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Un PSOE dividido se opone en el Congreso a apoyar al Gobierno en el 1-O

  • La iniciativa provoca un intenso debate y división en el voto de los socialistas
  • No hubo acuerdo con Cs, que se negó a incluir mención a una salida "pactada"
  • Unidos Podemos y los nacionalistas la rechazan con fuertes críticas

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El PSOE vota en el Congreso contra de apoyar al Gobierno en su acción por el 1-O

El voto en contra del PSOE ha impedido que el Congreso apruebe una proposición de Ciudadanos que buscaba cerrar filas en torno al Gobierno y al poder judicial ante el referéndum del 1-O en Cataluña. Los votos del PP y de la formación naranja se han quedado solos frente al rechazo del PSOE, Unidos Podemos y de todas las fuerzas nacionalistas e independentistas.

Sin embargo, esta iniciativa ha puesto en evidencia la división interna en el PSOE sobre el desafío catalán, ya que, tras un intenso debate interno entre los diputados hasta poco antes del comienzo de la votación el grupo parlamentario no ha conseguido mantener la disciplina de voto: la exportavoz Soraya Rodríguez optó por la abstención, al igual que otros tres diputados andaluces, aunque estos dicen que fue por error.

Alrededor de una decena de parlamentarios pertenecientes en su mayoría a la "vieja guardia" -entre ellos el exportavoz Antonio Hernando- pretendían que el PSOE se abstuviera y, de hecho, han estado negociando sin éxito hasta el último momento con la portavoz del grupo, Margarita Robles.

En conversación informal con los periodistas, Rodríguez ha explicado que, aunque la iniciativa de Cs era inoportuna, en conciencia no podía rechazarla. Ha asegurado además que por la mañana no se había barajado en ningún momento la posibilidad de votar no, solo el sí o la abstención, en función de si Ciudadanos aceptaba sus enmiendas, y que el voto en contra no cuajó hasta la tarde, ya en el pleno.

Diputados afines a la presidenta de Andalucía, Susana Díaz, han achacado al PSC la decisión adoptada por el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, de votar en contra de la moción, que ha pillado por sorpresa a la mayoría de los diputados socialistas, informa Europa Press.

Sea como sea, finalmente no ha sido posible el acuerdo entre Ciudadanos y el PSOE para sacar adelante una enmienda transaccional al texto inicial después de la negativa de líder del partido naranja, Albert Rivera, a aceptar el punto que apostaba por buscar una salida "pactada y legal" al problema secesionista en Cataluña.

Un punto que el PSOE ha insistido en mantener, ha explicado la diputada Meritxell Batet al entender que es "imprescindible abrir soluciones políticas y crear escenarios de diálogo" para evitar que el 2 de octubre, el día siguiente a la consulta ilegal, se mantenga la misma situación" de "grave crisis territorial".

El PSOE quería incluir la búsqueda de una "salida pactada y legal"

Al margen de los socialistas, la proposición no de ley de Ciudadanos ha puesto de manifiesto la división existente entre los distintos grupos parlamentarios. Rivera ha defendido que su objetivo era que el poder legislativo exprese su respaldo al ejecutivo y al judicial "en la defensa de la legalidad democrática en Cataluña", subrayando la importancia de forjar un "amplio consenso" en este sentido.

A la enmienda del PSOE para que se incluyera un punto que hablaba de "abrir un espacio de diálogo y buscar una salida pactada y legal", Ciudadanos ha planteado una transaccional que, en su lugar, planteaba un diálogo para una reforma constitucional, pero finalmente no se ha llegado a un acuerdo.

La iniciativa ha recabado el apoyo del PP, pero Unidos Podemos, el PNV, ERC y el PDeCAT la han rechazado de plano con severas críticas hacia Ciudadanos.

Fuertes críticas al partido de Albert Rivera

La coordinadora de los diputados y senadores del PSC, Meritxell Batet, ha calificado de "irresponsable" la iniciativa de Ciudadanos y se ha preguntado si lo que busca Cs es generar frentes y dividir. "Ni suman voluntades, ni proponen soluciones, ni ayudan a la cohesión social y a un diálogo sincero y honesto que vaya al fondo de la cuestión", ha dicho.

José Antonio Bermúdez, en nombre del PP, ha señalado que se trata de "responder a un golpe al Estado de Derecho y defender la democracia", y ha negado que se esté aplicando un estado de excepción en Cataluña o que se esté reprimiendo a los independentistas, como han denunciado varios grupos de la oposición.

En el resto del debate, Xavier Domènech (Unidos Podemos), ha dicho que Cs no plantea "ninguna solución política", ni siquiera ante la situación de "excepcionalidad que viven Cataluña y toda España". Por su parte, la representante de ERC ha llamado a Rivera "cruzado del nacionalismo" español, por pretender que los catalanes sigan formando parte de España "a la fuerza".

Aitor Esteban (PNV) ha afeado a Ciudadanos que pretendan ser "más papistas que el Papa" al defender la estrategia del Gobierno y que "lo único" que ofrezcan sea "la fuerza del Estado" pese a que hace años que los catalanes y los vascos reclaman "soluciones políticas y diálogo". "