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Elecciones en Chile

Chile apunta a la alternancia perfecta en las elecciones presidenciales

  • Sebastián Piñera se perfila como sucesor, por segunda vez, de Michelle Bachelet
  • Promete revertir parte de sus reformas sociales e impulsar la economía chilena
  • Las encuestas no aclaran si podrá lograrlo en la primera vuelta de este domingo
  • La izquierda, dividida por primera vez desde la dictadura, podría unirse después

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Chile celebra elecciones presidenciales y legislativas con Piñera como favorito para suceder a Bachelet

Chile celebra desde las 08:00 hora local -las 12:00 hora peninsular- la primera vuelta de unas elecciones presidenciales que apuntan a una alternancia perfecta, con el conservador Sebastián Piñera como favorito para suceder, por segunda vez, a Michelle Bachelet, si bien la clave estriba en si será capaz de alcanzar el palacio de La Moneda con esta votación o bien deberá ratificarlo en segunda vuelta, lo que podría unir a una izquierda que, por primera vez desde el final de la dictadura, concurre dividida a los comicios.

Piñera, un empresario de éxito que al finalizar su primer mandato aseguró que no volvería a optar a la presidencia, parece haber seducido a la mayoría de los chilenos con un mensaje que combina la promesa de un mayor crecimiento económico que impulse la creación de puestos de trabajo y la reversión de algunas de las reformas sociales más emblemáticas de Bachelet, como despenalización del aborto en tres supuestos o los cambios en materia laboral y tributaria.

Al menos así lo reflejan las encuestas, que conceden a Chile Vamos, la coalición de derechas que lidera Piñera, cerca del 45 % de los votos, seguido de Alejandro Guillier, el candidato de la coalición de centro izquierda Fuerza de Mayoría, con algo menos del 20 %; más lejos se sitúa la izquierdista Beatriz Sánchez, candidata del Frente Amplio, con una estimación que se acerca al 9 %.

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Guillier, conocido periodista de radio y televisión, representa la continuidad de las políticas de Bachelet y ha convertido su campaña en una defensa de sus reformas, algunas de gran calado y apoyo entre la población, como los cambios laborales que han reforzado el papel de los sindicatos o la gratuidad de los estudios universitarios para los estudiantes con bajos ingresos. Sánchez, también periodista, enarbola la bandera del aborto libre, el matrimonio igualitario y la paridad de género, en un enfoque feminista en un país de profundas raíces conservadoras.

Novedades electorales

En cualquier caso, una de las grandes novedades de los comicios es que la izquierda chilena concurre dividida a las elecciones presidenciales por primera vez desde el final de la dictadura de Augusto Pinochet, en 1990, cuando la Concertación abrió un período de dos décadas de gobierno del centro izquierda con cuatro presidentes consecutivos: Patricio Alwyn, Eduardo Frei, Ricardo Lagos y Michelle Bachelet.

Tras el primer mandato de Piñera, entre 2010 y 2014, la propia Bachelet reconstruyó la unidad de la izquierda con la coalición Nueva Mayoría, que le llevó a su segunda victoria. Sin embargo, se ha resquebrajado durante el mandato y ha resultado en una miríada de candidatos que compiten por el mismo espectro electoral: junto a Guiller y Sánchez, están Marco Enríquez-Ominami, del Partido Progresista, el senador Alejandro Navarro y el profesor Eduardo Artes; y además la senadora Carolina Oic, de Democracia Cristiana, escindida esta vez de la coalición oficialista.

También hay novedades en el sistema electoral, que pasa del sistema binominal -dos cargos por circunscripción elegidos en listas abiertas – a un sistema proporcional directo, lo que eleva de 120 a 155 los escaños de la Cámara de Diputados y de 38 a 50 los del Senado, que ahora solo renueva 25 parlamentarios.

Alejandro Guillier, el candidato que representa la continuidad con Michelle Bachelet, en su mitin de cierre de campaña

Alejandro Guillier, el candidato que representa la continuidad con Michelle Bachelet, en su mitin de cierre de campaña REUTERS

Asimismo, cambian la financiación de las campañas electorales, la composición de las listas -se exige un 40 % de mujeres- y el voto exterior: cerca de 40.000 chilenos residentes en 59 países del mundo están habilitados para votar por primera vez. Y será la primera votación presidencial con inscripción automática en el censo electoral y voto voluntario, cambios que ya se aplicaron en las municipales de 2015 con el resultado una abstención del 65 %.

