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Standard & Poors rebaja la deuda de Venezuela en moneda extranjera a la categoría de impago

  • La agencia justifica su decisión por el impago de intereses en dos bonos
  • Cree que hay un 50% de posibilidades de que el país entre en quiebra
  • La primera reunión del Gobierno con acreedores terminó sin propuestas concretas

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Reunión del vicepresidente de Venezuela con los acreedores del país para renegociar la deuda externa
El vicepresidente de Venezuela se reunió este lunes con los acreedores del país para renegociar la deuda externa e informarles de sus limitaciones de pago.

La agencia de calificación estadounidense Standard & Poors ha rebajado la deuda soberana de Venezuela en moneda extranjera a "default", es decir, a la categoría de impago, después de que el país incumpliera el pago de los intereses en dos bonos.

En concreto, la agencia ha justificado su decisión en que las autoridades venezolanas no abonaron 200 millones de dólares de los cupones correspondientes de bonos globales emitidos con vencimiento en 2019 y 2024. El pasado fin de semana se cumplieron los 30 días del período de gracia para ese pago.

Elevadas posibilidades de que el país entre en suspensión de pagos

En un comunicado emitido este lunes, la firma indica que Venezuela está pendiente de abonar los pagos de otros cuatro cupones dentro del período de gracia, que suman un total de 420 millones de dólares.

Si Venezuela no abona esos pagos -en títulos de deuda con vencimiento entre 2023 y 2028-, S&P colocará también en "default" esas emisiones.

El endeudamiento en moneda nacional de corto y largo plazo se mantiene en CCC/C, el grado anterior a suspensión de pagos, pero con una vigilancia negativa a la espera de que se cumplan los pagos en ese endeudamiento.

S&P cree que hay un 50% de posibilidades de que Venezuela "pueda entrar en suspensión de pagos otra vez en los próximos tres meses", según ha señalado la calificadora en un comunicado.

Primera reunión con acreedores, sin propuestas concretas

La decisión de la agencia de calificación se ha conocido poco después de que el Gobierno de Nicolás Maduro anunciara que había iniciado "con rotundo éxito" la refinanciación de su deuda externa en una primera reunión con sus acreedores internacionales en la que les informó de sus limitaciones de pago.

"Calificamos esta reunión, en la que participaron tenedores de deuda venezolana provenientes de Venezuela, Estados Unidos, Panamá, Reino Unido, Portugal, Colombia, Chile, Argentina, Japón y Alemania, como altamente positiva y muy auspiciosa", indica Caracas en un comunicado oficial.

Venezuela dispone sólo de 9.700 millones de dólares de reservas y debe abonar 1.470 millones antes de finales de año y otros 8.000 millones de dólares en 2018.

Del encuentro -que duró apenas 25 minutos y al que acudieron el 91% de los tenedores de deuda, según las autoridades venezolanas- no surgieron acuerdos o propuestas concretas, aunque se comprometieron a volver a reunirse sin fijar una fecha. Por esos motivos, los acreedores salieron de la reunión decepcionados.

En el escrito, Venezuela acusa a Washington de "agredir" su economía y denuncia que las agencias de calificación de riesgo, "siguiendo el patrón de bloqueo financiero emprendido por la Administración Trump, encarecen con informes desprovistos de cualquier forma de rigor y veracidad, el costo de nuestra deuda e intervienen para obstaculizar" al país.

Esto, continúa Caracas, pese a haber pagado "puntualmente" en los últimos 36 meses 73.359 millones de dólares por servicios de deuda.

Caracas quiere "mecanismos serios" para cumplir sus compromisos

En este sentido, Venezuela espera que la reunión de este lunes ayude a reiterar su disposición a cumplir con sus compromisos. "Sirva este inicio del refinanciamiento de nuestra deuda para ratificar nuestra plena intención de proceder a cumplir, como siempre hemos hecho, con todos nuestros compromisos", señala el texto.

Asimismo, el país busca "superar, a través de mecanismos serios, claros y abiertos, emprendidos de manera común con tenedores las complejidades que artificialmente han generado quienes, desde la Administración Trump y sus aliados políticos venezolanos, procuran atentar contra" la economía de Venezuela.

"No lo han logrado, no lo lograrán, el clima positivo en que transcurrió este inicio del proceso de refinanciación señala que saldremos adelante y continuaremos construyendo el Estado de Bienestar que merece el pueblo de Venezuela", agrega la nota oficial.

Según los cálculos oficiales, Venezuela tiene una deuda total cercana a los 150.000 millones de dólares, lo que genera un pago anual de intereses cercano a los 10.000 millones de dólares, "sin incluir lo que se cancela a China y Rusia" por varios convenios.

S&P menciona en su nota esa primera reunión y cree que "es muy probable que cualquier reestructuración [de deuda] de Venezuela se considere como un intercambio de deuda en dificultades y equivalente al default teniendo en cuenta las altas restricciones en la liquidez".

Además, la agencia destaca que, a su juicio, "las sanciones estadounidenses contra Venezuela y algunos miembros de su Gobierno deberían provocar una larga y difícil negociación con sus acreedores".