Austria gira a la derecha con la victoria del Partido Conservador y el ascenso de los ultras
- Sebastian Kurz se convertirá en el primer ministro más joven de Europa
- Los socialdemócratas son la segunda fuerza
- El ultraderechista FPÖ, en tercera posición, será clave para formar gobierno
Austria ha girado a la derecha en las elecciones generales celebradas este domingo. Con más del 97% escrutado, el conservador Partido Popular (ÖVP) ha obtenido el 31,7% de los votos y su candidato, el hasta ahora ministro de Exteriores Sebastian Kurz, puede convertirse, con 31 años, en el primer ministro más joven de Europa.
En segunda posición se sitúa el Partido Socialdemócrata (SPÖ) del canciller federal, Christian Kern, con el 26,9% y en tercer lugar el ultraderechista Partido Liberal (FPÖ) con el 26,0%. Por detrás están los liberales del partido NEOS, mientras Los Verdes se quedan fuera del Parlamento.
"Este resultado es un claro mandato para cambiar Austria - ha declarado Kurz - Si recibimos un encargo para formar gobierno voy a hablar con todos".
La ultraderecha, clave para formar gobierno
La ultraderecha -que estuvo muy cerca de ganar las elecciones presidenciales de 2016- podría ser decisiva para formar Gobierno, como ya ocurriera en 1999.
Mientras que los conservadores han aumentado sus votos casi en 8 puntos porcentuales y los ultranacionalistas 5,5 puntos respecto a las elecciones de 2013, los socialdemócratas se mantienen con los mismos apoyos que hace cuatro años.
"Austria ha vivido un vuelco a la derecha. El SPÖ es una alternativa al populismo conservador", ha declarado el canciller Kern.
Casi 6,4 millones de austríacos estaban llamados a las urnas este domingo para elegir a los 183 diputados del Parlamento que ejercerán el poder legislativo en los próximos cinco años.
Para estas elecciones se han solicitado 890.000 votos por correo, cuyo recuento, a partir de este lunes, puede aún ser decisivo. Los comicios fueron adelantados tras la ruptura del acuerdo de los democristianos conservadores con socialdemocrátas el pasado mes de mayo.
Una campaña contra la inmigración
El debate de la campaña electoral ha estado dominado por la inmigración. El plan del partido conservador es cortar las ayudas económicas a los refugiados por debajo del nivel normal y prohibir que otros extranjeros reciban los pagos si no han vivido en el país durante al menos cinco años. En su último mítin, Kurz prometió erradicar la inmigración y su expulsión y se mostró muy crítico con la entrada de Turquía en la Unión Europea.
"Debemos parar la inmigración ilegal en Austria porque si no no habrá orden y seguridad", dijo el candidato preferido en una entrevista en el tabloide Osterreich. Entre sus propuestas, el conservador quiere cerrar las principales rutas de los inmigrantes en Europa, desde los Balcanes y en el Mediterráneo. Muchos votantes creen que el país fue invadido en 2015 cuando abrieron sus fronteras a la oleada de refugiados que huían de la guerra y la pobreza en Oriente Medio.