Observan por primera vez luz y ondas gravitacionales de un evento cósmico
- Las señales localizadas son el resultado de la fusión de dos estrellas de neutrones
- Stephen Hawking lo celebra como el "primer peldaño" hacia un nuevo método
- Según los científicos, es una observación única en la Astrofísica
Un equipo internacional ha anunciado este lunes que ha logrado observar a través de su luz y sus ondas gravitacionales, de manera simultánea, la fusión de dos estrellas de neutrones, lo que abre "el inicio de una nueva era" en la observación del Universo.
Estas observaciones, realizadas el pasado 17 de agosto, "sugieren" que las señales localizadas son el resultado de la fusión de dos estrellas de neutrones, un evento llamado kilonovas, cuya existencia se postuló hace 30 años, pero esta es la primera observación confirmada.
"Lo que hace este descubrimiento aún más excitante es que los científicos fueron capaces de detectar por primera vez la emisión de luz, es decir, radiación electromagnética",ha declarado en una rueda de prensa en Washington France Córdova, directora del Foro Nacional de Ciencia.
El anuncio, que ha sido realizado durante la Conferencia Astrofísica de Ondas Gravitacionales que se celebra en la ciudad estadounidense de Baton Rouge (Luisiana), ha confirmado que se trata de la primera vez que los astrónomos han podido observar en el mismo evento ondas gravitacionales y radiación electromagnética (luz).
Los observatorios de ondas gravitacionales Ligo, en EE.UU, y Virgo, en Italia, detectaron el pasado agosto el quinto evento de ondas, pero unos segundo más tarde varios observatorios espaciales de la Agencia Espacial Europea (ESA) individuaron un estallido de rayos gamma corto que fue seguido por telescopios del Observatorio Austral Europeo (ESO).
Emitidas a unos 130 millones de años luz
Se estima que las ondas gravitacionales detectadas en agosto fueron emitidas a unos 130 millones de años luz de distancia, lo que lo convierte tanto el evento de ondas gravitacionales como la explosión de rayos gamma más cercanos detectados hasta ahora.
"Hay ocasiones excepcionales en las que, quienes nos dedicamos a la ciencia, tenemos la oportunidad de presenciar el principio de una nueva era", "¡esta es una de ellas!", según las astrónoma del Instituto Nacional de Astrofísica Elena Pian, autora principal de uno de los artículos sobre el tema que publica la revista Nature.
"La ondas gravitacionales sólo pueden ser generadas por los eventos astronómicos más espectaculares, como el choque de dos agujeros negros", explicó Córdova, quien ha añadadido que este descubrimiento es una prueba de lo que el ser humano puede hacer cuando va "más allá" de su conocimiento "en busca de respuestas".
Durante el anuncio, el director ejecutivo del LIGO, Dave Reitze,ha explicado que durante el evento se pudo ver la dispersión de oro y platino, lo que sirvió para descubrir que estos elementos "son generados por este tipo de colisiones".
"Este antiguo reloj de mi abuelo está compuesto por oro que posiblemente fue creado hace miles de millones de años. ¡Es un descubrimiento asombroso!", ha comentado Reitze.
.Para el científico del proyecto Integral de la ESA, Erik Kuulkers, "se trata de un descubrimiento histórico, ya que por primera vez se nos muestra la liberación tanto de ondas gravitacionales como de luz extremadamente energética procedentes de una misma fuente cósmica", según un comunicado.
Las existencia de las ondas gravitacionales fue predicha a comienzos del siglo pasado por Albert Einstein, pero su detección no se produjo hasta 2015, un hecho que ha sido distinguido este año con el Premio Nobel del Física.
Hasta la anunciada, la última ola de ondas gravitacionales, la cuarta a lo largo de la historia, fue avistada el pasado 14 de agosto, fruto de la colaboración científica entre LIGO y VIRGO, y contó con la participación del Grupo de Relatividad y Gravitación de la Universidad de Baleares (UIB) y de un equipo de la Universidad de Valencia.
Hawking celebra el nuevo método
El físico británico Stephen Hawking ha celebrado este lunes la primera detección de luz y ondas gravitacionales producidas por la fusión de dos estrellas de neutrones, un avance que considera "el primer peldaño de una escalera" que promete llevar hacia un nuevo método para medir distancias en el cosmos.
"Una nueva ventana de observación hacia el Universo suele traer sorpresas que no se pueden anticipar. Todavía nos estamos frotando los ojos, o más bien los oídos, porque acabamos de despertarnos con el sonido de las ondas gravitacionales", ha expresado el profesor de la Universidad de Cambridge a la BBC.
Al combinar información procedente de ondas gravitacionales y de la luz captada por telescopios, los investigadores han podido aplicar por primera vez una técnica para medir el ritmo de la expansión del Universo que fue propuesta en 1986 por el profesor de la Universidad de Cardiff Bernard Schutz.
"Esto marca el inicio de una era en la astronomía con 'mensajeros múltiples'. Es como ser capaces de ver y oír por primera vez", señaló en un comunicado de la Universidad de Warwick Andrew Levan, que ha colaborado en el análisis de los datos observados.
Samantha Oates, de la misma universidad, ha asegurado por su parte que este descubrimiento "responde a tres cuestiones que han intrigado a los astrónomos durante décadas: Qué ocurre cuando se fusionan dos estrellas de neutrones, qué provoca los estallidos de rayos gamma de corta duración y de dónde surgen los elementos pesados como el oro".
"Este es un nuevo capítulo en la astrofísica. Esperamos que en los próximos años se detectarán muchos más eventos como este", dijo el físico Danny Steeghs.
Para Cosimo Inserra, de la Universidad de Southampton, "las observaciones ópticas que se han hecho de esta fuente de ondas gravitacionales han revelado un evento astronómico que nunca había sido observado.
"La naturaleza nos ha ofrecido su regalo más deslumbrante. Las primeras señales de ondas gravitacionales provenientes de la colisión de estrellas de neutrones son una llave que nos ha permitido desbloquear la puerta hacia la respuesta de diversos misterios", añade por su parte la directora del Instituto de Investigación Gravitacional de la Universidad de Glasgow, Sheila Rowan.