Decepción entre los miles de independentistas congregados junto al Parlament tras escuchar a Puigdemont
- Unas 30.000 personas se han congregado junto al Parlament para escucharle
- Los asistentes esperaban un día histórico, con una declaración de independencia
- Ha habido aplausos cuando ha asumido el "mandato del pueblo" para conseguirla
- Sin embargo, luego la ha dejado en suspenso y se ha escuchado algún abucheo
- Así hemos contado en vivo la declaración de Puigdemont en el Parlament
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Con frialdad e incluso con decepción. Así han recibido los miles de independentistas que se han congregado en las inmediaciones del Parlament de Cataluña, en Barcelona, para escuchar la declaración del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, en la que ha dicho asumir "el mandato del pueblo para que Cataluña se convierta en un estado independiente en forma de república", pero seguidamente ha pedido dejar en suspenso los efectos de ese paso para entablar un diálogo con el Gobierno central, lo que le ha costado incluso algún abucheo.
Los simpatizantes independentistas, unos 30.000 según la Guardia Urbana, han acudido a las inmediaciones del Parlament convocados por las plataformas Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium Cultural, muchos de ellos con la sensación de estar participando en un momento trascendental: "Es un día decisivo para toda la ciudadanía y el país", decía a EFE un estudiante a primera hora de la tarde.
La expectación ha ido aumentando a medida que transcurría la jornada, con cada vez más gente congregada en el Passeig Lluís Companys, junto al Arc del Triomf, donde se han instalado dos pantallas gigantes para seguir el pleno. El contiguo parque de la Ciudatella, donde se ubica el Parlament, había sido ya cerrado al público por los Mossos d'Esquadra, por motivos de seguridad.
La sensación, en cualquier caso, era la de un día histórico, en el que flotaba la esperanza de que Puigdemont declarase la independencia unilateral de Cataluña. De hecho, los concentrados han recibido con aplausos y gritos de alegría las palabras de Puigdemont cuando ha afirmado que asume el "mandato del pueblo" para que Cataluña "se convierta en un estado independiente en forma de república".
Abucheos
Sin embargo, cuando a continuación ha propuesto "suspender los efectos de la declaración de independencia para abrir la puerta al diálogo", los ánimos se han enfriado e incluso se ha podido escuchar algún abucheo.
Al final del discurso de Puigdemont, cientos de ciudadanos han abandonado la zona con "decepción", ya que esperaban que la declaración de independencia fuera efectiva desde este mismo martes. Muchos otros han optado por quedarse, escuchando las intervenciones de la oposición, aunque no ha habido celebraciones ni festejos.
La concentración había comenzado horas antes, con algunos estudiantes y una treintena de tractores de agricultores de la comarca de Maresme, en la provincia de Barcelona, que han viajado por carretera hasta la capital y han aparcado bajo el Arc del Triomf para expresar su apoyo a Puigdemont. "Venimos para dar a poyo al Govern y a la sociedad catalana, que está a favor del proceso de independencia", contaba uno de los agricultores.
Todos los que han acudido han podido seguir en directo la declaración de Puigdemont desde dos pantallas gigantes instaladas por técnicos contratados por la ANC a la altura de la sede el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña, que desde este lunes está custodiado, por orden judicial, por la Policía Nacional, y no solo por los Mossos. En la zona había también decenas de periodistas y cámaras de televisión de medios nacionales e internacionales, para hacer conexiones en directo con el Parlament de fondo.
Calma tensa en Las Ramblas
El ambiente era distinto a unos centenares de metros de allí, en Las Ramblas, donde la gente aguardaba también la declaración de Puigdemont, aunque con menos entusiasmo. "No imaginé nunca que íbamos a llegar a esto", confesaba a AFP una vendedora de flores de 53 años, Carolina Palles, que se declara no independentista.
"Nunca habría creído que dos meses después de los atentados de Cataluña iríamos tan rápido hacia la independencia", admitía, culpando tanto al Gobierno de España que preside Mariano Rajoy como a los separatistas catalanes.
En otro quiosco de Las Ramblas, Neus Aviles, de 61 años, también aseguraba estar sorprendida, aunque en su caso si respalda la separación de España, por lo que participó en el referéndum ilegal del 1-O. "La única idea que se les ocurre, en Madrid, ha sido sacar las porras y las pelotas de goma", afirma en referencia a las cargas policiales.
En cualquier caso, no todos los participantes del referéndum eran fervientes defensores de la separación de España. Así lo señalaba Guiomar García, funcionaria de 39 años, que explicaba su postura: "Voté si, pero no porque quiera la independencia, sino para echar a Rajoy del poder, por la represión y la falta de respeto".