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Al menos 55 detenidos en una operación contra la mafia china en once provincias españolas

  • Los agentes practican una treintena de registros en Fuenlabrada
  • La llamada Operación Shopping investiga el blanqueo de capitales

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La policía nacional y la agencia tributaria han desarticulado una trama criminal de la mafia china dedicada al blanqueo de capitales

Al menos 55 personas han sido detenidas en once provincias españolas en la denominada Operación Shopping contra una organización criminal china dedicada al blanqueo de capitales con la importación de mercancías desde Asia. Uno de los principales focos de la actuación policial, que sigue abierta, es el polígono industrial de Cobo Calleja, en Fuenlabrada, según fuentes policiales.

Más de un centenar de agentes de la Unidad de Drogas y Crimen Organizado (Udyco) y la Unidad de Delincuencia Económica y Fiscal (UDEF) de la Policía Nacional junto con la Agencia Tributaria han trabajado desde esta madrugada en las detenciones.

Además de los arrestos, los agentes han practicado una treintena de registros, 19 en domicilios y 15 en naves industriales. Los registros y detenciones se han llevado a cabo en Madrid,  Barcelona, Sevilla, Málaga, Valencia, Alicante, Mallorca, A Coruña, Bizkaia, Gipuzkoa y Gran Canaria.

Es el Juzgado de Instrucción número 23 de Madrid el que instruye la Operación Shopping en la que se investiga la comisión de los delitos de blanqueo de capitales, fraude fiscal, contrabando, falsedad documental y pertenencia a organización criminal.

Similar a la operación Emperador de 2012

Fuentes policiales han recordado a Efe que se trata de una trama con características muy similares a la desarticulada en octubre de 2012 con el nombre de operación Emperador y que supuso el golpe policial a una de las mayores redes de blanqueo y delito fiscal en España.

En total fueron detenidas cerca de 90 personas y se practicaron 108 registros en los que se incautaron más de diez millones de euros en metálico. El empresario chino Gao Ping era el presunto líder de la trama e ingresó en prisión, aunque fue puesto en libertad un mes después por un error judicial. En abril de 2013 volvió a ser encarcelado por el riesgo de fuga que existía y por la aparición de nuevos hechos incriminatorios, y permaneció en prisión hasta julio de 2015 tras abonar una fianza de 400.000 euros.

La red llegó a blanquear entre 200 y 300 millones de euros al año con la implicación no solo de ciudadanos chinos, sino también de funcionarios públicos -el juez de la Audiencia nacional Fernando Andreu llegó a imputar a varios policías- empresarios y políticos.

La trama fue destapada tras detectar varias irregularidades en la llegada de contenedores con productos de "todo a cien" desde China. Posteriormente se descubrió que los detenidos blanqueaban el "dinero negro" generado a través de dos "modus operandi": uno "más burdo" que consistía en sacar el dinero en bolsas que transportaban en coches o trenes hasta China, y un segundo método en el que un grupo de españoles e israelíes lo blanqueaban en paraísos fiscales en sociedades tapadera.

Todo el dinero generado se utilizaba después para crear otras empresas, lo que dio pie a investigar otros delitos conexos relacionados con negocios como karaokes o restaurantes, así como prostitución o extorsiones.