Macron firma la reforma laboral francesa contestada en las calles por miles de trabajadores

• Ha destacado que se trata de cambios sin precedentes en la actual República
• La rúbrica se ha retransmitido en directo por la televisión

El presidente francés firma la reforma laboral en su oficina, acompañado de la ministra de Trabajo, Muriel Penicaud, y el portavoz del Gobierno, Christophe Castaner.

El presidente francés, Emmanuel Macron, ha firmado este viernes la polémica reforma laboral que modifica cuestiones básicas del derecho del trabajo aplicado hasta ahora en Francia, como la exigencia de la negociación colectiva. La firma se ha producido al día siguiente de las protestas convocadas por tres sindicatos galos -CGT, Solidaires y FSU- y que movilizaron a menos trabajadores de los previstos por los convocantes.

Macron ha rubricado los cinco decretos que transforman el marco laboral francés y lo ha hecho en una ceremonia oficial retransmitida en directo por la televisión, al igual que ya hizo la semana pasada al firma la nueva ley para la moralización de la vida política.

En esa emisión televisiva, el jefe de Estado ha destacado que esta reforma es de una magnitud "sin precedentes" en la historia de la V República francesa.

Según ha explicado el presidente, algunas medidas contenidas en la reforma, como el derecho al teletrabajo, entrarán en vigor "en los próximos días", mientras que el resto podrán aplicarse, a más tardar, el 1 de enero del año que viene, después de que se hayan realizado los cambios legales necesarios. "Nunca una reforma se ha puesto en marcha en tan poco tiempo", ha subrayado.

"Ahora corresponde a nuestros ciudadanos dar vida a esta transformación inédita de nuestro modelo social", ha concluido Macron en un discurso donde ha recordado que esta reforma laboral figuraba en su programa electoral, por lo que "no debe sorprender a nadie".

Topes a las indemnizaciones por despido y negociación sin mediación sindical

El mandatario ha destacado que la reforma proporciona "soluciones pragmáticas a las empresas más pequeñas y a las pymes, que son las que crean la mayoría de los empleos en Francia". Allí, la tasa de paro se sitúa en la actualidad en un 9,6%, por encima del 7,8% de media en la UE.

En respuesta a las críticas de los sindicatos, que acusan a la reforma de liquidar la negociación colectiva, Macron ha asegurado que "instaura nuevos derechos y protecciones adicionales para los asalariados y sus representantes".

Esta nueva reforma del derecho del trabajo prevé dotar de mayor flexibilidad a la normativa laboral, poniendo topes a las indemnizaciones en caso de despido improcedente y autorizando las negociaciones directas entre dirección de la empresa y asalariados, sin necesidad de una mediación de los sindicatos, en aquellas empresas con menos de 50 empleados.

Las organizaciones sindicales califican los cambios como "retroceso social", al igual que el partido izquierdista Francia Insumisa, liderado por Jean-Luc Mélenchon, quien ha advertido que las movilizaciones contra las políticas del Gobierno -a las que califica como "golpe de Estado social"- "no han hecho más que empezar", ya que las próximas reformas afectarán a las prestaciones por desempleo y las pensiones.

Sin embargo, hasta el momento, los sindicatos no han conseguido ponerse de acuerdo en una acción común: mientras el mayor de ellos, la CGT, encabeza las protestas, organizaciones más moderadas como Force Obrière (FO) y CFDT evitan las manifestaciones, aunque parte de sus bases sí ha participado en las movilizaciones organizadas el 12 de septiembre y el pasado jueves.