El FMI mejora ligeramente el crecimiento de España en 2018, pero confirma el inicio de una ralentización

• Mantiene su previsión del 3,1% para este año y sube una décima la de 2018 (2,5%)
• La desaceleración se irá incrementando y, en 2022, el PIB sólo crecerá un 1,7%
• Aconseja liberalizar los servicios profesionales y reducir la dualidad laboral

Cartel a la entrada de la reunión anual del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, en la sede central de este organismo en Washington.

El Fondo Monetario Internacional (FMI) prevé que España crezca en 2018 algo más de lo estimado hasta ahora, pero esa leve mejora no impedirá la desaceleración de la economía del país, que pasará de crecer un 3,2% en 2016, a hacerlo un 3,1% este año y un 2,5% el año que viene. Esa tendencia se irá acelerando hasta que, en 2022, el incremento interanual del PIB español será sólo del 1,7%.

En su nuevo informe de Perspectivas de la Economía Mundial (ver documento en pdf) presentado este martes en Washington, el FMI mantiene su previsión para España de este año (3,1%) y sube una décima la de 2018 en comparación a la actualización que hizo en julio del informe de primavera (pasa de 2,4% a 2,5%).

Esta tendencia coincide con la previsión para la zona euro y el resto de las economías avanzadas, donde las tasas de crecimiento a medio plazo serán "significativamente más bajas que en la década anterior a la crisis financiera global" que comenzó en 2007, según ha destacado el consejero económico y director de Estudios del FMI, Maurice Obstfeld.

En este momento, el Gobierno español prevé un crecimiento del 3% en 2017 y del 2,6% en 2018, unas cifras que mitigan algo la anunciada desaceleración.

En cuanto a la previsión de la tasa de paro, el Fondo reduce sus anteriores estimaciones de abril: 2017 se cerraría con un 17,1% en lugar del 17,7% previo, y el año que viene terminaría con un 15,6% de desempleo frente al 16,6% calculado en primavera.

Liberalizar los servicios profesionales y reducir la dualidad del mercado laboral

A la vista del actual ciclo de bonanza que experimenta la economía global y de las debilidades que amenazan ese crecimiento a medio y largo plazo, el organismo internacional recomienda a los gobernantes que aprovechen esta "ventana de oportunidad" para realizar las reformas necesarias que aumenten la resistencia económica de los países.

En el caso de España, el informe destaca que, ante la "productividad persistentemente débil" y la "falta de margen fiscal", la prioridad debe ser "rebajar las barreras de entrada a los servicios profesionales, a determinadas redes industriales o al comercio minorista" y reformar la protección del empleo "para reducir la dualidad del mercado laboral".

Respecto a este último punto, para reducir las diferencias entre fijos y temporales, el FMI señala que podría "flexibilizar las normas de contratación y despido de los trabajadores fijos".