'Hijos de la Stasi', los menores reclutados como informantes en Alemania del Este
- RTVE.es entrevista al escritor David Young, que participa en Getafe Negro
- Su primera novela, ambientada en la antigua RDA, se inspira en hechos reales
- Hijos de la Stasi gana el premio policiaco más prestigioso de las letras británicas
El escritor británico David Young (Hull, Reino Unido,1958) introduce en su opera prima, Hijos de la Stasi, un tema espinoso y poco abordado del pasado reciente: la utilización de menores como informantes por parte de la Stasi, la temible policía secreta de la antigua República Democrática Alemana (RDA).
Se estima que cuando cayó el Muro de Berlín en 1989, alrededor del 6% de los 173.000 colaboradores extraoficiales de la Stasi tenían menos de 18 años. El reclutamiento de menores empezó en los 70 y fue en aumento durante los 80, apunta Young en las notas de autor del libro.
Una novela negra que recurre a la ficción pero se inspira en hechos reales, en lo relativo al papel de niños y adolescentes en una red de control y delación que contaminó a toda la sociedad en un clima de paranoia.
“Lo interesante es que las personas sospechosas de ser informantes a menudo no lo eran, mientras que los amigos y amantes de quiénes no se sospechaba, a menudo, lo eran”, responde el autor a RTVE.es, a su paso por Madrid para participar en Getafe Negro.
El escritor apunta a que la desclasificación de los archivos de la Alemania comunista ha contribuido a emerger a la luz pública el complejo entramado de espionaje.
“Creo que una de las características de la Alemania Oriental es la extensión de la red de la Stasi y la cantidad de informantes no oficiales que reclutaron, pero, aunque la gente conocía la Stasi hasta la caída del Muro, el alcance total de sus operaciones no estaba claro”, indica.
Hijos de la Stasi, editada en España por Harper Collins, también menciona los Jugendwerkhof, reformatorios donde a menudo iban a parar menores recluidos por delitos políticos que habían cometido sus familias.
El caso que se menciona en la novela no es real pero se basa en el centro de internamiento de la ciudad de Torgau, tristemente conocido por los abusos que sufrieron los niños allí encerrados.
Intriga en el corazón de Berlín Oriental
Con estas cargas de profundidad histórica arranca el relato, estructurado como una historia de misterio ambientada en el bloque comunista en 1975, en plena Guerra Fría, y que exhibe como nudo gordiano una investigación en la que colaboran la Kripo, la Brigada Criminal de la Policía del Pueblo, y la Stasi.
Al frente de las pesquisas, se sitúa la teniente Karin Müller a la que encomiendan descubrir la identidad de una adolescente salvajemente asesinada en Berlin Oriental, en un escenario cargado de pistas falsas con una atmósfera asfixiante en la que todos esconden secretos.
El resultado es una novela original que funciona con sorprendente precisión en el ensamblaje de varias tramas complejas, y que nos traslada con detalle a la crudeza de la vida en la antigua RDA en clave de distopía con tintes de realidad.
El autor confiesa que quedó atrapado por los oscuros episodios relativos a la Stasi en un viaje a Alemania, que espoleó el “atrevimiento” de sumergirse en una ardua investigación en los archivos policiales sin conocer ni una palabra del idioma, explica.
“También rastreé detectives de Alemania del Este y los entrevisté. Y para cada libro hago al menos dos viajes de investigación. Es lo más interesante del proceso de escritura”, afirma el novelista.
El "neo noir" de la literatura localizada en regímenes comunistas
Hijos de la Stasi se ha alzado con el CWA Historical Dagger Award 2016, el más prestigioso premio para novela policiaca e histórica del ámbito anglosajón, ha sido traducida a seis idiomas, y ha situado en primera línea a David Young, que antes de dedicarse de lleno a la literatura se empleó como limpiador de aseos, repartidor de una carnicería y también pasó por la BBC.
El éxito creciente ha provocado que el argumento se extienda a una serie de cinco libros, ambientados en la Guerra Fría, en los que el escritor recupera a los personajes principales, y cuyo segundo volumen, Lobos de la Stasi, tomará como punto de partida un asesinato real.
Unas líneas maestras que beben directamente de autores como Tom Rob Smith en El niño 44, una novela sobre una serie de crímenes en la Rusia stalinista o de la película La vida de los otros, dirigida por Florian Henckel von Donnersmarck , según apunta Young como referentes en su trabajo.
Una tendencia que compone una suerte de “neo noir” emergente ubicado en regímenes comunistas, y que parece tomar el relevo como escenario literario a la IIGM.
“Lo que espero es que estemos entrando en una era del noir de la Alemania del Este (…) aunque no es nada nuevo. Todo comenzó con Gorky Park de Martin Cruz Smith en la década de 1980”, concluye.