COS cumple 10 años de minimalismo con un libro y una colección cápsula
- 'Creando con formas' desvela la técnica de Usha Doshi
- El libro lleva tutoriales para poder hacer las prendas
- La colección cápsula que se lanza resume el trabajo de Doshi
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2017 está siendo un año intenso para la casa COS que celebra su décimo aniversario y además lanza su primer libro, una obra muy especial que firma Usha Doshi, antigua colaboradora de la firma. Se titula ‘Creating with Shapes’ (Creando con formas) y se lanza a la vez que una colección limitada para mujer realizada siguiendo los métodos de Doshi, secretos que ahora se desvelan entre las páginas del libro que mezcla textos (en los que describe su modus operandi) con patrones e indicaciones para convertirlos en piezas tridimensionales. Es decir, en vestidos.
Usha Doshi, profesora del Royal College of Art, cuenta que “conceptualizó la técnica” mientras observaba a sus nietos jugar con telas. Los niños las cortaban con formas geométricas muy simples y ella vio las posibilidades que tenían ya que se podían plegar y drapear sin apenas usar pinzas o costuras.
Ese fue su punto de partida y poco a poco fue desarrollo su famoso método. Un trabajo que ha ido evolucionando durante décadas, perfeccionando cada paso en busca de la perfección, una de las características de ese minimalismo que es marca de la casa.
Las 11 piezas de la colección se han realizado siguiendo la técnica de Doshi y entre ellas destacan un abrigo de lana clásico con detalle en la espalda de pliegues geométricos, una camisa muy especial con pliegues frontales y un vestido de seda asimétrico con drapeado estructurado. La paleta de colores es fiel a la filosofía de la casa y está compuesta por marinos, beis y blanco óptico. “Esta nueva y emocionante técnica es perfecta para producir sin comprometer la creatividad y el libro es una herramienta fantástica para los diseñadores y fabricantes”, dice la autora.
El método marca un nuevo camino a la hora de crear formas y siluetas y lo hace utilizando siete formas básicas: el cuadrado, el rectángulo, el triángulo, el diamante, el círculo, el óvalo y el octógono. Figuras sencillas que con un golpe de aguja e hijo se convierten en piezas cautivadoras.
El minimalismo es la corriente que utiliza elementos mínimos y básicos, como las formas geométricas, los tejidos naturales y los colores puros. Un movimiento que arrasó en los años noventa en Europa y EE.UU. que surge como reacción al exceso de los ochenta y al posterior movimiento grunge.
Jil Sander, Calvin Klein, Narciso Rodríguez y Helmut Lang fueron algunos de sus máximos exponentes. Ellos reinventaron la Moda, cambiaron su rumbo y su significado. Ellos hicieron que la moda perdiera todo el poder acumulado en la década anterior. Con ellos, y los que vinieron después, el lujo no está en el logo porque reside en el patrón y hace que lo invisible sea más importante que lo visible. “El verdadero lujo está en el forro”, dijo Karl Lagerfeld en 1992, época en la que el prêt-à-porter llega a eclipsar a la alta costura.
Esta estética minimalista de la moda está muy ligada a la arquitectura y al diseño industrial. Las tiendas se convierten en espacios muy ‘limpios’, como galerías de arte, con paredes blancas y percheros de hierro negro de los que cuelgan prendas de marcado patrón geométrico y líneas muy depuradas. Prendas que se tintan siempre con colores no-color, declinando todos los tonos de blanco, negro o gris. Es entonces cuando diseño y moda se fusionan.
Ahora parece que la moda quiere volver a lo sencillo, abrazando la filosofía ‘Menos es más’, aunque está siendo complicado.
Por eso el libro de COS (siglas de Collection of Style) adquiere ahora una gran importancia ya que exprime los códigos del miminalismo desde un punto de vista didáctico y ayuda a entender la manera en la que casa – como todas las agujas minimalistas- define su identidad a través de los tejidos.
Los niveles de contaminación en la moda son altísimos y es necesario limpiar, depurar, reducir, concretar. Usha Doshi, como decimos, da algunas claves, pero el libro, con impresionantes fotografías en blanco y negro de Angela Moore e ilustraciones de Alan Levett, es una ventana a la calma, un guiño a la economía del lenguaje estético y una invitación a la abstracción para redefinir, otra vez, eso que llamamos moda.