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César Dezfuli: "El rostro de los migrantes es fuerza y a la vez llamada de socorro"

  • Una imagen de Dezfuli es Premio Taylor Wessing de la National Portrait Gallery
  • El potente retrato muestra a un joven refugiado recien rescatado en el mar
  • RTVE.es entrevista al fotógrafo español especializado en Derechos Humanos

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Retrato de Amadou Soumaila, una de las personas retradas por César Dezfuli a bordo de una barca en el Mediterráneo
Retrato de Amadou Soumaila, una de las personas retradas por César Dezfuli a bordo de una barca en el Mediterráneo

El castigado rostro del joven maliense Amadou Sumaila contiene el espectro del sentimiento humano. Miedo, incertidumbre y sufrimiento pero también esperanza y una fortísima determinación por huir del infierno. Un retrato que golpea conciencias y comunica a través de la mirada.

Así describe el fotógrafo madrileño César Dezfuli el compendio de emociones que trasluce la potente imagen Amadou Sumaila, perteneciente a la serie fotográfica Passengers, que acaba de recibir el Premio Taylor Wessing de Retrato 2017 de la National Portrait Gallery de Londres [Ver imagen que encabeza la noticia]

Dezfuli capturó la imagen en el verano de 2016 cerca de las costas de Libia, minutos después de que Sumaila y sus compañeros fueran rescatados del mar por una ONG, tras dejar tras de sí una larga historia de torturas y vejaciones relacionada con la mafia del tráfico de personas, y que tristemente es común a muchos refugiados.

El adolescente salió de Mali y tras trabajar en Argelia recaló en Libia, un país en guerra con más de un millón de personas atrapadas. Allí se trasladó engañado y sufrió maltrato a manos de una red que lo mantuvo secuestrado y esclavizado, hasta que consiguieron que su familia pagara por liberarle, cuenta a RTVE.es el fotógrafo sobre la odisea del joven.

"El miedo a morir ahogado queda en un segundo plano"

Dezfuli relata como la vía marítima es la única salida legal de escape para los migrantes, en un peligroso viaje que tiene como objetivo las costas italianas, y en el que el Mediterráneo se convierte a su vez en tumba de muchos sueños.

“Es tal la frustración y el cansancio que se lanzan a esta salida aunque sepan que pueden morir ahogados, pero la muerte pasa a un segundo plano. (…) Hay que tener mucha fuerza para soportar esta situación, sus rostros lo reflejan a la vez que son una llamada de socorro”, añade este fotoperiodista freelance especializado en migración e identidad.

Dezfuli se muestra satisfecho con la concesión del premio, dotado con 16.681 euros, porque permite que se hable sobre los refugiados y “mucha gente se interese por el tema”.

Con varios proyectos en marcha, su próximo objetivo tomará forma en los próximos días, cuando presente ante la UE una petición para que se investigue la violación de los Derechos Humanos en Libia.