadores" de la resistencia antifranquista con los que “la democracia mantiene una deuda de gratitud”.
“Por una especie de status quo han desaparecido completamente del relato pero durante 37 años seguidos hubo una resistencia organizada y compacta contra el franquismo”, añade, y señala que “la memoria en contra de lo que la gente cree tiene que ver con el presente y el futuro”.
Esta inmersión en el pasado reciente es la que guía la serie “Episodios de una guerra interminable” (Inés y la alegría, Las tres bodas de Manolita), que la novelista arrancó en 2010 con la intención de reflejar los primeros 25 años de la dictadura franquista.
Los pacientes del doctor García es el tercer volumen de este proyecto narrativo, al que seguirán dos novelas más, y que se mira en el espejo del Laberinto mágico de Max Aub y de los Episodios Nacionales de Galdós.
“Galdós cuenta la historia desde la vida cotidiana de la gente pequeña, y ese es el modelo que yo he adoptado, también en el lenguaje lleno de coloquialismos”.
“La burguesía republicana ha sido exterminada del relato de la posguerra”
A medio camino entre el thriller, la novela histórica y de espías, Grandes ha completado un intrincado puzle a través del tiempo, que se mueve en múltiples escenarios entre los que se encuentran Madrid, Berlín y Buenos Aires, y en el que se apunta la presencia de soldados españoles provenientes de la División Azul en unidades flamencas que participaron en matanzas en campos de concentración del Frente del Báltico.
“Adrián Gallardo, el criminal de guerra español que he creado, es uno de los tres protagonistas y se convierte en un ejemplo de cómo el siglo XX consiguió convertir en monstruos y asesinos a muchas buenas personas (…) La novela me ha planteado muchísimas situaciones morales complicadas porque para que un malo sea eficaz en un relato siempre tiene que tener luces, igual que un bueno tiene que tener sombras porque los seres humanos somos capaces de lo mejor y lo peor”.
Entre las historias reales “increíbles con personajes increíbles” que también ha desempolvado la autora, se encuentra la del doctor Norman Bethune, que realizó transfusiones a soldados republicanos.
“Este investigador canadiense de primer orden decide regalarle a Madrid, la capital de 'No pasarán', un descubrimiento científico enorme. Bethune no tiene una calle en Madrid, nadie sabe que el primer paciente que revivió gracias a la sangre refrigerada fue un soldado de la Casa de Campo”.
Otro de los homenajes presentes en el libro es el dedicado a la burguesía republicana, “una clase social completamente exterminada sin la que la República no hubiera sido posible”, y cuyos personajes protagonizan la narración, en esta saga de novelas que define como “crónica de fracasos” y que se explica desde el punto de vista de los perdedores.
“Unos resistentes cuya principal virtud es la alegría porque cuando luchas por una causa justa nunca pierdes la esperanza del todo”, concluye la escritora madrileña.