La ultraderecha alemana entra por primera vez en el Parlamento desde la Segunda Guerra Mundial
- Alternativa para Alemania sería la tercera fuerza
- Su líder asegura que recuperarán el país para los alemanes
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Alternativa para Alemania (AfD), el partido de la ultraderecha germana, ha logrado entrar en el Bundestag por primera vez desde 1949 al alcanzar el 12,6% de los votos en las elecciones alemanas, según los resultados, tras el escrutinio de los votos en los 299 distritos de Alemania.
Con este resultado, la formación que lideran Alexander Gauland y Alice Weidel se convierte en la tercera fuerza política, tras el bloque conservador de la canciller Angela Merkel (33%) y de los socialdemócratas de Martin Schulz (20,5%).
Poco después de conocerse estos sondeos, Gauland ha asegurado que los alemanes recuperarán su país y su pueblo.
"Este gobierno que se abrigue, porque iremos a por él", ha señalado el líder ultraderechista a los medios. "Recuperaremos nuestro país y nuestro pueblo (...) Cambiaremos este país", ha asegurado entre el júbilo de sus seguidores.
Gauland aseguró que si el partido ha logrado estos resultados es gracias al "idealismo" de los que lo apoyan y afirmó que "lo que piensa la gente en la calle volverá a tener un lugar en el Bundestag", la cámara baja del Parlamento alemán.
"Somos claramente la tercera fuerza política en el Bundestag", se ha congratulado por su parte el copresidente de la AfD, Jörg Meuthen, quien ha agregado que su partido se encuentra "donde estaba antes la CDU" de la canciller Angela Merkel.
Los seguidores celebran el éxito de la AfD
Tras hacerse públicos los primeros sondeos, un centenar de personas se congregaron frente al local de la céntrica plaza Alexanderplatz donde la AfD celebra su éxito en estos comicios generales, gritando eslóganes contrarios a este partido ultraderechista en medio de un importante despliegue policial.
En las elecciones de 2013 la AfD quedó unas décimas por debajo del listón mínimo del 5% necesario para tener representación parlamentaria. La formación nació pocos meses antes de aquellas elecciones como partido euroescéptico y con la crisis migratoria transformó su discurso de antieuropeo en xenófobo.