Unas 35.500 hectáreas han ardido en Galicia en la ola de incendios
- Se han superado con creces las 12.600 hectáreas ardidas a lo largo del año
- Un detenido, sospechoso de iniciar por imprudencia el incendio de Os Blancos
- Miles de gallegos intentan recuperar su vida tras días de lucha contra el fuego
- Cuatro heridos leves por quemaduras permanecen hospitalizados
La Xunta de Galicia ha avanzado este miércoles que durante la ola de incendios de este fin de semana ardieron aproximadamente 35.500 hectáreas, según las primeras estimaciones, lo que supone más del doble de lo quemado en los primeros nueves meses de año.
Y es que a estas 35.500 hectáreas hay que sumar las 12.600 que habían ardido de forma previa a este fin de semana, por lo que serían un total de 48.100 las hectáreas calcinadas en lo que va de año 2017, es decir, cerca de 500 kilómetros cuadrados. Para hacerse una idea, la superficie de la ciudad de Barcelona es de 101 kilómetros cuadrados.
El pasado año 2016, hasta el 18 de octubre habían ardido 20.788 hectáreas. Esta estimación provisional revela que este año sería el segundo en número de hectáreas quemadas desde 2006, cuando ardieron 95.880 hasta esa misma fecha. De hecho, la superficie calcinada en lo que va de 2017 es mayor que la de los años 2014, 2015 y 2016 juntos.
Por fin, esta jornada todos los incendios que permanecían activos en la comunidad gallega han sido controlados, según los datos de la Xunta, y la comunidad intenta poco a poco recuperar la normalidad tras seis días de lucha encarnizada contra el fuego.
Montes arrasados, casas carbonizadas y vecinos que lo han perdido todo. El panorama tras la tragedia es desolador y, por ejemplo, en la localidad lucense de Cervantes, en pleno corazón de la Reserva Natural de Os Ancares, las llamas han consumido zonas de alto valor ecológico y natural, con castaños centenarios que han sido pasto de las llamas y han puesto en peligro hábitats de animales amenazados como el oso pardo o el urogallo.
Vecinos de la localidad orensana de Carballeda de Avía han descrito estos sucesos como "tormentas de fuego" que, en cuestión de horas, arrasaron montes cercanos y alguna vivienda, causando la muerte a un hombre que trataba de socorrer a su ganado. Destruido por completo ha quedado el aserradero de As Neves, donde trabajaban 24 empleados, y donde ahora se amontona maquinaria calcinada, cientos de troncos ennegrecidos y las cubiertas metálicas retorcidas por el calor, según recoge EFE.
El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha confirmado que el Parque Natural de la Baixa Limia, en la Serra do Xurés en Ourense, se ha visto afectado por el fuego, y ha avanzado la concesión de ayudas para los afectados a través de un decreto que se aprobará el jueves. "Durante 12 horas perdimos el control, lo que ha ocurrido ha provocado un inmenso dolor en la población", ha dicho.
La oleada se ha cobrado cuatro víctimas mortales y deja tras de sí una enrome superficie arrasada en un territorio que aglutina "el 45% de la masa forestal de España", como ha recordado el presidente gallego en TVE.
El operativo antiincendios, compuesto por más de cinco mil personas, ha estado en el monte combatiendo y refrescando las zonas afectadas. A causa de los siniestros, cuatro personas continúan hospitalizadas por quemaduras aunque con carácter leve.
Investigación y protestas por la gestión
Un hombre ha sido detenido en Vigo como sospechoso de iniciar el incendio registrado el pasado domingo en el municipio orensano de Os Blancos, presuntamente a causa de una imprudencia, según ha informado Interior. El fuego, que quemó una hectárea, arrancó en una finca familiar y llegó a pocos metros de las casas.
Los daños se están evaluando en la región y la investigación ha arrancado en una catástrofe que Feijóo calificaba como "terrorismo incendiario", y que la Xunta achaca a un plan organizado en el que llegaron a coincidir 200 fuegos simultáneos. En esta línea, la Fiscalía Superior de Galicia ha anunciado que abre una investigación penal para aclarar si en la oleada "existen indicios de una planificación coordinada".
Por su parte, la Policía Nacional ha abierto una dirección de correo electrónico para que los ciudadanos aporten información de forma anónima sobre los incendios de Vigo y Redondela para recabar pistas sobre los posibles responsables.
Una vez desactivadas todas las medidas preventivas por la proximidad del fuego a las poblaciones y superados los momentos críticos -la llegada de las lluvias ha ayudado a los equipos de extinción-, el debate político en la comunidad autónoma se ha abierto paso tras las manifestaciones de protesta en diversas ciudades gallegas contra la gestión de la crisis por parte de la Xunta, a la que acusan de falta de prevención, y denuncian la falta de medios por los recortes. Unas críticas a las que se han sumado BNG, En Marea y el PSOE durante la sesión de control al Gobierno este miércoles.
En Asturias, todos los incendios controlados
Los siniestros también han afectado a Asturias donde hay siete fuegos que ya han sido controlados. Hay fuegos en Ayanda (Corondeño y Santiellos), Cangas del Narcea (Llamas de Mouro y Naviego), Ibias (Serorio y Morentán) y Tineo (Rellanos), según ha informado el Servicio de Emergencias del Principado.
El consejero de Sanidad asturiano, Francisco del Busto, ha estimado este miércoles que las condiciones meteorológicas derivadas de los incendios ocurridos en Portugal, Galicia y Asturias continuarán afectando a las personas con problemas cardiorrespiratorios durante una semana más por las partículas de polvo en suspensión aunque la prealerta por contaminación ya sido desactivada.
Mientras, en Portugal la ministra de Administración Interna, Constanza Urbano de Sousa, ha dimitido tras las críticas a su gestión de los incendios de este verano y de los últimos días. Urbano de Sousa se ha convertido así en la primera víctima política de una oleada de incendios que se ha saldado con más de 100 muertos en tan solo cuatro meses en el país vecino.