El autor del atentado de Nueva York llevaba semanas preparando el ataque
- El terrorista siguió "exactamente" instrucciones del Estado Islámico distribuidas en redes sociales
- Las autoridades han identificado a un uzbeko de 29 años como presunto autor
El presunto autor del atentado terrorista de este martes en Nueva York llevaba varias semanas preparando el ataque y siguió "exactamente" instrucciones del Estado Islámico (EI) distribuidas en redes sociales, según han informado fuentes oficiales.
En el atentado, que consistió en un atropello múltiple, murieron ocho personas, cinco de ellas de nacionalidad argentina, y doce más resultaron heridas. Cuatro de los lesionados están en estado crítico, aunque en condición estable.
En una rueda de prensa, autoridades de la Policía de Nueva York identificaron por primera vez públicamente al autor del atentado como Safyullo Saipov, de nacionalidad uzbeka, que llegó a Estados Unidos en marzo de 2010.
Los medios de comunicación han difundido la imagen del hombre, cedida por el Departamento de Policía del Condado de St. Charles, que lo tenía fichado por varias infracciones de tráfico (por conducir un camión trailer más largo de lo permitido y por utilizar equipos que incumplían las normas de seguridad).
Según los datos recopilados por la prensa, desde su llegada a EE.UU., Saipov ha vivido en Ohio, Florida y Nueva Jersey. Un inmigrante uzbeko que lo conoció cuando vivía en Tampa (Florida) ha explicado a un diario local que Saipov trabajaba como conductor de camiones, pero que cuando se trasladó a Nueva Jersey encontró empleo como conductor de Uber.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien ha presionado para que se prohíba el acceso al país a los viajeros de algunos países de mayoría musulmana, ha asegurado en Twitter que ha ordenado a los responsables de Seguridad Nacional que “intensifiquen" la política que veta la entrada de inmigrantes en el país. “Ser políticamente correcto está bien, ¡pero no sobre esto!”, ha añadido Trump.
Saípov, del sueño americano al terrorismo yihadista
Sergi Santiago (Efe)
La historia de Sayfulló Saípov se parece a la de miles de inmigrantes que recalan cada año en EE.UU. persiguiendo el sueño americano: llegó sin saber apenas inglés y con ganas de prosperar, pero en algún momento su destino se torció y acabó perpetrando el mayor atentado en Nueva York desde el 11-S.
En 2010, aterrizó en el aeropuerto John F. Kennedy procedente de Uzbekistán, y trabajó como camionero y conductor de Uber gracias a un visado que consiguió por sorteo, un sistema que el presidente Donald Trump ha criticado tras el ataque y se ha propuesto cambiar.
Los que lo conocían no entienden cómo este uzbeko de 29 años pudo acabar radicalizándose por su cuenta, y todos ellos lo definen como "un buen tipo" que llevaba una vida frugal y a quien le gustaba jugar con los hijos de sus amigos.
Saípov vivió primero en Ohio, más tarde en Florida y finalmente en Nueva Jersey, donde este martes alquiló una furgoneta con la que arrolló a varias personas en Manhattan, causando ocho muertos y una docena de heridos.
Durante sus siete años en el país, Saípov había montado dos empresas de transporte comercial y había trabajado durante seis meses como conductor en Uber, realizando 1.400 viajes.
En Ohio, el presunto terrorista se dedicó a mejorar su inglés y a buscar trabajo, nunca salía de fiesta y su vida consistía en ir de casa al trabajo y del trabajo a casa.
Más tarde, se trasladó a Tampa (Florida), donde conoció a otro uzbeko, Kobiljón Matkárov, quien explicó al diario "The New York Post" que el presunto terrorista era "muy buen tipo" y que a sus hijos también les "gustaba" porque siempre jugaba con ellos, aunque reconoció que una vez su hijo quiso fotografiarse con él y Saípov se negó en banda.
Matkárov, de 37 años, lo definió como una "muy buena persona", a quien "le gustaban los Estados Unidos" y "parecía muy contento" con su vida allí, y por ello nada le hacía pensar que pudiese ser un radical islamista.
Sin embargo, las investigaciones iniciales indican que el joven uzbeko había estado en el radar de las autoridades federales, aunque por el momento se desconoce si el centro de la investigación era él o alguien de su entorno.
Saípov tuvo que testificar por una falta menor en abril de 2016, cuando fue advertido por no llevar los frenos reglamentarios en su vehículo, y finalmente se le declaró culpable y tuvo que pagar una multa de 200 dólares.
El presunto terrorista fue calificado de "lobo solitario" por las autoridades, que detallaron que se había radicalizado dentro del país y llevaba varias semanas planeando el ataque por su cuenta, inspirado en otros atentados reivindicados por el grupo yihadista Estado Islámico.
El joven uzbeko accedió al visado de EEUU gracias a un programa del Departamento de Estado que sortea cada año 50.000 permisos de residencia entre países con una baja tasa de migración hacia EEUU. Donald Trump criticó en Twitter el programa de visados y apostó por "una inmigración basada en la meritocracia, y no en los sistemas de lotería de los demócratas".
Durante el ataque, el presunto terrorista fue herido en el abdomen por una bala de la policía y posteriormente detenido y trasladado al hospital Bellevue, donde se recupera de sus heridas y permanece estable dentro de la gravedad.
Trabajadores del hospital detallaron al diario "The Daily News" que el presunto autor de la masacre no estaba en absoluto conmocionado, sino que se le veía "feliz" y "realizado" e incluso hablaba y reía con total normalidad.
Uber aseguró que Saípov había superado los controles de antecedentes que realiza la empresa y que tras estudiar su historial no se identificó ningún incidente entre los 1.400 viajes que llevó a cabo como conductor.
Tras el atentado, la compañía lo vetó inmediatamente de su plataforma y se ha mostrado dispuesta a colaborar con las autoridades federales y estatales.