Monica Bellucci: "La poesía y la violencia siempre han formado parte de mi carrera"
- La estrella italiana recoge en San Sebastián el Premio Donostia
- "Mi trabajo es una manera de conocerme mejor a mí misma", ha declarado
Hay dos proyecciones públicas de Monica Bellucci. Una es la estrella, la modelo convertida en actriz, la sex symbol mundial. La otra, menos conocida, es la actriz que arriesga con proyectos ambiciosos de autores radicales en papales a menudo extremos. Ahí están Irreversible, de Gaspar Noé; Rhino Season, de Bahman Ghobadi o la reciente En la Vía láctea, de Emir Kusturica.
Parte de esa ambición es responsable del Premio Donostia concedido por el Festival de San Sebastián, el tercero de la edición tras los de Agnès Varda y Ricardo Darín. “Recibir un premio no es una cuestión solo de ego es también una cuestión de amor. Todos necesitamos comunicar con los otros quienes somos. Mi trabajo es una manera de conocerme mejor a mí misma a través de lo que elijo”, ha declarado en rueda de prensa.
Bellucci es la única de la terna que no presenta película, así que el festival ha programado dos películas suyas del año 2000: Malena y Bajo sospecha. “Malena, de Giuseppe Tornatore, es una película que me ha marcado porque tuvo un gran éxito mundial. Era una película muy poética y violenta, algo que siempre ha formado parte de mi carrera. No sé explicar por qué”.
La actriz recurre a uno de sus ídolos para explicar su profesión. “Isabelle Huppert dice que en cada actriz hay princesas durmientes. Y cada vez que interpretas, una princesa se despierta”, define.
¿En qué momento de su vida se sintió una estrella? “Solo hay una persona que te puedo hacer sentir como una estrella y es tu madre. Si tu madre te hace sentir como una estrella, lo eres”. Reflexionando sobre el éxito de su carrera, opina que “la belleza solo dura cinco minutos: si eres guapa la gente siente curiosidad, pero si no hay nada detrás nada va a suceder. Tengo casi 53 años y sigo trabajando así que espero que no solo se trate de mi belleza”.
Afirma que la pasión por su trabajo está “intacta” y por tanto no se plantea dirigir aunque tal vez sí producir. Sostiene que para una mujer es más fácil lograr “la independencia económica que la independencia mental” ya que la sociedad sigue impregnada de “tradición”.
Aunque ha valorado una cierta evolución. “Los tiempos están cambiando y las mujeres están cambiando. Tienen más respeto por sí mismas, son más libres. Tenemos más valor para decir lo que pensamos. Es algo que aprendimos de mujeres que lucharon en el pasado. No solo del cine, en todo. Si nos respetamos, nos respetaran más”.