El fuego cerca una decena de poblaciones en Galicia, que lucha contra más medio centenar de incendios
- Hay nueve focos que suponen un riesgo real para la población y las viviendas
- El humo y las nubes bajas están dificultando el apoyo de los medios aéreos
- Cuatro personas han fallecido, el último un anciano de 70 años este domingo
- En Asturias, hay 27 incendios y la humareda se extiende por una amplia zona
- Rajoy afirma que son provocados y Feijóo habla de "terrorismo incendiario"
El fuego ha vuelto a devorar este lunes Galicia, que lucha contra más de medio centenar de incendios de los que ocho aún implican riesgo para núcleos de población, al tiempo que las labores de extinción se han visto dificultadas por la falta de lluvia, las nubes bajas y la propia humareda de las llamas, que han estorbado el apoyo de los medios aéreos desplegados en la región. En Asturias, donde hay otros 27 incendios activos, el humo también se ha extendido por una amplia región y ha obligado a declarar la prealerta por contaminación en Gijón.
Los focos más peligrosos, en cualquier caso, se encuentran en la comunidad gallega, donde este domingo murieron cuatro personas: dos ancianas en Nigrán, en la provincia de Pontevedra, cuando intentaban escapar de las llamas en una furgoneta; un hombre en el municipio ourensano de Carballeda de Avia; y, por último, un anciano de 70 años que sufrió una caída desde un muro mientras intentaba apagar un fuego en la parroquia de San Andrés de Comesaña, en Vigo. Además, hay cinco heridos y unos 50 intoxicados por humo.
La gravedad de la situación ha obligado a movilizar a más de 6.500 personas, entre cuerpos locales, estatales y la Unidad Militar de Emergencias, que a lo largo de la tarde ha incrementado su despliegue hasta alcanzar los 800 efectivos en Galicia y los 130 en Asturias.
El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha visitado el centro de mando de Pazos de Borbén, la localidad pontevedresa desde donde se coordinan las labores de extinción en Galicia, y ha asegurado que una oleada de incendios como la que sufre la región "no se produce por casualidad; esto ha sido provocado". El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha decretado tres días de luto oficial por los fallecidos y ha ido más allá al hablar de "terrorismo incendiario".
Por su parte, el rey Felipe VI ha trasladado todo su "solidaridad y apoyo" tanto al presidente de Galicia como al de Asturias, Javier Fernández, y también al de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, donde decenas de fuego están arransando el centro y el norte del país, de forma que al menos 31 personas han perdido la vida.
Unos 60 focos siguen ardiendo en Galicia
En Galicia, la situación ha mejorado respecto a este domingo, aunque han surgido nuevos focos -hasta una veintena han empezado a arder entre la medianoche y las 9:00 horas de la mañana, según Feijóo- y, sobre todo, gran parte de los fuegos continúan sin control: según los datos de la Xunta, hay unos 60 incendios declarados en la región, de los que una quincena se consideran controlados, seis están estabilizados y otros ocho se mantienen en alerta dos, lo que significa que hay riesgo para los núcleos de población.
Las llamas se están cebando con Galicia desde hace ya cinco días, aunque la situación más crítica se vive desde este domingo, cuando los focos se multiplicaron. Además, la comunidad autonóma sufre los fuertes vientos de la cola del huracán Ophelia, que han alcanzado los 90 kilómetros por hora en la zona, así como las inusualmente altas temperaturas de este mes de octubre y la grave sequía que afecta a la región.
La Consellería de Medio Rural ha informado de que la acumulación de humo por los incendios y la meteorología adversa, con presencia de nubes bajas, dificultan la actuación de medios aéreos en la lucha contra el fuego. Así, de los 14 helicópteros y cinco aviones anfibios con los que se cuenta en estos momentos, apenas están operando seis helicópteros "a pesar de las dificultades".
En estos momentos, en la provincia de Ourense hay siete incendios en situación de alerta dos, a saber: en la parroquia de Paradellas, del ayuntamiento de Parada de Sil; en Betán, municipio de Baños de Molgas; en Cantoña, ayuntamiento de Paderne de Allariz; en Araúxo, municipio de Lobios; así como en A Gudiña y Boborás.
