El BCE reduce sus compras de deuda a partir de enero, pero cree "indispensable" mantener los estímulos monetarios
- Hasta septiembre, gastará un máximo de 30.000 millones, la mitad que ahora
- Deja la puerta abierta a modificarlo si empeora la economía y la inflación no sube
- Mantiene los tipos de interés en mínimos y avisa que seguirán así bastante tiempo
- Su presidente avisa de que "el mercado aún no puede mantenerse solo"
- A preguntas de la prensa, Draghi contesta que la crisis catalana podría ser un riesgo
El Banco Central Europeo (BCE) ha decidido este jueves ampliar en nueve meses su programa de compra de deuda, pero como se esperaba, también ha aprobado reducir el ritmo de esas inyecciones de liquidez en el mercado. Así, cuando comience la ampliación en enero de 2018, el organismo europeo adquirirá justo la mitad de deuda pública y privada en la zona euro, es decir, cada mes gastará como máximo 30.000 millones de euros en lugar de los 60.000 millones que empleaba en el plan aplicado en estos momentos.
A pesar de ese cambio, el presidente de la autoridad monetaria, Mario Draghi, ha subrayado que el BCE mantiene "un nivel elevado" de apoyo a la economía de los Diecinueve, aunque ha reconocido que la "recalibración" del programa de compras de deuda "refleja la confianza creciente" del BCE en el crecimiento del conjunto de la eurozona y en "la convergencia gradual de las tasas de inflación hacia nuestro objetivo" del entorno del 2%.
"Sigue siendo indispensable" un alto grado de estimulación monetaria
Sin embargo, el presidente de la entidad ha mostrado su preocupación por la evolución de la inflación, ya que según los pronósticos del banco, empezará a desacelerarse a comienzos de 2018. En la actualidad, la inflación general de la zona del euro está en el 1,5%, y la subyacente -que no incluye elementos más volátiles como la energía y los alimentos frescos- está en el 1,1%.
"Un grado elevado de estimulación monetaria sigue siendo indispensable", ha declarado Draghi en la rueda de prensa posterior a la reunión del consejo de gobierno del organismo europeo. Esta fórmula muestra un poco menos de flexibilidad que en meses anteriores, según los expertos en política monetaria, que analizan cada letra y tono de las declaraciones del presidente del BCE.
Y el máximo responsable de la política monetaria de la zona euro ha avisado: "debemos ser pacientes y persistentes", ya que el mercado "aún no puede mantenerse solo".
Después de la de arena, Draghi ha querido dar una de cal y ha destacado que "la expansión económica continúa siendo sólida en la zona euro", tal y como -a su juicio- se ha confirmado en el segundo semestre de este año, cuando el aumento del empleo está apoyando la subida del consumo privado.
La crisis catalana tiene "una importancia significativa"
Peso a eso, el banquero italiano ha destacado que las líneas de política monetaria siguen siendo expansivas para "mantener condiciones de financiación muy favorables" y ayudar a los países de la eurozona a aprovechar el momento y apuntalar su recuperación.
Los riesgos, según el presidente del BCE, se presentan a nivel global y están relacionados con la geopolítica.
En ese sentido, y en respuesta a una pregunta de la prensa sobre si la situación política de Cataluña podría ser un riesgo para la estabilidad financiera de España y el resto de Europa, Draghi ha indicado que, pese a que "es muy difícil comentar el alcance de hechos diarios", la crisis catalana tiene "una importancia significativa. Podría suponer un riesgo para la estabilidad. Lo estamos observando con mucha atención".
Puerta abierta a ampliarlo de nuevo
Por todo ello, el BCE ha dejado la puerta abierta a realizar cambios en el programa de compra de deuda en caso de que las condiciones financieras empeoren y la inflación no suba lo suficiente.
Estas declaraciones apuntalan la posición dentro del BCE de las llamadas 'palomas' -en contraposición de los 'halcones'-, que defienden que aún no hay que comprometerse con un final del programa de compras, ya que eso revalorizaría al euro y debilitaría aún más la inflación.
Según explica en la nota difundida después de la reunión de su consejo de gobierno, el BCE explica que "las compras de activos continuarán al ritmo actual de 60.000 millones de euros mensuales hasta el final de diciembre de 2017. A partir de enero de 2018, se prevé que las compras netas continúen a un ritmo mensual de 30.000 millones de euros hasta el final de septiembre de 2018, o hasta una fecha posterior si fuera necesario y, en todo caso, hasta que el consejo de gobierno observe un ajuste sostenido de la senda de inflación que sea compatible con su objetivo de inflación".
"Si las perspectivas fueran menos favorables, o si las condiciones financieras fueran incompatibles con el progreso del ajuste sostenido de la senda de inflación, el consejo de gobierno prevé ampliar el volumen y/o la duración de este programa", concluye el comunicado.
La autoridad monetaria europea también ha remarcado que, "durante un período prolongado tras el final de sus compras netas de activos y, en todo caso, mientras sea necesario, el Eurosistema reinvertirá el principal de los valores adquiridos en el marco de esteprograma que vayan venciendo
. Ello contribuirá a unas condiciones de liquidez favorables y a una orientación adecuada de la política monetaria".
Por último, el BCE ha anunciado que mantendrá el grifo de la liquidez abierto para las entidades financieras. En ese sentido, las operaciones principales de financiación y las operaciones de financiación a plazo más largo a tres meses (conocidas como MRO y LTRO) se seguirán ejecutando mediante subastas a tipo de interés fijo "con adjudicación plena mientras sea necesario, y al menos hasta que finalice el último período de mantenimiento de reservas de 2019".
Tipos en mínimos durante "un período prolongado"
En cuanto a los tipos de interés, el órgano monetario de la eurozona ha mantenido los tipos de interés en sus mínimos.
Así, el tipo de interés al que presta a los bancos a una semana sigue en el mínimo histórico del 0%, nivel en el que está desde marzo de 2016 y en el que, para apoyar la recuperación de la zona del euro, permanecerá por "un período prolongado que superará con creces el horizonte de sus compras netas de activos" .
Por otro lado, seguirá cobrando a los bancos un 0,4% por el exceso de sus reservas a un día (la denominada facilidad marginal de depósito) y les prestará liquidez a un día al 0,25% (facilidad marginal de crédito).