Muere el actor francés Jean Rochefort a los 87 años
- Es uno de los rostros más célebres del cine francés
- Protagonizó El marido de la peluquera
- Estuvo nominado al Goya en 2012 por El artista y la modelo, de Fernando Trueba
El actor francés Jean Rochefort ha fallecido en a los 87 años, según ha confirmado su familia a France Press. Ingresado en agosto pasado por problemas de salud, falleció en un hospital de París. Rochefort era uno de los actores más queridos de Francia, tanto por su labor en el cine como por sus papeles en la televisión y en el teatro.
Nacido el 29 de abril de 1930 en París, Rochefort comenzó su carrera artística en el teatro y, en la gran pantalla, se introdujo a través de segundos roles, junto a las estrellas de los años 60, como Jean-Paul Belmondo. Su voz grave, profunda, y el inconfundible bigote que adornaba siempre su rostro afilado, asimétrico, le conferían una personalidad propia que le hizo ganarse el cariño del público y de la crítica.
Rochefort ha recibido tres premios César del cine francés, uno de ellos honorífico por el conjunto de su carrera y fue candidato al Goya al mejor actor por su trabajo en El artista y la modelo, de Fernando Trueba, en 2012. En una entrevista para RTVE.es, Trueba afirmó que Rochefort era "el actor más arriesgado con el que había trabajado".
Nieto de un cochero y criador de caballos de Dinan, en Bretaña, Rochefort cultivó una pasión por ese animal que le llevó a poseer una cuadra y a convertirse en comentarista de las pruebas olímpicas de doma.
Era uno de los miembros de la llamada "banda del Conservatorio", por haber estudiado junto a otras figuras del cine francés como Annie Girardot, Michel Beaune, Jean-Paul Belmondo, Bruno Cremer, Jean-Pierre Marielle, Claude Rich, Pierre Vernier o Philippe Noiret.
Sus primeros papeles estuvieron a la sombra de Belmondo, con quien a lo largo de los años construyó una sólida amistad. En 1972 dio el salto a un papel protagonista en Les feux de la Chadeleur", de Serge Korber, al que siguieron otros como los que hizo en Le Grand Blond avec une chaussure noire, L'Horloger de Saint-Paul o Que la fête commence, de Bernard Tavernier, que le valió su primer César en 1976, en esta ocasión por su papel secundario. Uno de sus papeles más recordades es el de El marido de la peluquera, de Patrice Leconte, de 1991.
Irónico y ecléctico, el actor mantuvo siempre una libertad de palabra que le hizo estar en muchas ocasiones en el centro de la polémica. Su última aparición en la gran pantalla data de 2015, cuando protagonizó Floride, de Sandrine Kiberlain, durante cuya promoción reconoció haber protagonizado películas "lamentables" y mostró su deseo de "elegir mejor los papeles".
"No quiero castigar más al público", ironizó entonces el anciano intérprete, que en los últimos años se dejó ver en una serie documental de televisión.