Al menos 38 personas mueren en los incendios de Portugal, donde siguen activos más de 50 fuegos
- Hay medio centenar de heridos, 16 de los cuales están en estado grave
- Entre las víctimas hay un bebé de un mes de vida
- El primer ministro pide a la población que no espere a los bomberos y se enfrente a las llamas
Al menos 38 personas han muerto, entre ellas un bebé, y otras siete permanecen desaparecidas a causa de la última oleada de incendios en el centro y norte de portugal, según el último balance de la Autoridad Nacional de Protección Civil.
Es una cifra que la portavoz de la ANPC, Patrícia Gaspar, ha calificado de "preliminar" porque hay otra posible víctima, aunque aún se está a la espera de que se confirme de forma definitiva.
Gaspar ha incidido en que no se puede hablar de balance definitivo porque siete personas siguen desaparecidas y también hay lugares, hasta ahora inaccesibles, a los que comienzan a entrar los operativos de combate a las llamas.
De los más de 500 incendios declarados permanecen activos 50, de los que 31 fueron calificados de "importantes" por la portavoz de Protección Civil. A las 12 de la mañana de este lunes seguían activos 54 incendios forestales, 32 de ellos son muy graves.
Un bebé entre las víctimas
Entre las 38 personas fallecidas hay un bebé con un mes de vida. El balance de heridos por esta nueva oleada de incendios ha aumentado a 63, de los que 16 se encuentran en estado grave. "Hay zonas donde los medios están llegando ahora", ha añadido la portavoz de Protección Civil, en rueda de prensa en la que ha confirmado que se mantiene la "alerta roja" en el conjunto del país.
Las víctimas mortales fueron halladas en los distritos de Coimbra, Guarda, Castelo Branco y Viseu, todos en el centro del país, donde se concentraron, junto con el norte, la mayoría de los más de 500 fuegos declarados este domingo, el "peor día del año" en cuanto al número de incendios declarados, según las autoridades lusas.
De los fallecidos confirmados, dos se produjeron en Penacova -en el distrito de Coimbra- y son dos hermanos que fueron sorprendidos por las llamas cuando se acercaron a ver unas colmenas en un barracón.
En Serta, en el distrito de Castelo Branco, una persona ha muerto y otras tres han resultado heridas.
Otros dos fallecidos se produjeron en la localidad de Oliveira do Hospital, también en el distrito de Coimbra. Una de esas víctimas mortales ha sido un hombre que murió en un accidente registrado en la A-25.
Además, otras tres personas han fallecido en el distrito de Viseu.
Cuatro personas habrían muerto en el concejo de Vouzela, en un incendio forestal que destruyó la aldea de Ventosa, según ha confirmado el presidente de la Cámara de ese municipio, Rui Ladeira.
Se mantiene la alerta roja
La situación más complicada se vive en el municipio de Lousã, en el distrito de Coimbra, aunque también preocupa la evolución de las llamas en las localidades de Alcobaça, en el distrito de Leiria, y Vale de Cambra, en Aveiro.
Las autoridades lusas mantienen la alerta roja por riesgo de incendio en todo el país hasta el final de este lunes, cuando se espera que empiece a llover, bajen las temperaturas y aumente la humedad hasta valores más normales para esta época del año.
El presidente de Portugal, Marcelo Rebelo de Sousa, que ha cancelado los actos previstos en su agenda de esta semana para acompañar la situación, ha pedido "urgencia en actuar" contra el fuego y ha anunciado que, una vez hayan sido estabilizados todos los incendios, se dirigirá al país.
Las autoridades han puesto en marcha durante la jornada el Mecanismo Europeo de Protección Civil para la utilización de medios aéreos, en medio de cerca de 6.000 operaciones de lucha contra el fuego en todo el país en las que trabajan unos 3.689 bomberos, que cuentan con 1.123 medios terrestres. En cuanto a medios aéreos, sólo cuentan con dos hidroaviones ofrecidos por Italia, el único país que ha ofrecido ayuda a Portugal.
Carreteras cortadas y trenes paralizados
Los incendios han obligado a cortar decenas de carreteras en el norte y en el centro del país, entre ellas la autopista A25, que une la ciudad de Aveiro con la frontera española, a la altura de Salamanca y dónde ha perdido la vida una mujer que huía de las llamas.
Patrícia Gáspar ha afirmado que "existen varias dificultades en las comunicaciones y en la red viaria. Ahora tratamos de llegar a áreas afectadas y hay personas con las que sus familiares no han podido todavía contactar".
En ese sentido, a mediodía de este lunes, 16 carreteras seguían cortadas y cuatro trenes estaban paralizados con casi 800 pasajeros a bordo debido al corte de la línea de ferrocarril de la Beira Alta. Los viajeros iban a ser trasladados a autobuses, pero eso tampoco les garantizaba la llegada a su destino, ya que en esa misma zona había muchas vías clausuradas por el fuego.
Necesidad de cambios en el sistema de protección
El primer ministro portugués, António Costa, ha pedido a la población que haga frente a las llamas, ya que ha señalado que "no se puede estar a la espera de los bomberos", según ha recogido el diario luso Publico.
El jefe del Gobierno ha anunciado además que ha declarado el "estado de calamidad pública" en todos los distritos situados al norte del río Tajo.
Desde el Gobierno ya empieza a hablarse de la necesidad de cambiar el sistema nacional de protección contra incendios.
"Tenemos que hacer una reflexión seria sobre adecuación de Protección Civil a las nuevas condiciones" meteorológicas, ha señalado la ministra de Administración Interna.
Constança Urbano de Sousa ha admitido que "lo que falla es la protección estructural. No es de hoy, se arrastra desde hace décadas. Por desgracia, no se hace ni de un día para otro, ni de un año para otro. Se va a tardar".
Por su parte, el presidente de la Asamblea de la República, Eduardo Ferro Rodrigues, ha señalado que, “fruto de las alteraciones climáticas, estos fenómenos raros se vuelven cada vez más frecuentes, como vemos un poco por todo el mundo”.
Ante esa situación, “no podemos quedarnos de brazos cruzados: tenemos que prepararnos para lidiar con esta amenaza, con nuevos modelos de organización, prevención y combate", ha añadido Ferro.
Casi 216.000 hectáreas quemadas desde enero
El pasado 17 de junio, Portugal sufrió el incendio más mortífero de su historia, con 64 personas fallecidas al quedar atrapadas en una carretera en el municipio de Pedrograo Grande, en el centro del país.
Esta ola de incendios se debe "a unas temperaturas claramente superiores a la media de esta estación y al efecto acumulado de la sequía, que sufre el país casi desde comienzos de año", ha explicado la portavoz de la Autoridad Nacional de Protección Civil portuguesa, Patricia Gaspar.
Casi 216.000 hectáreas de vegetación han ardido en Portugal desde el comienzo de enero hasta finales de septiembre, según una estimación del Instituto de Conservación de la Naturaleza y los Bosques que no incluye los efectos de esta última oleada de fuegos.