La participación, la economía y las reformas, claves de los comicios

La participación, que se estima no alcanzará el 50 % del censo, será una de las variables clave para determinar si será necesario recurrir a una segunda vuelta, la gran esperanza de los candidatos de izquierda para intentar evitar el triunfo de Piñera. Sin embargo, todos ellos se postulan como el adversario ideal para derrotarle y existen dudas sobre su capacidad de entendimiento si hay que volver a votar el 17 de diciembre.

Del otro lado, Piñera solo cuenta con un competidor en su espacio político, el ultraconservador Antonio Kast, que puede robarle votos entre quienes se identifican con el legado de Pinochet y no se reconocen en el expresidente, de perfil liberal y que siempre se ha distanciado de las políticas autoritarias de la dictadura. Aunque no logre superarle, Kast puede recabar el apoyo de hasta un 12 % de los chilenos que creen que Pinochet fue "uno de los mejores presidentes del país", según un reciente sondeo del Centro de Estudios Públicos.

El favorito, en cualquier caso, se aúpa en el compromiso de revitalizar la actividad económica, con un programa de gobierno que prevé un gasto de 14.000 millones de dólares, aunque ha sido criticado por los recortes en programas sociales. Los mercados le creen, porque sus promesas de crear puestos de trabajo y reducir la pobreza han desatado el optimismo de los inversores, mientras los empresarios confían en que revierta la reforma laboral y las subidas de impuestos a las empresas que introdujo Bachelet.

Beatriz Sánchez, candidata del Frente Amplio, saluda a sus simpatizantes en un acto electoral

Beatriz Sánchez, candidata del Frente Amplio, saluda a sus simpatizantes en un acto electoral. EFE

Con todo, el nuevo presidente recibirá una economía al alza, gracias a la subida de los precios de las materias primas y la mejora económica global, que crecerá este año en torno al 1,5 %, con un déficit del 3,1 % y un paro que no alcanza el 7 %. La presidenta, de hecho, presume de haber implantado sus reformas en época de "vacas flacas", pero los chilenos, que siguen reclamando mejoras sociales, parecen querer abrazar el impulso al crecimiento que propugna Piñera; a partir de este domingo, tendrán la palabra en las urnas.

La campaña se endurece en la recta final

Los reproches y las descalificaciones personales entre los candidatos han hecho acto de presencia en el tramo final de la campaña electoral, hasta el punto de que este miércoles fue agredido un senador, Fulvio Rossi, atacado a golpes y cuchilladas en la ciudad de Iquique y que permanece ingresado en el hospital local en estado grave, aunque su vida no corre peligro.

Esta campaña no ha sido fácil, han sobrado odiosidades y descalificaciones

Sebastián Piñera, que cerró su campaña con un mitin en Santiago ante unas 5.000 personas, ha criticado esa crispación, que, según dijo, le ha afectado a él y a su familia: "Esta campaña no ha sido fácil, a muchas candidaturas les han faltado ideas y propuestas y les han sobrado odiosidades y descalificaciones", aseguraba. Así, pidió a sus seguidores "construir una mayoría positiva que se una, no como hacen otros, en contra de una coalición o de un candidato".

Alejandro Guillier también despidió la campaña con un acto multitudinario en Santiago, en el que salió al paso de las críticas contra la actual presidenta, mientras sus simpatizantes gritaban: "Por amor a Bachelet, votaremos por Guillier". En ese ambiente, el se reivindicó como el continuador de sus políticas: "Estoy consciente de la misión histórica de tomar el relevo y seguir avanzando", remarcó.

Beatriz Sánchez, por su parte, prefirió celebrar su último acto en la ciudad de Concepción, donde comenzó su carrera como periodista, para evidenciar su apoyo a una descentralización política. Concluyó con un mensaje en favor de la ética de la actividad pública: "Acá existe un valor de hacer las cosas bien y de hacerlas de manera transparente. Aquí hay manos limpias que quieren permanecer limpias".