Las mujeres rebeldes del surrealismo
- El Museo Picasso Málaga inaugura la exposición Las mujeres artistas y el surrealismo
- Reúne obras de 18 artistas como Khalo, Leonora Carrington, Maruja Mallo y Dora Maar
- Son artistas "luchadoras" que hicieron frente al mismo rechazo del seno del surrealismo
En 1924, André Breton redacta el Primer Manifiesto del Surrealismo, con el que queda fundado un movimiento que, si bien apoyaba en la teoría la igualdad y la opción artística de la mujer, en la práctica la consideraba como un "objeto artístico, musa u objeto sexual". Pese a la masculinidad de este movimiento, y al "maltrato" que les dispensó, hubo un grupo de mujeres artistas que a partir de los años veinte fueron "partícipes, en mayor o menor grado" del surrealismo y a las que el Museo Picasso Málaga pretende darles "visibilidad" y colocarlas en el "lugar histórico que les corresponde" con la exposición Somos plenamente libres. Las mujeres artistas y el surrealismo.
Así lo explica a RTVE.es el director del museo, José Lebrero, que califica de "luchadoras" a las 18 artistas cuyo trabajo puede contemplarse en la exposición desde este martes 10 de octubre hasta el 28 de enero. Entre ellas hay artistas hoy conocidas por el gran público y otras no tanto: Leonora Carrington, Frida Kahlo, Dora Maar, Maruja Mallo, Lee Miller, Germaine Dulac, Leonor Fini, Valentine Hugo, Eileen Agar, Claude Cahun, Nadja, Meret Oppenheim, Kay Sage, Ángeles Santos, Dorothea Tanning, Toyen, Remedios Varo y Unica Zürn.
"Son artistas luchadoras porque, por un lado hacen frente a ese rechazo que desde el mismo seno del surrealismo sufrieron, un movimeinto que adolecía de la sensibilidad suficiente para respetar la obra de estas mujeres, y también por la calidad insumisa y rebelde de su obra, que es muy sorprendente, muy libre y muy ajena a estilos y movimientos academizados", señala Lebrero.
De hecho, esa lucha y rebeldía, esa búsqueda de la identidad y la libertad a través del arte, las conviritó por derecho propio en "precursoras" del feminismo y ayudó a que el movimiento "cobrase identidad".
Con un siglo de retraso
Ha tenido que pasar prácticamente un siglo para que este trabajo sea reconocido, pues no ha sido hasta recientemente cuando ha empezado a considerarse su obra con la misma atención que la de sus compañeros masculinos, por lo que aún es "insólito y novedoso" realizar una exposición de este tipo, no solo en España, sino en el ámbito internacional, donde no se han realizado tantas, indica el director del MPM, que apunta que no fue hasta hace 40 o 45 años, en los años 70, cuando en Francia se realizó alguna publicación dedidada estrictamente a ellas, mucho menos en la época en la que vivieron y crearon.
"Al igual que los derechos de la mujer no podían ser discutidos en la segunda, tercera o cuarta década del siglo XX, esto también se manifestaba en el mundo del arte. Incluso hay escritos de expertos que dicen que unos surrealistas en París, cuando veían a una mujer embarazada, la insultaban. El ideal que buscaban no pocos artistas surrealistas era del de la mujer musa, mujer objeto o deseo, pero no el de la mujer productora. Frente al papel tradicional de la mujer como reproductora, estas mujeres tomaron la decisión de ser productoras, productoras de arte", afirma Lebrero.
Para el responsable del museo, este grupo de mujeres artistas es "un puente" con el movimiento femnista, del que son las "precursoras", ya que es en los años 60, cuando algunas de ellas todavía están trabajando, cuando se empieza a teorizar sobre el movimiento. "Ellas ayudaron a que el movimiento femnistra cobrara identidad y consiguiera una transformación del propio concepto de creación artística".
La selección de estas 18 artistas "no es una enumeración cerrada, sino una tarea de recuperación abierta a nuevas consideraciones e inclusiones de otros nombres", dice Lebrero citando al comisario de la exposición, el catedrático de Estética y Teoría de las Artes de la Universidad Autónoma de Madrid (UAM), José Jiménez.
Son en total 120 obras de formatos grandes o pequeños y en soportes tan variados como la pintura, la fotografía, la escultura, el collage, el grabado o el cine y estitlísticamente diferentes, cuyo nexo de unión es la manifestación de sus "preocupaciones compartidas" y esos "conflictos históricos" que llevaron a algunas de ellas a "finales dramáticos" por el mero hecho de ser mujeres, indica Lebrero.
Vidas dramáticas
El director del Museo Picasso cita los casos de artistas que "cayeron en la locura y acabaron suicidándose", como la alemana Unica Zürn, que dejó a su familia cuando conoció a su pareja, el pintor y escultor Hans Bellmer, y en cuya "dinámica extravagante" entró hasta acabar en el suicidio. Zürn, que padecía de esquizofrenia, quedó especialmente afectada tras ser fotografiada desnuda y encadenada por Bellmer para la portada de Surréalisme même, y tuvo que ingresar varias veces en centro psiquiátricos hasta que en 1970 se arrojó al vacío desde su casa de París.
También es dramático el caso de Germaine Dulac, una de las pioneras del cine experimental que cuando presentó su trabajo en aquel París de la época, en teoría revolucionario, libertario y progresista, tuvo que sufrir insultos e incluso escupitajos.
O el de Leonora Carrington, que en su huida de los nazis del París ocupado recaló en España "y por un engaño en Madrid" la acaban ingresando en un hospital psiquiátrico de Santander donde fue sometida a tratamiento de electroshock. Posteriormente pudo huir y escapar a Lisboa para luego dar el salto a México, donde el exilio pudo disfrutar de la libertad de creación artística.
"Son historias dramáticas, de mujeres fuertes, valerosas y sumidas en confllictos de la época, y cada una distinta: hay exilios, fracasos, abandonos y también triunfos… El Museo Picasso Málaga afortunadamente puede mostrar el triunfo de sus obras, el paso a la posteridad que queda reflejado en las obras y de alguna manera deja en un silencio latente lo que pudiera ser trágico en la vida de unas y otras", subraya el director del Museo Picasso Málaga, que ya ha dedicado varias de sus exposiciones monográficas a esas mujeres artistas fundamentales para la historia del arte.