Merkel buscará una coalición de gobierno con liberales y verdes
- La canciller reconoce que no será fácil, pero quiere formar un ejecutivo "fiable"
- Las negociaciones, complejas por las diferencias programáticas de los partidos
La canciller alemana, Angela Merkel, ha anunciado que llevará a cabo negociaciones con los liberales y Los Verdes para tratar de formar una coalición de gobierno tras los resultados electorales del pasado 24 de septiembre. Así lo ha manifestado en un congreso de las juventudes de su partido, la Unión Cristianodemócrata (CDU) en Dresde (este de Alemania), en el que avanzó también que, una vez que lleguen a un acuerdo los partidos, aboga por que el texto sea aprobado por un congreso extraordinario de su formación.
"Quiero que se forme", ha dicho la canciller ante un millar de delegados de las Juventudes de la Unión (JU) en un discurso que fue retransmitido por internet y en el que ha reconocido que las negociaciones serán "difíciles", pero en el que ha añadido que su intención es la de formar un "gobierno fiable".
Además, Merkel ha apoyado que la CDU pueda en un "congreso discutir y ratificar un posible acuerdo de coalición", una decisión que supone un cambio con respecto a la fórmula elegida hasta ahora por su partido para aprobar las negociaciones de coalición, pues en las últimas ocasiones había bastado el respaldo de la cúpula.
El bloque conservador que apoya a la canciller, la CDU y su hermana bávara, la Unión Socialcristiana (CSU), obtuvieron en los pasados comicios el 32,9% de los votos y 246 escaños, una mayoría insuficiente para formar un gobierno estable.
Después de la decisión de los socialdemócratas de marchar a la oposición -tras cosechar su peor resultado electoral desde 1949-, la única coalición viable era un tripartito entre conservadores, liberales y verdes, sobre todo después de la irrupción de la ultraderecha como tercera fuerza del Bundestag. Esta opción, denominada Jamaica en Alemania por los colores con los que tradicionalmente se identifica a los partidos implicados, es una alianza inédita a nivel federal.
La negociación, que no empezará hasta que no se celebren las elecciones regionales de Baja Sajonia el próximo domingo, se prevé compleja por las diferencias programáticas entre los distintos partidos implicados.