Javier Gutiérrez, el actor-autor que camina hacia su segundo Goya
- Protagoniza El autor, de Manuel Martín Cuenca
- Intepreta a un aspirante a novelista que manipula a sus vecinos
- Participada por RTVE, se estrena en salas el 17 de noviembre
Durante su primera experiencia cinematográfica, El otro lado de la cama (2003), Javier Gutiérrez anotó en uno de los márgenes del guion: “Jamás volveré a hacer cine”. “Sentí que no era mi universo, que no era actor delante de la cámara”, recuerda. Difícil de imaginar ahora que es, desde hace tiempo, uno de los actores españoles más valorados y solicitados.
Al ganador del Goya en 2015 por La isla mínima, se le solapan las ventanas. Protagonista de la serie revelación Estoy vivo en TVE, y también de la serie de Juan Cavestany y Fernández Armero Vergüenza, llega a la gran pantalla con El autor, de Manuel Martín Cuenca, en un tour de force que bien podría terminar con su segundo Goya.
En El autor (basada en la novela de Javier Cercas El móvil) es Álvaro: un aspirante a novelista que observa a sus vecinos como posibles personajes de la gran novela que ambiciona. Hasta que empieza a manipularlos para que reaccionen a las tramas que les asigna. María León, como su mujer y escritora de best-sellers, y Antonio de la Torre, como un abusivo profesor de creación literaria, completan el reparto de una película que cuenta con la banda sonora original de José Luis Perales.
Como toda sátira, El autor castiga bastante a sus personajes. Como todo actor, Javier Gutiérrez defiende a su personaje sin juzgarlo. “Defiendo sobre todo la pureza de ese sueño que tiene, de escribir una gran novela. Esa ingenuidad, esa osadía. Y esa honestidad consigo mismo. Independientemente de las artimañas de las que se vale y artimañas que va dejando por el camino”.
A esa honestidad y autoexigencia se refiere cuando afirma que piensa en su profesión 24 horas al día. Aunque esté lejos de la obsesión de su personaje, cuando estudiaba interpretación, uno de los ejercicios era viajar en el metro e imaginar la vida de los viajeros. “Hay que tener poder de la observación y de la imaginación. Sacar rasgos de la personalidad y físicos de las personas que conocemos”, explica.
Dice que Martín Cuenca (Caníbal) es el mejor director de actores del cine español. En una secuencia, tratando de imitar al novelista bravucón tipo Hemingway, su personaje se desnuda frente al ordenador para, literalmente, echarle huevos al asunto. “Es un director diferente y te lleva a lugares que con otro director no te gustaría visitar”.
¿Es el actor también un autor? “Sí, me considero un actor creador. No estoy a favor del actor pasivo que espera que el director les de órdenes. Tengo mi propia lectura del guion y, desde ahí, crecer u aportar a la historia que el director quiere contar”.
‘Espíar’ a desconocidos, sin embargo, se complica con la popularidad. “Es cierto: pasas de observar a ser observado. No entiendo muy bien a esos tipos que se meten en una casa con el objetivo de ser famosos: viviría feliz en el anonimato. No me molesta, lo llevo bien. Pero eso sí: la fama la regalaría”.