Mas advierte de que ni la CUP ni la ANC están al frente del Govern de la Generalitat
- Subraya que es Puigdemont quien tiene que responder al requerimiento del Gobierno
- Asegura que el Govern tiene que "dar la batalla" por unas "elecciones constituyentes"
El expresidente de la Generalitat Artur Mas ha advertido este viernes de que ni la CUP ni la Asamblea Nacional Catalana (ANC) están al frente del Govern catalán, por lo que quien debe responder al requerimiento del Gobierno es el jefe del Ejecutivo catalán, Carles Puigdemont.
En una entrevista en TV3, recogida por Europa Press y Efe, Mas ha restado importancia a las "presiones" en las últimas horas sobre el presidente de la Generalitat desde el sector soberanista que apuestan por levantar la "suspensión" de la declaración de la independencia ante la posibilidad de que el Gobierno aplique el artículo 155 de la Constitución.
La CUP ha enviado una carta a Puigdemont en la que le pide que declare la independecia en respuesta al requerimiento de Mariano Rajoy y la ANC ha instado también en el mismo sentido al presidente catalán.
"Ni la CUP ni la ANC ni ninguna otra entidad presiden el gobierno de Cataluña", ha subrayado Mas, que ha apuntado que "hay un gobierno y un presidente que deben tomar las decisiones que les tocan", más allá de las "presiones y recomendaciones" que puedan recibir.
Sobre la posibilidad de anticipar elecciones, Mas ha reconocido que la convocatoria de elecciones en Cataluña se planteó en algún momento como una opción posible y se ha mostrado convencido de que las elecciones vendrán "en algún momento".
"En pura lógica, tal y como están yendo las cosas, toda nuestra batalla es que puedan ser unas elecciones de carácter constituyente, que salga un Parlament que pueda ya orientarse a configurar una Constitución catalana".
Reconocimiento exterior
Asimismo Mas ha dicho "confiar" en que la "independencia real" llegará, pero ha recalcado que "el reconocimiento de fuera es esencial", por lo que "hay que tener en cuenta el factor exterior".
Por eso, a su juicio, los próximos pasos son responder al requerimiento del Gobierno y, a continuación "el camino es forzar, con aliados externos también, que haya como mínimo una pacificación en la relación entre Cataluña y el Estado español y, acto seguido, el inicio de un diálogo y una negociación".
Si en el Gobierno central "pretenden una rendición humillante y vergonzante, no la tendrán" porque "el derecho a ser un país independiente se ganó en las urnas el 1 de octubre".
Para Mas, "si no hubiese habido violencia por parte de la Policía, habría dicho que quedaba un pelín cojo todo aquello, porque había garantías que estaban previstas en la ley y que el gobierno de la Generalitat no cumplió porque no pudo cumplirlas como consecuencia de la actuación jurídica del Estado español".
Sin embargo, en su opinión, la "violencia indiscriminada del Estado español" en la jornada del 1-O "legitima" la independencia, si bien Puigdemont anunció que suspendía sus efectos, una decisión producto del "consenso absoluto" entre el PDeCAT y ERC.
El expresidente de la Generalitat no se ha mostrado partidario de marcar límites temporales para los próximos pasos que dar por parte del Govern, porque "ahora los plazos no son la mejor compañía" y Puigdemont y sus consellers ya han "demostrado al cien por cien" que su voluntad de tirar adelante el proceso soberanista es "total".
Un cargo de representación
Por otro lado, ha negado que se haya planteado presentarse a unas elecciones, aunque ha reconocido que sí le gustaría ejercer un cargo de representación en el exterior en una eventual república catalana, lejos de las funciones ejecutivas.
"Si creemos que la independencia es simplemente proclamar la república es que no conocemos la realidad", ha sentenciado, y ha añadido que Cataluña se enfrenta a un hueso duro de roer y que cuesta mucho incidir en la opinión internacional.
Ha pedido que no se cuestione el compromiso de los líderes del proceso soberanista porque se están enfrentando a penas de cárcel, inhabilitaciones y multas, y ha considerado que los plazos "no son la mejor compañía porque ponen mucha exigencia".