Asimismo, en la provincia de Lugo hay dos incendios en situación de alerta por riesgo para la población, ambos en el municipio de Cervantes, que amenazan a la parroquia de Denís y a Noceda. En Pontevedra, por el contrario, en las últimas horas se han conseguido controlar todos los focos que amenazaban a núcleos de población, que eran hasta seis al inicio del día.
Pánico entre la población
Las llamas llegaron a amenazar a lo largo del domingo al núcleo urbano de Vigo, de donde unos 400 vecinos tuvieron que ser desalojados de sus viviendas, aunque la mayoría ya han podido regresar a casa.
El alcalde de la ciudad, Abel Caballero, ha detallado que dentro del término municipal hay activos en estos momentos dos focos "consistentes" en los montes del Alba y Galiñeiro, aunque en ningún caso en núcleos habitados, y que el resto están extinguidos o controlados.
El comisario de Vigo-Redondela, Manuel Teijeiro, ha afirmado este lunes que "un altísimo porcentaje de los incendios" fueron "provocados", apuntando a que detrás de la autoría se encuentran varias personas que actuaron con "cierta organización", al menos en lo relativo al ámbito urbano de Vigo. "No es un ciudadano esporádico que ha salido y ha decidido" prender fuegos, ha remarcado el responsable policial.
En otros municipios, mientras tanto, aún batallan contra las llamas para evitar que lleguen a las casas. Sara, una vecina de la localidad pontevedresa de Pazos de Bordén, señalaba a TVE que se encontraban "desbordados" después de una jornada de gran tensión "donde no hemos dormido en toda la noche en alerta para ver hacia donde giraba el viento".
Asturias lucha contra el fuego y la humareda
En Asturias, tras las labores de extinción realizadas a lo largo de la jornada, a última hora de la tarde se contabilizaban 27 incendios que afectan a 13 concejos: en concreto, el fuego sigue ardiendo en los municipios de Allande (5), Belmonte de Miranda (2), Cangas del Narcea (7), Castropol (2), Colunga (1), Degaña (1), Ibias (1), Lena (1), Quiros (1), Salas (1), Somiedo (1), Teverga (3) y Tineo (2), según datos del Servicio de Emergencias del Principado (SEPA).
Los dos incendios más graves eran en los concejos de Ibias y Degaña, tanto por la dimensión de la superficie afectada, en ambos casos más de 500 hectáreas, como por su cercanía a la Reserva de la Biosfera de Muniellos, considerado como el mayor robledal y mejor conservado de España; el que afecta a Corondeño, en Allande, es el tercero que está en nivel dos de alerta. Con todo, se ha podido reabrir la AS-15, por lo que solo permanece cortada la AS-29, y los vecinos de las localidades de Gillón, La Viliella y Larón, que habían sido desalojados en el concejo de Cangas del Narcea, ya han podido regresar a sus casas.
La mayor parte de Asturias ha amanecido este lunes con el cielo oscurecido debido a que el viento del sur ha trasladado el humo y la ceniza desde las zonas incendiadas, tanto en el Principado como en Galicia, hacia el centro de la región y la zona costera. De hecho, el Gobierno asturiano ha decidido declarar el nivel de prealerta por contaminación atmosférica en Gijón ante la estabilidad meteorológica y los efectos de los incendios.
En las labores de extinción hay trabajando en Asturias entre 375 y 400 efectivos en tierra y están disponibles ocho helicópteros, aunque es "muy difícil" que puedan operar ante la situación atmosférica y falta de visibilidad, según el Gobierno regional. El humo y la ceniza han llegado también hasta algunas zonas tanto de Cantabria como de Castilla y de León, donde esta circunstancia está complicando las labores de extinción de cuatro fuegos localizados en León, Salamanca y Zamora.
El consejero de Presidencia y Participación Ciudadana, Guillermo Martínez, que se ha reunido junto con el presidente del Principado, Javier Fernández, con los responsables del operativo de emergencias, ha afirmado que la oleada de incendios registrada desde el domingo no puede achacarse a causas naturales, aunque ha precisado que habrá que esperar a que la investigación determine el origen de los fuegos.