S&P mantiene la nota a España pero alerta de las tensiones con Cataluña
- Seguimos en un aprobado alto (BBB+)
- Prevé que la economía española crezca en torno al 3 % en 2017
La agencia de calificación de riesgo Standard and Poor's ha mantenido la nota de España en un aprobado alto (BBB+) con perspectiva positiva, dado el buen comportamiento de la economía, pero ha alertado de que las tensiones entre el Gobierno central y Cataluña.
En su último informe sobre España, la agencia prevé que la economía española crezca en torno al 3 % en 2017 y que se mantenga por encima de la media europea hasta 2020, al tiempo que espera que se consiga rebajar el déficit al 3,1 % del PIB comprometido con Bruselas.
No obstante, explica que el aumento de la tensión entre la administración central y la catalana puede acabar pesando sobre la confianza empresarial y la inversión, lo que ralentizaría el crecimiento económico del país.
De momento considera que las variables macroeconómicas no se han visto afectadas por el conflicto y anticipa que Cataluña continuará siendo parte de España.
La perspectiva positiva significa que la agencia podría elevar la calificación de la deuda soberana española en los próximos 18 meses, pero entre las condiciones cita la necesidad de que disminuya la tensión con Cataluña, que el crecimiento y la consolidación fiscal mantengan el ritmo previsto, y que la política monetaria europea redunde en una mejora de las condiciones de acceso al crédito.
S&P opina que la recuperación sigue siendo robusta y está acompañada de un sólido superávit por cuenta corriente y de una creíble política por parte del Banco Central Europeo (BCE), si bien recuerda que la fragmentación del Parlamento dificulta que se puedan acometer reformas estructurales o aprobar los presupuestos.
A juicio de S&P, en el actual escenario político no es descartable un adelanto electoral
La agencia entiende que las grandes reformas que ya se han hecho no van a ser revertidas, pero avisa de que si eso ocurriera la calificación actual de España correría peligro.
A juicio de S&P, en el actual escenario político no es descartable un adelanto electoral, aunque entiende que la división entre los partidos de la oposición aleja esa posibilidad.
La demanda nacional se mantiene como el motor de la economía, especialmente del consumo privado, gracias a la mejora del mercado de trabajo, la baja inflación y tipos de interés, y la solidez de la confianza de los consumidores.
En opinión de la agencia, la inversión también protagonizará una crecimiento robusto que se apoyará en las favorables condiciones financieras y en la recuperación de la vivienda, mientras que las exportaciones se beneficiarán de la mejor situación en la zona del euro.
Al mismo tiempo, pronostica que la obligación de reducir el déficit público, la retirada de las medidas de estímulo por parte del BCE, la subida de la inflación y el modesto crecimiento de los salarios irán desacelerando el gasto privado entre 2018 y 2020, con la consiguiente ralentización del crecimiento económico.
Entre los puntos débiles de la economía, señala la elevada tasa de desempleo, que es la segunda mayor de toda Europa detrás de la de Grecia, y en especial la que afecta a los jóvenes y a los desempleados de larga duración.
Los riesgos internacionales pasan por un debilitamiento de la demanda externa, un eventual aumento del proteccionismo o una mayor apreciación del euro.