Pepa Salazar: recicla, cose y da esplendor
- La diseñadora aprovecha retales y prendas cedidas
- Salazar celebra su desfile en el mercado de Antón Martín
- Todos los desfiles de Madrid Fashion Week
Resulta al menos curioso ver a tu pollero y a tu pescadera controlando el acceso al desfile de Pepa Salazar. La diseñadora escogió el mercado de Antón Martín para presentar su nueva colección y algunos trabajadores del mercado cambiaron el delantal por el traje para recibir a prensa e invitados.
Las modelos caminaban entre sandías, merluzas, mortadela, solomillos y aceitunas, y algunos tenderos tenían los ojos como platos. Otros, la boca abierta. Salazar se lanzó con una atrevida apuesta, tanto por la colección como por el estilismo, que era bárbaro.
Basándose en la filosofía del aprovechamiento y el reciclaje, la diseñadora ha hecho gran parte de las prendas con piezas que le ha regalado la casa Nike y que ella reutiliza para “extraer nuevos patrones o convertir una camiseta en una falda”, dice.
El punto de partida de la colección, según cuenta, es un gran tejido rectangular que ella divide en cinco partes que luego encajan como un puzle. El final de una pieza es el comienzo de la siguiente, logrando así utilizar todo el material y no desperdiciar nada.
Todo este trabajo, estupendo trabajo, se transforma en prendas urbanas, atrevidas, sensuales y de una feminidad nueva, provocada por el patrón y no por las ñoñas flores y lentejuelas que suelen desparramarse por Ifema.
Vemos piezas deportivas, como las camisetas asimétricas que forman pliegues y llevan estampados graffiti que ha hecho el tipógrafo Aussias Pérez, que tienen un claro acento ochentero.
Hay vestidos que marcan con ganas la silueta y se velan con una transparencia negra; y otros en punto de canalé de patrón envolvente, una idea que Salazar desarrolla en distintas versiones, siempre con patrones rebeldes que hacen guiños a la estética deportiva y al mundo lencero.
Los abrigos son amplios, de silueta generosa, y llevan aplicaciones de tul o flecos que provocan un atrevido juego de transparencias que se potencia con el uso del rojo más intenso.
El color tiene mucho protagonismo, especialmente el rojo y el verde. En verde vemos un sencillo pero atractivo vestido de tirantes que lució una modelo que iba maquillaje en verde brillante, a juego con las medias de glitter. Este efecto de imprimación total también lo hizo en plata. La idea es “reforzar la naturalidad de los looks con efectos wet oleosos e intensificar los looks más noctívagos”. ¡Cómo para no quedarse con la boca abierta!