'¡Lumière! ¡Comienza la aventura!': 120 años de cine no son nada
- Thierry Frémaux selecciona en un documental 114 películas de los padres del cine
- RTVE.es entrevista al delegado general del Festival de Cannes
Pocas experiencias más placenteras para un cinéfilo en la cartelera que acercarse a ¡Lumière! ¡Comienza la aventura!: un documental que es una invitación a vivir algo de la inocencia de los creadores (y espectadores) que iniciaron un arte (y un espectáculo).
Dirigido por Thierry Frémaux, delegado general del Festival de Cannes, ¡Lumière! ¡Comienza la aventura!es una selección de 114 películas (de 50 segundos de duración) de los hermanos Lumière y los cámaras a los que envió a rodar secuencias por todo el mundo. Desde las fundacionales La salida de la fábrica o Llegada del tren a la estación de La Ciotat, hasta las menos accesibles o desconocidas. Sobre las imágenes, Frémaux interpreta el visionado en off.
Uno de los objetivos del documental era desmontar tres mitos sobre los Lumière. A saber: que nunca creyeron en el futuro de su invento, que son los creadores del cine documental y que el verdadero inventor del cine fue Thomas Edison. Falso, falso y falso para Frémaux.
“Hay un montón de leyendas sobre los Lumière. Todas son bonitas de escuchar, pero todas son falsas”, explica en una entrevista con RTVE.es. “Louis Lumière nunca dijo que no creía en el futuro del cine y si lo dijo fue una manera de protegerse. Produjo 1500 películas: creía en el invento".
Ningún arte tiene una inauguración tan documentada como el cine. A finales del siglo XIX, las imágenes en movimiento ya estaban inventadas, pero faltaba resolver el mecanismo que arrastrase la película entre la fuente de luz y el objetivo de proyección. Un detalle relativamente simple que posibilitó la toma y proyección de imágenes. Y que Louis Lumière bautizó en una patente como cinematógrafo.
“Otro cliché es que Lumière no fue el verdadero inventor. Y es verdad que hubo muchos personajes involucrados antes, pero ninguno después. Esa es la prueba de que el cine nació con Lumière”, explica,
En 1968, Eric Rohmer realizó un documental, Lumière, en el que entrevistaba a nada menos que Jean Renoir y Henri Langlois. En un momento Renoir afirma que en esas películas no había puesta en escena. Langlois se revolvió en su asiento: “No, lo que tienen de bueno no es por azar”.
Ese reconocimiento de Lumière y sus camarógrafos como cineastas es el mayor propósito del documental de Frémaux. “Se dice que Lumiére es el padre del cine documental y Georges Méliès (que estaba presente en la primera proyección del cine en París) el de la ficción. No: Lumière también hizo la primera ficción (El regador regado) e incluso sus documentales tienen puesta en escena. Lumière es como Roberto Rosellini y Méliès como Federico Fellini. No hay oposición: el primero tomo al realidad y la puso en pantalla; el segundo tomo la realidad y la reinventó”.
La inocencia y la belleza primigenia de Lumière no está tan lejos del primoroso cine que practica ahora toda una referencia como Roy Andersson. Louis Lumière fue por tanto, “el último inventor y el primer director” y sostiene que su interés no es ‘arqueológico’.
Además de su puesto en Cannes, Frémaux organiza el Festival Lumière de Lyon, que ha proyectado restauradas las 200 películas de los hermanos. “Ver esas películas es una manera de aprender lo que somos espectadores. Son películas que te obligan a esperar, a ver, a mirar, a pensar”, concluye Frémaux.
Cannes repensará su relación con Netflix
El festival de Cannes de este año admitió a concurso dos películas de la plataforma Netflix. Durante el certamen, y ante las protestas de los exhibidores, anunció que no aceptaría películas cuyo destino final no sean las salas de cine.
Pero, tras comprobar que otros festivales como Venecia o San Sebastián no tienen reparos, Cannes debe decidir si quiere seguir siendo el centro mundial del largometraje. “Me parece mejor abrir los brazos de la alfombra roja a Netflix o Amazon. Veremos lo que haremos, son tiempos complicados. Las salas de cine son muy importantes para mí, pero el mundo de nuestros hijos no es el mismo que el nuestro. Veremos el futuro. Estamos del lado de las salas de cine, pero siento gran curiosidad por el nuevo mundo”, asegura.