El rey acusa de "deslealtad inadmisible" a la Generalitat y llama a asegurar el orden constitucional
- Advierte que estamos viviendo momentos "muy graves" para la democracia
- Su mensaje da un consentimiento tácito a aplicar el artículo 155
- "Saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos"
- Sigue en vivo y en directo la actualidad en Cataluña tras el 1-O
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El rey Felipe VI ha advertido de que, ante la situación "de extrema gravedad" en Cataluña, los "legítimos poderes del Estado" deben asegurar "el orden constitucional", la vigencia del Estado de derecho y el autogobierno de Cataluña, basado en la Constitución y en su Estatuto de Autonomía", y ha tachado el comportamiento de la Generalitat de "deslealtad inadmisible" y "conducta irresponsable".
El jefe del Estado ha pronunciado desde su despacho en el palacio de la Zarzuela un mensaje institucional, en ocasiones enfático, propiciado por los "momentos muy graves para nuestra vida democrática" que atraviesa el país y que requieren que se dirija "directamente a los españoles". Aunque en sus palabras se ha leído también un mensaje implícito al Gobierno que da vía libre a que se recurra al artículo 155 de la Constitución para garantizar el cumplimiento de dicha legalidad democrática.
Este mensaje excepcional del jefe del Estado llega dos días después del referéndum ilegal organizado por la Generalitat sobre la independencia de Cataluña y tras declarar el Govern catalán su intención de llevar al Parlamento autonómico una declaración unilateral de independencia.
Según el diagnóstico del monarca, "la sociedad catalana está fracturada y enfrentada", y ha responsabilizado por ello a "determinadas autoridades" -sin citar a la Generalitat, su presidente, el Govern o el Parlament- que "con sus decisiones han vulnerado de manera sistemática las normas aprobadas legal y legítimamente, demostrando una deslealtad inadmisible hacia los poderes del Estado. Un Estado al que, precisamente, esas autoridades representan en Cataluña".
Para el rey, el comportamiento de la Generalitat "ha supuesto la culminación de un inaceptable intento de apropiación de las instituciones históricas de Cataluña", que les ha situado "totalmente al margen del derecho y de la democracia", pretendiendo "quebrar la unidad de España y la soberanía nacional".
Sin llamadas explícitas al diálogo, abre la vía al artículo 155
En el que ha sido el primer mensaje televisado de su reinado al margen de la alocución anual de Nochebuena, Felipe VI ha reprendido la deriva independentista que ha "socavado la armonía y la convivencia en la propia sociedad catalana".
“"Es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones"“
Sin embargo, no se ha permitido dar recetas políticas al Gobierno y al resto de los partidos nacionales, que en estos días tratan de dirimir una estrategia de unidad, entre el diálogo o el recurso directo a la ley, para hacer frente al desafío secesionista mientras el presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, busca acordar los términos para llevar al Parlament una declaración unilateral de independencia.
En su lugar, el monarca ha apelado a que la situación "requiere el firme compromiso de todos con los intereses generales", y ha subrayado que "es responsabilidad de los legítimos poderes del Estado asegurar el orden constitucional y el normal funcionamiento de las instituciones".
Por su parte, como jefe del Estado, Don Felipe ha subrayado el "compromiso de la Corona con la Constitución y con la democracia", así como, personalmente, su "entrega al entendimiento y la concordia entre españoles" y su "compromiso como rey con la unidad y la permanencia de España".
Apelación a los catalanes y el conjunto de españoles
Fundamentalmente, el rey ha lanzado un mensaje de confianza en la Constitución y los mecanismos del Estado de derecho, y otro de tranquilidad a todos los españoles y, de manera específica a los catalanes, a quienes ha dicho que no están solos. "Son momentos difíciles, pero los superaremos", ha dicho.
Manifestándose consciente de que en Cataluña "también hay mucha preocupación y gran inquietud con la conducta de las autoridades autonómicas", ha interpelado directamente a los ciudadanos: "No están solos, ni lo estarán; tienen todo el apoyo y la solidaridad del resto de los españoles, y la garantía absoluta de nuestro Estado de Derecho en la defensa de su libertad y de sus derechos", ha dicho.
“Ofrece a los partidarios de la independencia "vías constitucionales" para "defender sus ideas dentro del respeto a la ley"“
Para aquellos catalanes partidarios de la independencia, el rey los ha interpelado indirectamente reiterando que "desde hace décadas vivimos en un Estado democrático que ofrece las vías constitucionales para que cualquier persona pueda defender sus ideas dentro del respeto a la ley. Porque, como todos sabemos, sin ese respeto no hay convivencia democrática posible en paz y libertad".
Y al conjunto de los españoles, que "viven con desasosiego y tristeza estos acontecimientos", también les ha transmitido un mensaje de tranquilidad, de confianza y de "esperanza". "Son momentos muy complejos, pero saldremos adelante. Porque creemos en nuestro país y nos sentimos orgullosos de lo que somos", ha agregado.
Un mensaje histórico
El rey Felipe ha dirigido este mensaje a los españoles en un acontecimiento inédito en su reinado y excepcional en la historia de la democracia española, con el discurso de su padre, el rey Juan Carlos I, en la noche del golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, como precedente más equiparable.
El discurso del rey, de seis minutos, pronunciado en su despacho, ha estado enmarcado en una puesta en escena austera, con la decoración habitual de la estancia, sin ninguna fotografía en especial, con un plano fijo de Don Felipe leyendo sentado tras su mesa y flanqueado por las banderas española y europea.
El monarca había dejado despejada su agenda pública para esta semana, aunque ya hacía varias, sobre todo desde que el Parlament aprobó las leyes del referéndum y de ruptura los días 6 y 7 de septiembre, que estaba en contacto permanente por este asunto con el Gobierno y su presidente, Mariano Rajoy.