Iñárritu dedica su Oscar especial a los inmigrantes en el mundo entero "a los que se les ha negado su realidad"
- El mexicano recibe una estatuilla por su instalación de realidad virtual Carne y arena
- Sitúa al espectador en el corazón de los que cruzan a EE.UU. desde México
El cineasta mexicano Alejandro González Iñárritu ha recibido este sábado un Oscar especial por la creación de su instalación de realidad virtual Carne y arena, estatuilla entregada por la Academia de Hollywood durante la ceremonia de sus premios honoríficos, con los que también distiguió al actor canadiense Donald Sutherland, a la cineasta belga Agnès Varda, al guionista y director estadounidense Charles Burnett y al director de fotografía neoyorquino Owen Roizman.
En su discurso, de agradecimiento, Iñárritu quiso dedicar unas palabras a los 800.000 "soñadores" que perdieron su amparo migratorio como consecuencia de la decisión de la Casa Blanca de anular la Acción Diferida (DACA). "Ojalá los políticos mirasen a los ojos de esas personas para conocer sus historias. Si lo hicieran, verían la realidad, la entenderían. Si lo hicieran, querrían a esas personas", ha asegurado.
Iñárritu y su socio, el director de fotografía Emmanuel El Chivo Lubezki, se unieron para construir, durante cinco años, una experiencia artística en la que la realidad virtual y el simbolismo sitúan al espectador en el corazón mismo de los inmigrantes indocumentados que cruzan a Estados Unidos desde México.
Tras reconocer la labor de Lubezki, sin el cual Carne y arena "no sería lo que es", el director mexicano ha dado las gracias a sus compatriotas Guillermo del Toro y Alfonso Cuarón "por sus sabios y peligrosos consejos" y acordarse de su esposa e hijos, con los que, aseguró, comparte "la conciencia de inmigrantes".
Premio para los millones de inmigrantes de todo el mundo
Basándose en los testimonios de varios inmigrantes, Iñárritu, que presentó el trabajo en la pasada edición del Festival de Cannes, ideó esta obra hiperrealista que coloca al espectador en medio del desierto de Sonora.
Allí comparte el drama de un grupo de indocumentados que, liderados por un coyote -un traficante de humanos- intentan ingresar en territorio estadounidense mientras agentes de inmigración tratan de arrestarlos.
"Se lo dedico a los millones de inmigrantes en el mundo entero a los que se les ha negado su realidad, secuestrada por la política y las ideologías que no dejan ver al mundo lo que les está pasando", había afirmado a la agencia Efe antes de recoger el premio en la alfombra roja.
"No sé si esta gota de agua hará alguna diferencia, pero es un intento de transformar a la gente, especialmente a quienes tienen prejuicios sobre los inmigrantes. Ojalá exploren esta instalación y tengan un mejor entendimiento de esa situación", agregó el director mexicano.
Su compatriota Guillermo del Toro había asegurado a la agencia Efe en el mismo sitio que "lo bello es que Alejandro ha empezado a crear la sintaxis de la realidad virtual. Es como cuando Lumière rodó la llegada del tren". Mientras, Alfonso Cuarón, destacó que Iñárritu y Lubezki "están rompiendo barreras y empujando los límites del cine".