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Las fuerzas iraquíes retoman el control de la provincia de Kirkuk tras un breve combate con los kurdos

  • Han tomado el distrito de Altun Kupri obligando a retirarse a los peshmerga
  • Recuperan así la carretera que une la ciudad de Kirkuk con la capital kurda, Erbil
  • Los iraquíes han avanzado en los últimos días sin apenas oposición por la región
  • Respondían al referéndum kurdo para independizar la región autónoma de Bagdad

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Fuerzas iraquíes vigilan el campo petrolífero de Bai Hassan, en la provincia de Kirkuk
Fuerzas iraquíes vigilan el campo petrolífero de Bai Hassan, en la provincia de Kirkuk.

Las fuerzas armadas de Irak aseguran haber recuperado este viernes el control de la totalidad de la provincia de Kirkuk, tras tres horas de combates con los peshmerga kurdos en el distrito de Altun Kapri, el último reducto que quedaba en manos kurdas tras el referéndum de independencia celebrado el 25 de septiembre que provocó la movilización de Bagdad.

Hasta ahora no se ha informado de bajas por parte de ninguno de los dos bandos, aunque la Comandancia de Operaciones Conjuntas iraquí afirma en un comunicado que la Policía Federal, las unidades antiterroristas y las milicias progubernamentales chiíes Multitud Popular se han desplegado en el municipio de Al Tun Kubri, fronterizo con la región autónoma del Kurdistán.

Sin embargo, el canal informativo kurdo, Rudaw, indica, por su parte, que las tropas iraquíes, con el apoyo de las milicias chiíes lanzaron un ataque contra la localidad, pero niega que esta hubiera sido controlada por las fuerzas leales a Bagdad. Rudaw, que cita al Consejo de Seguridad de la región autónoma del Kurdistán, asegura que la ofensiva ha sido contenida por los peshmerga, las fuerzas de seguridad kurdas.

El ataque se produce dos días después de que el primer ministro iraquí, Haidar al Abadi, anunciara el fin de la campaña militar lanzada el pasado lunes para recuperar la provincia de Kirkuk, incluida su capital homónima, situada fuera de la región autónoma del Kurdistán pero controlada en parte por las fuerzas de seguridad kurdas desde la retirada del Ejército en 2014 ante el avance del Estado Islámico.

Irak despliega tropas en Kirkuk como respuesta al referéndum de independencia kurdo

Segundo choque violento en una semana

Los combates de Altun Kupri son el segundo enfrentamiento entre las fuerzas iraquíes y las kurdas tras la batalla por el control de la ciudad de Kirkuk de la madrugada del lunes, cuando docenas de kurdos resultaron muertos o heridos por el avance de las columnas iraquíes.

El pasado miércoles, el Ejército iraquí dio por concluida esta campaña para "imponer la seguridad" en zonas del noreste de Irak, después de haber recuperado varias comarcas de las provincias de Kirkuk, Diyala y Nínive, controladas por fuerzas de seguridad kurdas.

Sin embargo, la operación de este viernes demuestra que el control no es todavía total en la provincia, muy rica en petróleo y que se ha convertido en el principal centro de las tensiones con el Kurdistán, ya que parte de la provincia estuvo ocupada por las tropas kurdas desde 2014.

Altun Kupri es la última zona habitada en la provincia de Kirkuk por la que transcurre la carretera hacia Erbil, capital de la región autónoma del Kurdistán, en el norte de Irak, establecida en 2003 tras la caída de Sadam Hussein. Los kurdos han intentado contener el ataque con ametralladoras, morteros y granadas, según el mando iraquí, si bien han acabado por retirarse.

El Kurdistán iraquí decidirá en referéndum su independencia, a lo que se opone el gobierno de Irak

Éxodo de Kurdos hacia la región autónoma

Tras el referéndum de independencia organizado en el Kurdistán iraquí el pasado 25 de septiembre y rechazado por el Gobierno central, Bagdad ha lanzado varias medidas represivas contra la región autónoma y ha puesto en marcha su maquinaria militar para recuperar el control de Kirkuk, que no forma parte de ella pero tiene una amplia presencia kurda.

Las fuerzas iraquíes buscan restablecer la autoridad de Bagdad sobre el territorio, que los peshmerga kurdos controlan tras arrebatárselo al Estado Islámico en 2014. Como resultado de la ofensiva, decenas de miles de kurdos han abandonado Kirkuk y Tuz hacia las dos principales ciudades de la región autónoma, Erbil y Suleimaniya.

La ONU expresó este jueves su preocupación por las noticias en torno al desplazamiento forzoso y la destrucción de hogares kurdos por parte de las fuerzas iraquíes, y ha pedido contención a ambas partes, al igual que Estados Unidos.

Este viernes, el principal clérigo chií del país, el gran ayatolá Ali al Sistani, ha reclamado al Estado que proteja a los kurdos, una inusual exigencia política que tiene el valor de ley para la mayoría chií de Irak.