Trump parte hacia Asia en la gira internacional más larga y crucial de su presidencia
- A lo largo de diez días, visitará Japón, Corea del Sur, China, Vietnam y Filipinas
- La tensión con Corea del Norte será uno de los asuntos centrales del viaje
- También serán claves la economía y su reunión con el líder chino, Xi Jingping
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, ha partido este viernes de Washington para iniciar una gira internacional por varios países de Asia, la más larga y relevante hasta ahora de su presidencia, en la que tratará de reforzar la posición de su país en asuntos clave como la amenaza nuclear que plantea Corea del Nortey las relaciones económicas entre los países ribereños del Pacífico.
“Creo que a va a ser un viaje muy exitoso“
"Creo que a va a ser un viaje muy exitoso", comentaba Trump a la prensa en la Casa Blanca antes de abordar un helicóptero que le ha llevado hasta la base de Andrews para tomar el Air Force One, el avión presidencial. "Vamos a hablar de comercio. Obviamente, vamos a hablar de Corea del Norte. Vamos a recabar la ayuda de mucha gente y muchos países", ha añadido.
Este primer viaje de Trump a Asia será la gira internacional más larga realizada por un mandatario estadounidense desde la que llevó a cabo George H.W. Bush en 1992; así, a lo largo de diez días, el presidente visitará Japón, Corea del Sur, China, Vietnam y Filipinas, para regresar a Washington el día 15 de noviembre.
Expectación por la reunión con Xi Jingping
Antes hará una parada en Hawai, en la que se reunirá con el mando militar en el Pacífico y visitará junto a su esposa Melania el memorial del USS Arizona, uno de los barcos hundidos en el ataque a Pearl Harbor. La agenda oficial de la gira comienza el domingo en Japón, con varias reuniones y una ronda de golf con el primer ministro nipón, Shinzo Abe; además, Trump y Abe se reunirán con "familiares de japoneses abducidos por el régimen norcoreano", según un alto funcionario estadounidense.
La amenaza nuclear norcoreana dominará las reuniones de Trump en Japón y en la siguiente etapa del viaje, Corea del Sur, donde Trump estará el 7 y 8 de noviembre para asistir a una cena de Estado con el presidente Moon Jae-in y dar un discurso ante la Asamblea Nacional, entre otras actividades. Trump no irá a la zona desmilitarizada que divide a las dos Coreas y ha elegido, en cambio, viajar a Camp Humphreys, una base militar estadounidense a 70 kilómetros al sur de Seúl no visitada por ninguno de sus predecesores en el cargo.
Después, en China, hay mucha expectación por su reunión con el presidente chino, Xi Jinping. El resto de la gira tendrá un componente más económico con la participación de Trump en el Foro de Cooperación Económica de Asia-Pacífico (APEC) en la ciudad vietnamita de Danang y, ya en Filipinas, primero en la cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (Asean) y después en la Cumbre del Este de Asia.
Alejarse de los problemas domésticos
La gira, de hecho, se ha ampliado en el último momento, y el presidente estadounidense alargará un día su estancia en Filipinas para participar en la reunión plenaria de esa Cumbre del Este de Asia, en la que estarán presentes las grandes potencias regionales, como Japón, China, Australia y Rusia.
“Vamos a estar un día más en Filipinas. Tenemos una importante reunión“
Su propósito inicial era volver a Estados Unidos el 14 de noviembre, pero las críticas recibidas por obviar la cumbre asiática han cambiado el programa previsto: "Vamos a estar un día más en Filipinas", confirmaba este viernes el presidente, que se justificaba: "Tenemos una importante reunión". No está programada por ahora, pero tampoco descartada, una reunión bilateral de Trump con el presidente ruso, Vladímir Putin, en el marco del APEC, y sí está confirmado, por otro lado, un encuentro del magnate con su homólogo filipino, Rodrigo Duterte.
Pese al desasosiego que, según sus asesores, sufre el presidente cuando sale de sus rutinas, la larga ausencia le servirá, en primer lugar, para alejarse de los problemas que le acechan en el ámbito doméstico, como la investigación de la trama rusa -que le ha obligado a responder a varias preguntas incómodas antes de su partida-, sus bajos índices de aprobación y sus dificultades para que el Congreso apruebe sus proyectos legislativos.
Liderazgo económico
En cualquier caso, la gira tiene una enorme importancia intrínseca para reforzar la posición de Estados Unidos en un área crucial del planeta, en el que Washington se juega muchos intereses y en el que parece haberse erosionado su capacidad de influencia desde que Trump llegó a la Casa Blanca.
Su decisión de retirar al país del Acuerdo de Asociación Transpacífico, de hecho, no solo ha supuesto renunciar a liderar la integración económica de la zona y dejar el campo libre a la influencia de China, su gran rival económico, sino que ha trasladado un cierto desánimo a sus aliados en la región, como Japón.
En este sentido, se escrutará con especial atención el tono de Trump, un líder controvertido en su país, durante su reunión con Xi Jingping, muy fortalecido tras su consolidación como líder indiscutible al frente del Partido Comunista de China. Antes de llegar a la presidencia, Trump atacó una y otra vez la relación comercial con China, pero desde que se instaló en la Casa Blanca ha sido mucho más prudente.
Aislar a Corea del Norte
En la misma línea, también se medirá su fortaleza como líder global ante la amenaza nuclear de Corea del Norte. Su consejero de Seguridad Nacional, el general H.R. McMaster, ha remarcado antes del viaje que uno de los objetivos centrales de la gira es impulsar la determinación internacional para "aislar al régimen norcoreano", para lo que también es imprescindible la colaboración de China.
Trump, que ha llegado a amenazar a Pyongyang con "un fuego y una cólera nunca vistos" si persiste en su programa armamentístico, buscará tranquilizar a sus principales aliados, Japón y Corea del Sur, aunque está por ver si moderará su tono sobre este conflicto para evitar una escalada en la tensión. "El presidente utilizará el lenguaje que quiera", se ha limitado a comentar McMaster, que ha señalado que se sopesa volver a incluir a e Corea del Norte entre los países "patrocinadores del terrorismo".
En última instancia, Trump buscará a lo largo de su periplo proyectar una imagen de fortaleza y liderazgo internacional para reflotar una presidencia que parece encallada y enrocada en sus problemas internos.