El cambio climático ya está afectando a la salud de todos los países del mundo
- "La inacción se contabilizará en pérdidas de vidas que se pueden prevenir"
- Una subida de 1ºC en la temperatura media provoca un 6% menos de trigo
- Hay 24 millones de personas desnutridas más en Asia y África desde 1990
Los efectos del cambio climático pueden apreciarse ya en la salud de millones de personas en todo el mundo y también en la productividad laboral, que ha caído por el incremento de las temperaturas un 5,3% en áreas rurales, según un estudio que publica la revista The Lancet.
"Es un desafío, pero aún tenemos la oportunidad de convertir lo que hoy es una emergencia médica en los mayores avances para la salud pública de este siglo", declara el profesor Anthony Costello, copresidente de The Lancet Countdown y director de salud materna, neonatal, infantil y adolescente de la Organización Mundial de la Salud (OMS), una de las entidades que han colaborado en el estudio liderado por esta revista y en el que también han participado 24 instituciones académicas y organizaciones intergubernamentales.
"Esperamos un cambio radical de los gobiernos para hacer frente a los impactos del cambio climático", continúa Costello. "Los beneficios económicos y para la salud serían enormes. El coste de la inacción se contabilizará en pérdidas de vidas que se pueden prevenir".
El informe destaca que 449 ciudades en el mundo habían iniciado en 2016 proyectos para analizar los riesgos el cambio climático, si bien lamenta que la mayoría de ellas se encuentran en países con altos ingresos. "Estamos tan solo comenzando a sentir el impacto del cambio climático", advirtió Hugh Montgomery, director del Instituto para la Salud Humana y el Rendimiento del University College London, partidario de "atacar tanto la causa como los síntomas" de ese fenómeno.
Pérdidas económicas y laborales
Entre 2000 y 2016, 125 millones de adultos mayores de 65 años estuvieron expuestos a olas de calor, con impactos en la salud que van desde el estrés o la insolación hasta episodios de insuficiencia cardíaca o riesgo de lesión renal por deshidratación.
El aumento de las temperaturas también ha dado como resultado una reducción de un 5,3% en la productividad laboral en personas que realizan trabajos manuales al aire libre en áreas rurales, lo que incide a su vez en los medios de vida de estos individuos, sus familias y sus comunidades.
El valor total de las pérdidas económicas -vinculadas a activos físicos, más que a problemas de salud- como resultado de eventos climáticos extremos se estimó en 129.000 millones de dólares en 2016 (111.000 millones de euros). Las pérdidas representan una proporción mucho más alta del PIB en los países con bajos ingresos, en comparación con los ricos: el 99% de las pérdidas en países empobrecidos no están aseguradas.
Mayor desnutrición y transmisión de enfermedades
Los científicos resaltan asimismo que las enfermedades infecciosas transmitidas por mosquitos también han aumentado. La propagación del virus del dengue del mosquito Aedes aegypti ha crecido un 9,4% desde 1950 y el número de casos de la enfermedad en humanos casi se ha duplicado en la última década.
Por otro lado, el número de personas desnutridas en 30 países de Asia y África ha aumentado de 398 a 422 millones desde 1990.
Los científicos calculan que el incremento de un grado centígrado en la temperatura media está asociado con una caída del 6% en la producción mundial de trigo y un 10% en la de arroz.
Fenómenos extremos
Entre 2007 y 2016, hubo un promedio de 306 desastres relacionados con el clima por año, lo que representa un incremento del 46% desde 2000. Estos eventos afectan a los sistemas santitarios. Por ejemplo, las tormentas y las inundaciones merman la capacidad de proporcionar atención médica al interrumpir el suministro de electricidad, el transporte o las comunicaciones.
Los gastos en adaptación para los sistemas de salud representan el 4,6% del total. Los autores del informe piden que se amplíe la financiación para que sea resistente ante un clima cambiante, ya que cuando los fenómenos empeoren, las medidas actuales de adaptación se volverán insuficientes.
“Cada vez más países y ciudades están desarrollando planes de preparación para mitigar el impacto del cambio climático. En 2016, 449 ciudades de todo el mundo realizaron una evaluación de riesgos. Sin embargo, la mayoría se encontraban en países de altos ingresos, con un 83% de ciudades europeas encuestadas, en comparación con el 28% de las ciudades africanas”, explica el estudio.
Hugh Montgomery, también copresidente de The Lancet Countdown y director del Instituto para la Salud Humana del University College de Londres añade: “No podemos adaptarnos solo para salir de esto, sino que debemos tratar tanto la causa como los síntomas del cambio climático. Hay muchas maneras de hacer las dos cosas, que suponen un mejor uso de los presupuestos de la atención médica".
Transportes y contaminación del aire
El transporte en las ciudades de las economías emergentes sigue estando dominado por la gasolina y el diésel, mientras que los combustibles no convencionales -biocombustibles y gas natural- y los vehículos eléctricos están ganando adeptos, sobre todo en Europa y EE UU.
En 2016 el empleo en el sector de las energías renovables llegó a 9,8 millones de personas, un millón más que en el sector de extracción de combustibles fósiles. Sin embargo, la exposición mundial a la contaminación del aire ha aumentado en un 11,2% desde 1990, y alrededor del 71% de 2.971 ciudades monitoreadas por la OMS exceden los niveles recomendados.
Christiana Figueres, presidenta de la Junta Asesora de Alto Nivel de The Lancet Countdown y ex Secretaria Ejecutiva de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, recalca que "abordar el cambio climático mejora la salud mundial directa, inequívoca e inmediatamente".
"Es tan simple como eso. Cuando un médico nos dice que necesitamos cuidarnos, prestamos atención. Es importante que los gobiernos hagan lo mismo", añade.