Devota&Lomba abandona el color para mostrar su costura
- El modisto utiliza el blanco para dar importancia al patrón y el corte
- Su costura es recia, casi monacal, y se adivinan guiños a Oriente
- La riqueza de los tejidos rivaliza con el trabajo artesanal de las prendas
- Ángel Schlesser se aleja de minimalismo con un estilo más sofisticado
- Todos los desfiles de Madrid Fashion Week
Son muchas las musas, muchas las fuentes de inspiración y muchos los viajes que comienzan con un tejido, un estampado o un color. Es el caso de Modesto Lomba, director creativo de Devota&Lomba, que tintado en blanco toda su propuesta. Mejor dicho, la ha desnudado.
“He escogido el blanco con alevosía, es un no-color porque quiero dar importancia al trabajo que lleva cada prenda, al patrón, a la costura”, dice el modisto. “Quiero que la atención se centre en cada manga, en cada volumen”.
Esta reducción cromática, casi minimalista, contrasta con la riqueza de las texturas que se producen con el uso de tejidos tan distintos como el algodón, el lino o la seda. Pero también hay riqueza, casi barroca, en el trabajo del tejido, como ocurre con el nido de abeja desestructurado para el que se han empleado cientos de horas.
Lo mismo ocurre con los volúmenes, muy presentes en esta colección y muy llamativos, tanto por sus formas orgánicas como por sus líneas más geométricas, siempre inspirados por los códigos de las culturas orientales que tanto le gustan a Lomba.
Por eso vemos también un lazo kimono que decora la parte trasera de una prenda, casi con timidez, o se adueña casi por completo de un vestido creando una escultura de líneas cruzadas. Pequeños detalles que sofistican las prendas pero siempre pensando en vender, por eso ha preferido no hacer línea masculina. “Es mejor no seguir con cosas estériles”, dice casi con tristeza.
La colección, quizá una de las más 'caras' por el enorme trabajo artesanal, es una invitación a la caricia, al disfrute de lo construido con pasión. Con oficio. “Ayer cuando probé la ropa no tuve que hacer ni un solo ajuste y eso me hace muy feliz, creo que es la prueba de que el trabajo está bien hecho”.
Hipnótica es el nombre de la colección pero también de su segundo perfume que ahora sale a la venta e irá acompañado por una línea de muebles. Además tiene previsto lanzar una segunda línea con pequeñas colecciones cápsula que saldrán cada tres meses.
“La idea es abrir mercado y recuperar de paso nuestros orígenes, rescatando cosas de los 80 y 90, pero sobre todo autoproducirnos y dar un servicio casi inmediato a las tiendas”, cuenta.
No cree en el see now, by now pero respeta y alaba que lo haga Roberto Verino.
Son modelos de negocio diferentes. Todos los que forman la Pasarela Cibeles, la MBFWM, lo son.
Una pasarela renovada de la que Lomba prefiere hablar con cautela.
“Por ahora es como una maqueta, habrá que esperar a ver cómo funciona.
"Estoy ilusionado pero también expectante”, dice mezclando su trabajo como diseñador con su puesto como presidente de ACME, la Asociación de Creadores de Moda de España. Una familia que no deja de crecer con la incorporación de las nuevas generaciones.
Como ocurre con esta veterana pasarela que en su 66ª edición apuesta por veteranos como Hannibal Laguna, que celebra su 30º aniversario, y jóvenes promesas como Palomo Spain No es el único consejo que le llega al cordobés. Los más veteranos saben que es relativamente fácil ser flor de un día pero mantenerse es prácticamente un milagro.
Un milagro es lo que espera el señor Ángel Schlesser para poder recuperar el control de su firma. Mientras, espera paciente en la primera fila de los desfiles de sus compañeros. En esta ocasión no estuvo en el de la firma que creó.
La que fuera su casa presentó una colección que se aleja del minimalismo tan característico de Schlesser, perfecto para los nuevos aires que parecen entrar en la moda actual, como hemos visto en el desfile de Victoria Beckham o en LexDeux.